Usted está aquí: jueves 3 de agosto de 2006 Mundo Tel Aviv quiere que la fuerza de paz de la ONU exija el desarme de la milicia chiíta

Activista palestino, abatido en ataque israelí

Tel Aviv quiere que la fuerza de paz de la ONU exija el desarme de la milicia chiíta

REUTERS, DPA Y AFP

Jerusalen, 2 de agosto. Israel seguirá combatiendo a la guerrilla de Hezbollah en el sur de Líbano hasta que se despliegue una fuerza internacional, declaró hoy el primer ministro israelí, Ehud Olmert, mientras un ataque aéreo israelí causó la muerte a un militante palestino e hirió a otros dos al sur de la franja de Gaza, en las primeras horas de este jueves.

En declaraciones a Reuters, Olmert indicó que quiere que la fuerza de paz tenga un mandato que incluya hacer cumplir una resolución de la Organización de Naciones Unidas (ONU) que exige el desarme de la milicia chiíta, y añadió que la ofensiva israelí ya había "destruido totalmente" la infraestructura del grupo.

"Si efectivamente, como esperamos, la fuerza internacional es una fuerza efectiva compuesta por unidades de combate, podremos dejar de disparar cuando la fuerza internacional esté sobre el terreno en la parte sur de Líbano", dijo Olmert.

Al preguntarle si eso significaba que Israel seguiría combatiendo hasta entonces, Olmert contestó que sí.

El premier israelí indicó que la fuerza debería estar preparada para llevar a cabo la resolución de la ONU que pide el desarme de las milicias en Líbano. Mencionó a Francia, Gran Bretaña, Italia, Australia y Turquía como países que podrían contribuir.

Olmert citó una reducción en el número de ataques con cohetes lanzados por Hezbollah contra Israel como prueba de que la capacidad del grupo ha sido dañada por la ofensiva, a pesar de que la guerrilla chiíta lanzó este miércoles 190 cohetes Katiuska, sobre Israel, un número sin precedente.

En tanto, el ataque aéreo israelí contra un edificio de tres plantas en el pueblo de Qana, al sur de Líbano, causó la muerte de 28 civiles libaneses y no de 57 como se informó inicialmente, dijo hoy Human Rights Watch, tras completar una investigación preliminar sobre el ataque que tuvo lugar el domingo pasado y que fue calificado como el más mortal desde el inicio -el 12 de julio- de la ofensiva israelí.

Por lo pronto, convoys con alimentos y asistencia médica se dirigían hacia las zonas más afectadas de Líbano, luego de asegurar un pasaje seguro de parte de Israel y Hezbollah tras días de demoras, dijeron funcionarios.

En tres semanas de conflicto, los ataques israelíes han causado hasta el momento daños por 2 mil millones de dólares en infraestructura en Líbano, dijo el ministro de Transporte y Trabajos Públicos, Mohammed Safadi.

El gobernador del Banco de Israel, Stanley Fischer, declaró que la crisis con Hezbollah cuesta a la economía de su país 227.3 millones de dólares.

A su vez, un ataque aéreo israelí causó la muerte a un militante palestino e hirió a otros dos en el sur de la franja de Gaza cuando hombres armados se enfrentaron a tanques israelíes en las primeras horas de este jueves.

El incidente ocurrió cuando más de 50 tanques israelíes y vehículos blindados avanzaban cerca del aeropuerto de Rafah y los soldados inspeccionaban las casas de la zona, comentaron los testigos.

Jihad Islámica dijo que el muerto y los heridos eran miembros de su grupo.

Durante el miércoles, las fuerzas israelíes efectuaron dos ataques contra la franja de Gaza sin causar víctimas, mientras que un cohete casero palestino.

 
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