Usted está aquí: miércoles 2 de agosto de 2006 Cultura Veinticinco artistas exploran la migración para hacerle un lugar a la esperanza

Se inauguró exposición colectiva en el Museo de la Ciudad de México

Veinticinco artistas exploran la migración para hacerle un lugar a la esperanza

ARTURO JIMENEZ

La migración desde el arte, o de cómo, aparte del sentido trágico de este fenómeno, también hay lugar para la esperanza. Eso parece plantear una exposición de pintura, grabado, bordado, fotografía, instalación, video, cine y escultura que da cuenta de la migración desde el sur al norte de América, sobre todo desde México a Estados Unidos, para acercarse a los nuevos fenómenos culturales que marcarán este siglo de globalización.

En el recorrido de la exposición Todos somos migrantes: yo no crucé la frontera... la frontera me cruzó a mí, aparecen obras de artistas mexicanos como el juchiteco universal Francisco Toledo o la mazateca Domi, además de otros nacidos ''del otro lado" o llegados allá, como el fotógrafo David Bacon, el instalacionista salvadoreño Carlos Cartagena o el amatero nahua Nicolás de Jesús, hasta sumar 25 visiones.

La colectiva, curada por el sociólogo Yvon Le Bot y, de manera asociada, por Ishtar Cardona y Xóchitl Zepeda, fue inaugurada el martes en el Museo de la Ciudad de México (Pino Suárez 30, Centro Histórico) por la secretaria de Cultura capitalina, Raquel Sosa.

Cien veces lo intentaré

A la entrada, una introducción muestra la dimensión del fenómeno. Cada año más de un millón de migrantes son deportados, pero como dice uno de ellos: ''Pueden regresarme cien veces a mi país, cien veces yo lo intentaré de nuevo y un día lo lograré".

Se recuerda además que cientos de migrantes mueren ahogados en el río Bravo, en accidentes de carretera, de sed en el desierto o víctimas de asaltantes, coyotes, la Bordel Patrol o milicias xenofóbicas como Minuteman.

México es el mayor expulsor de migrantes a Estados Unidos, y durante el foxismo sumaron 3 millones. De los 50 millones de latinos en Estados Unidos, dos terceras partes son mexicanos o de origen mexicano y 10 millones son indocumentados.

Todos ellos conforman 12.5 por ciento de la población total de ese país, la minoría más numerosa. La riqueza que producen equivale al PIB de España y sus remesas son, en varios países latinoamericanos, la primera o segunda fuente de divisas.

A México envían 20 mil millones de dólares cada año, la segunda fuente de ingresos del país después del petróleo, y representa un monto mayor a las inversiones extranjeras.

La primera sala se titula "Frontera sur: México, país de tránsito", que aborda el asunto de los migrantes que vienen del otro lado del Suchiate.

Toledo busca su alma

En la sala ''Fronteras interiores, nómadas" destacan los aguafuertes de Toledo (''Creo que desde siempre estoy en busca de mi alma"), los óleos de Domi, mazateca radicada en Guadalajara, o los cuadros bordados de Natividad Amador, artista zapoteca por descubrir.

La sala ''Frontera norte" muestra fotos tomadas por el activista chicano Francisco Domínguez y del fotógrafo Arturo Fuentes, chilango fronterizo de corazón con tres imágenes, una de ellas del mar herido por una reja fronteriza.

La última sala es ''Movimiento perpetuo", con obra del fotógrafo Miguel Zafra y los amates del nahua de Guerrero, Nicolás de Jesús.

 
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