Usted está aquí: martes 18 de julio de 2006 Cultura El escritor David Miklos hurga en la erosión de la memoria y la identidad

La gente extraña es su novela más reciente, publicada por el sello Tusquets

El escritor David Miklos hurga en la erosión de la memoria y la identidad

Intenta borrar ''esa investidura'' que invocamos para hacernos más o menos humanos, dice

MONICA MATEOS-VEGA

Ampliar la imagen El narrador David Miklos durante la entrevista con La Jornada Foto: Marco Peláez

''La identidad, cuando se erosiona como cualquier cosa sujeta a los elementos naturales, deja al descubierto lo meramente humano: emociones, deseos y sentimientos básicos; eso es sobre lo que me interesa escribir", señala David Miklos (Texas, 1970), a propósito de su reciente novela La gente extraña (Tusquets).

En esa narración, el autor hurga en la identidad, ''esa investidura o máscara con la que tratamos de hacernos más o menos humanos. La identidad es un disfraz y en esta narración trato de borrarla".

Miklos ingresó al ámbito literario el año pasado con su primera novela La piel muerta (Andanzas), la cual fue calificada por algunos críticos como una obra inmersa en ''la estética del silencio".

Este nuevo relato, La gente extraña, es una vertiente de aquella voz lacónica y sucinta que el escritor se comenzó a forjar en 2005, es una suerte de ''lado B de mi novela anterior, no una continuación. Son narraciones independientes, pero tienen mucho en común", explica.

Añade que ahora el tema principal es la erosión, ''cómo lo humano está sujeto a cierto desgaste, igual que lo natural. Sin embargo, en la naturaleza, la erosión es más lenta y pausada. En el ser humano se da en la memoria, en el origen, en la identidad que se va diluyendo.

''Cuento la historia de un guijarro que llega a una playa a la que no pertenece, por un accidente de la naturaleza en el que está involucrado el hombre, al darle un arponazo a una ballena, en la panza trae esa piedra. El animal encalla en la playa. El guijarro, por cuestiones de azar, pero también por lo humano, regresa a su playa original después de un largo periplo y luego de que distintas generaciones se involucran con él.

''Ese guijarro es mi vehículo para hablar del desprendimiento de la memoria, el desconocimiento que los personajes tienen de su origen, temas que me obsesionan desde el libro anterior, ahora cotejados con la naturaleza."

Predilección por el lector curioso

En la historia personal de Miklos permea el tema de la identidad, explica, pues nació en San Antonio, Texas, aunque creció en la ciudad de México, de madre francesa y de padre mexicano de ascendencia húngara: ''Una mezcolanza original que hace preguntarme si la identidad es algo genealógico o genético o algo que uno va construyendo. Y mediante la literatura trato de respondérmelo."

Cuando escribe el reto es que el lector se involucre con el relato, ''ésa es la parte más dura: tocar ciertas emociones. Por eso pienso en el lector curioso, dispuesto a leer y reeler, el que no quiere que todo esté dado por sentado, el que no le gusta la paja, el que no lee para pasar el tiempo sino para encontrarle sentido al tiempo.

''Me gusta plantear situaciones muy abiertas, que el lector llene los espacios, que tenga un momento de reflexión, que se involucre con esta estética del silencio."

Miklos es jefe de redacción de la revista Istor, publicación del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).

 
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