DIRECTORA GENERAL CARMEN LIRA SAADE
   

DIRECTOR FUNDADOR CARLOS PAYAN VELVER
SUPLEMENTO MENSUAL  DIRECTOR: IVAN RESTREPO  
EDICIÓN: LAURA ANGULO   LUNES 31 DE JULIO 2006 
NUMERO ESPECIAL


  Portada

Presentación

El mono blanco de los Tuxtlas
Alvar González Christen,

El tucán, prodigio de la naturaleza
Andrea León

Ocelote, felino sagrado
Yan Quirarte y Raúl Kuanenemy

Tolomuco, viejo del monte
Alvar González Christen

El dragón del Nauhcampatépetl
Luis Ernesto Alarcón Villegas y Alvar González Christen

El mono aullador veracruzano
Edith Carrera Sánchez

Mariposa monarca, fragilidad y perseverancia
Alicia Dorantes Cuéllar

Oso hormiguero, brazo fuerte de la naturaleza
Daniel Ruz

Mariposa 88: la súper agente
Martha Y. Castañeda Cuéllar

Guacamaya verde: los colores del aire
Isaac Michán

Pájaro carpintero
Amparo Albalat


Correo electrónico:

[email protected]

 

  

Mariposa 88: la súper agente

Martha Y. Castañeda Cuéllar
Universidad Veracruzana
Fotos: Isaac Michán

Sabemos que desde los tiempos prehispánicos, las mariposas han sido un componente de la fauna que focaliza la atención de las sociedades humanas. Este grupo de insectos ocupó un lugar importante dentro del simbolismo ritual y en los objetos de uso diario de culturas como la teotihuacana, maya y tolteca. Consideradas incluso como deidades (Xochiquetzal, diosa azteca), las mariposas juegan un papel sumamente importante dentro de las complejas redes de interacciones entre plantas y animales. Sus larvas contribuyen al ciclo del carbono en los ecosistemas al alimentarse de sus plantas donde habitan y los estados adultos polinizan una gran cantidad de especies de plantas.

La familia de mariposas Nymphalidae es una de las más numerosas y diversas en México. Su tamaño es muy variable, algunas son pequeñas y frágiles y otras de gran tamaño y cuerpo robusto.

Las patas delanteras de los individuos de esta familia se caracterizan por ser muy reducidas y cubiertas de vellosidades, por lo que a simple vista parece que sólo tienen cuatro patas. Las larvas pueden ser lisas o con espinas y cerdas, aunque la mayoría presenta ornamentaciones como cuernos en la cabeza.

Sus hábitats también son variables: frecuentemente se encuentran en los terrenos abiertos donde abundan las flores y también en humedades. Otros prefieren las zonas boscosas y se alimentan de fruta en descomposición, secreciones de árboles y excrementos de mamíferos. Para México, se conocen cerca de 200 especies de esta familia, algunas con dos o más subespecies, distribuidas en todo el territorio, desde la selva perennifolia en el sur, el bosque de pino en el centro, hasta el matorral desértico en el norte.

Entre las especies de la familia Nymphalidae encontramos una mariposa que llama la atención debido al curioso diseño de la superficie interior de sus alas, nos referimos a la mariposa “88” (Diaethria anna), que se distribuye principalmente en los estados de Veracruz, Puebla, Oaxaca y Chiapas.

Diaethria es un género con cerca de 20 especies, todas neotropicales, cuya distribución va desde el sur de Texas hasta el Amazonas brasileño. En la región de Xalapa, Diaethria habita generalmente remanentes de bosque mesófilo, aunque la podemos encontrar cerca de caminos, veredas e incluso de carreteras y en zonas suburbanas. Son mariposas de color oscuro, con una franja de color amarillo-verde metálico en las alas delanteras y un borde inferior azul en las alas traseras. Pero es la parte de debajo de sus alas la que llama verdaderamente la atención: las cuatro alas son de color claro; en las alas delanteras tiene dos franjas anchas, una roja y una negra, y en las traseras tiene un diseño con cuatro círculos concéntricos, que cuando se observan con detenimiento dan la apariencia de ser dos ochos.

Diaethria tiene también una historia curiosa alrededor de su identidad. En 1987, en el Museo Británico de Historia Natural, Philip De Vries detectó una confusión de especies, originada por la similitud entre ellas (son cerca de 20 especies todas con el diseño “88” o “98”). Así, Diaethria astala fue confundida con Diaethria anna, e incluso el origen de los especímenes fue poco claro. La verdadera identidad de esta especie es tan misteriosa como la de un “súper agente 88” en Londres.

Algunas personas creen que si ven una “88” deben comprar un boleto de lotería con el mismo número, ¿ustedes qué piensan?

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