Usted está aquí: miércoles 2 de agosto de 2006 Cultura Hallazgo arqueológico confirma sacrificios humanos prehispánicos

EPOPEYA EN TLAXCALA CONTRA LA CONQUISTA

Hallazgo arqueológico confirma sacrificios humanos prehispánicos

Medio centenar de personas fueron desmembradas, cocidas e ingeridas por grandes señores, afirma experto del INAH

Constatan los primeros acercamientos de extranjeros con Mesoamérica

ANA MONICA RODRIGUEZ ENVIADA

Ampliar la imagen Estructuras prehispánicas del sitio de Tecuaque, cuyo proyecto de rescate arqueológico, a cargo del Instituto Nacional de Antropología e Historia, se inició en 1990 y concluirá este año Foto: Yazmín Ortega Cortés

Calpulalpan, Tlax. El proyecto de la zona arqueológica de Tecuaque, que se inició en 1990 y culmina este año con más de 10 mil piezas halladas en esa área prehispánica, también corrobora las crónicas sobre el sacrificio de más de 500 personas, reveló el arqueólogo Enrique Martínez.

El análisis de casi 500 restos óseos de personas de diversas etnias y animales domésticos que llegaron junto con los conquistadores y viajaban hacia el centro de México, revela que tras ser capturados fueron sacrificados, desmembrados, sujetos a cocción y su carne ingerida por sacerdotes y por los grandes señores prehispánicos.

Las crónicas y la historia escrita que detallan la captura en Tecuaque de más de 500 personas que viajaban en caravana hacia Tenochtitlán, se corroboran con la evidencia arqueológica recabada por especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en el antiguo centro ceremonial ubicado en Calpulalpan, Tlaxcala, zona que además se caracterizó por ser el centro de producción de pulque más importante en la región.

Mujeres en la guerra

Las investigaciones en Tecuaque, asimismo, constatan la participación de mujeres de más de 60 años de edad en la guerra, el primer contacto de los extranjeros con Mesoamérica, las enfermedades que padecían los recién llegados y la deidad a la que fueron destinados mediante el sacrificio humano.

La zona arqueológica de Tecuaque, que significa ''donde se comieron a la gente", sobresale por ese suceso histórico y por la cantidad de información que ha arrojado los entierros descubiertos en el lugar, explicó el director del proyecto, Enrique Martínez, durante un recorrido con La Jornada, quien dijo que los hallazgos en la zona suman alrededor de 10 mil piezas que se encuentran registradas y catalogadas por el INAH.

En la historia de la captura multiétnica confluyen diversos incidentes, como la detención de Moctezuma, la persecución que lleva a cabo Pánfilo de Narváez sobre Hernán Cortés, quien está muy cerca del lugar cuando es retenida la caravana y se refugia en Tlaxcala, además de la Noche Triste y el asesinato del rey de Texcoco.

Desde el centro de México, Cuitláhuac, en sustitución de Moctezuma, decide la retención y sacrificio de los viajeros.

El arqueólogo abundó sobre la muestra, que es una de las más conservadas y con múltiples aportes históricos.

''Los restos revelan la presencia de taínos (indígenas de islas caribeñas), españoles, mulatos, negras, negros, mulatas, mestizos, tabasqueños, mayas, totonacos, tlaxcaltecas; además de niños (de cuatro o cinco años) y mujeres embarazadas (entre 18 y 20 años) que también fueron sacrificados; los restos de los nonatos han sido hallados durante los trabajos de salvamento."

Rituales al vapor

Las evidencias incluyen los huesos de los primeros animales que llegaron a Mesoamérica con los españoles, como cerdos, cabras, vacas, caballos, chivos, tortugas, gallinas, aves exóticas y perros salchicha que también fueron sacrificados en el lugar.

Todas las prácticas rituales, explicó Enrique Martínez, se realizaron en un lapso de seis meses, porque en el sitio no se conocían los sacrificios y se tuvo que transformar en centro ceremonial a la par de que los presos eran seleccionados y sacrificados durante los diferentes rituales, festividades y como ofrenda para diferentes dioses.

Por ejemplo, continúa el experto, a Nanahuatzin, según las evidencias, le fueron sacrificados tres personas que padecían sífilis. ''Los bubosos eran fragmentados, cocidos y parte de esa carne se las daban a los enfermos para que se curaran".

También el arqueólogo describió que en el cuarto escalón del lugar donde se realizaban los sacrificios se halló un cuchillo y copal.

''El sacerdote sacrificaba a las personas capturadas, las arrojaba por las escaleras, otro las recibía y las desmembraba y posteriormente algunas de las partes eran cocidas en ollas, algunas eran ingeridas y otros restos eran expuestos en el zompantli."

Con los hallazgos, expresó Enrique Martínez, quien concluirá en los próximos meses el proyecto que coordina desde hace 16 años, ''se espera que la historia le dé su justo valor al sitio, porque ahí fueron defendidas las creencias y el mundo prehispánico, por eso sacamos a la luz los resultados, para que las personas se enteren de que sí hubo resistencia y lucha de los antiguos pobladores para evitar la conquista".

Inclusive, añadió, los indígenas ocultaron todo para que los españoles no se enteraran de lo sucedido, y gracias a ello hemos recuperado la información y las evidencias -muchas descubiertas casi en la superficie- y otras también fueron ocultas en aljibes (pozos para almacenar agua), donde se descubrieron huesos largos que eran entregados a los guerreros como trofeos.

La poligonal de la zona arqueológica de Tecuaque ocupa una superficie de 35 hectáreas y se ha excavado en una hectárea y media a lo largo de 16 años, cuando se inició el proyecto multidisciplinario, a cargo de Enrique Martínez, el cual culmina este 2006.

El avance -agregó el arqueólogo- ha sido lento debido a la cantidad de piezas y al meticuloso levantamiento de los entierros del lugar preshispánico que custodian antiguas palmas y pequeños reptiles que se deslizan entre las rocas.

Existen dos estructuras principales, que son la de Tezcatlipoca, hacia el sur, y al poniente la de Quetzalcóatl, seis altares además de una bóveda celeste y el conjunto habitacional, entre otras.

Pendientes, apertura de la zona y la conclusión del museo de sitio

La zona arqueológica todavía no se encuentra abierta al público. Asimismo, se realizan trabajos en un rancho cercano a las antiguas edificaciones para emplazar un museo de sitio, el cual por ahora cuenta con ''incipientes'' servicios.

''Falta llegar a un acuerdo final y pagar por el terreno a los propietarios, porque sólo existe un convenio en comodato desde hace dos años y faltan recursos para proseguir con el proyecto" museístico.

La zona tiene cédulas informativas y, a decir del especialista del INAH, se han elaborado miniguías, además de los libros y tesis que tienen información sobre Zultepec, que después fue llamado Tecuaque.

Entre los objetos que serían expuestos destaca una gran cantidad de vasijas fitomorfas que simulan las pencas del maguey y que no ''han sido halladas en otro lugar de Mesoamérica".

Además de clavos, espadas, bridas de los caballos, botones, anillos, perdigones, herramientas que dan testimonio de la presencia de los españoles y de los antiguos pobladores, se expondrán collares, orejeras en obsidiana, huesos, maquetas, máscaras, ollas, vasijas, estupendos braceros teotihuacanos y figurillas articulables, entre otros objetos.

Enrique Martínez puntualizó que existen más de 25 mil piezas halladas durante la ejecución de diversos trabajos de salvamento realizados en la región, incluido Tecuaque.

El sitio fue propuesto para inscribirlo en la lista patrimonial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura por los sucesos que ocurrieron en la zona, la cual se dice es comparable a Tenochtitlán, Tlatelolco y Cholula, asentamientos en los que también se han identificado muestras materiales del contacto con los conquistadores españoles.

 
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