Usted está aquí: sábado 29 de julio de 2006 Mundo Mientras arde Líbano, Rice toca el piano y Bush se reúne con cantantes

El presidente, anfitrión de participantes en reality show

Mientras arde Líbano, Rice toca el piano y Bush se reúne con cantantes

DAVID BROOKS CORRESPONSAL

Ampliar la imagen El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, recibió en la Casa Blanca al ganador y los finalistas de American Idol, competencia para ser la próxima estrella musical del país. A la derecha, el mandatario y el premier británico, Tony Blair, ofrecen ­también en la sede del Ejecutivo estadunidense­ una conferencia de prensa, en la que hablaron sobre la crisis en Líbano Foto: Reuters y Ap

Ampliar la imagen El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, recibió en la Casa Blanca al ganador y los finalistas de American Idol, competencia para ser la próxima estrella musical del país. A la derecha, el mandatario y el premier británico, Tony Blair, ofrecen ­también en la sede del Ejecutivo estadunidense­ una conferencia de prensa, en la que hablaron sobre la crisis en Líbano Foto: Reuters y Ap

Nueva York, 28 de julio. Mientras arde Líbano y Estados Unidos detiene intentos para implementar un cese el fuego inmediato, hay cosas más importantes para los líderes de Washington.

Este viernes el presidente George W. Bush decidió que, aparte de reunirse con el primer ministro británico, Tony Blair, de sus responsabilidades como comandante en jefe de dos frentes de guerra (Irak y Afganistán) y su participación en la nueva crisis bélica en Medio Oriente -la cual ha dejado en ruinas parte de Líbano-, había suficiente tiempo para dedicarse no sólo a la realidad, sino también a un reality show.

Bush fue anfitrión de una celebración del ganador de American Idol y de nueve participantes que quedaron en segundo lugar en la competencia para ser la próxima estrella musical de Estados Unidos.

Ese reality show ha sido un fenómeno nacional. Alcanza niveles récord de público (el segmento final ocupó el tercer lugar después del Súper Tazón y del Oscar en audiencia, con más de 36 millones). Taylor Hicks, el ganador, y los otro nueve cantantes que lograron llegar a la final, tuvieron el privilegio de reunirse con el presidente.

Tal vez, como sugirieron algunos periodistas, Bush es quien podría beneficiarse con este acto al colocarse junto con uno de los espectáculos más populares, mientras las encuestas continúan demostrando que sólo uno de menos de cada cuatro estadunidenses aprueban su gestión.

En tanto, después de representar a Estados Unidos en las intensas y complicadas negociaciones en Roma sobre el conflicto en Medio Oriente, donde rechazó la demanda casi universal de un cese el fuego inmediato entre Israel y fuerzas de Hezbollah en Líbano, la secretaria de Estado estadunidense, Condoleezza Rice, ofreció ayer en Malasia un concierto de piano a sus contrapartes en la reunión anual de los países de Asociación de Naciones del Sudeste de Asia.

Tradicionalmente se ha celebrado un evento cómico en este encuentro diplomático y comercial, donde cancilleres y otros ministros ofrecían sketches humorísticos. Sin embargo, en esta ocasión, Rice declaró que la coyuntura no estaba para bromas -"es un tiempo serio... no es un tiempo para frivolidades"- y decidió ofrecer un concierto de música clásica en su lugar. Según el comentarista Al Kamen, del Washington Post, Rice interpretó dos obras de Brahms, y sobre el asunto escribió: "no, no vamos a hacer comparaciones fáciles entre tocar piano mientras arde Beirut o tocar violín mientras arde Roma. Eso sería enteramente injusto e inapropiado".

No se ha informado cuántos niños murieron o fueron heridos en Líbano, en los territorios palestinos, en Israel, en Irak o en Afganistán durante estos intermedios musicales.

 
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