Usted está aquí: viernes 4 de agosto de 2006 Economía Llega resistencia civil a la BMV, "símbolo que no queremos": Batres

Representa la especulación no productiva, arguye el líder nacional perredista

Llega resistencia civil a la BMV, "símbolo que no queremos": Batres

Más de 3 mil personas rodearon la sede de la bolsa; las operaciones se realizaron en oficinas de cada casa participante

El mercado cuenta con mecanismo para que continúen transacciones

ROBERTO GONZALEZ A., JUAN ANTONIO ZUÑIGA Y ANTONIO CASTELLANOS

La resistencia civil pacífica recurre a los símbolos. El elegido ayer fue el edificio de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV). "Este es uno de los símbolos del México que no queremos", expresa Martí Batres, dirigente del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en la capital del país. "Es el símbolo de la especulación, del poder financiero que no paga impuestos, es un símbolo de la especulación no productiva".

Por ser un símbolo, aseguran los manifestantes, del mundillo que apoyó a Felipe Calderón, el candidato presidencial de Acción Nacional, "y que trata de imponerlo como presidente", es que un contingente de unas 3 mil personas organizó una sentada para rodear al edificio.

"Venimos a decir a los poderosos que tiraron su dinero al apoyar a Calderón, porque no va a ser presidente de México", afirman los manifestantes, sentados frente a la entrada principal, la del estacionamiento y la posterior del Centro Bursátil.

La protesta pacífica no interfirió en ningún momento con el arranque de las operaciones, las cuales marcaron durante la primera hora de la sesión -que inicia a las 8:30 horas- una caída de alrededor de 130 puntos en el principal indicador del mercado, lo que representaba un descenso de 0.6 por ciento en el precio promedio de las acciones. Esto, debido a que en los primeros minutos de la sesión se procesaron las órdenes de venta que quedaron pendientes del día anterior.

Los manifestantes se dieron cita a las cinco de la mañana en la esquina de Reforma y Bucareli. Oficialmente, marcharían hacia Los Pinos, la residencia presidencial. Pero al llegar a Río Rhin, los principales dirigentes de la coalición Por el Bien de Todos, que postuló a Andrés Manuel López Obrador a la presidencia, dieron la instrucción de iniciar la sentada en torno al edificio que alberga las oficinas corporativas de la BMV y otras empresas.

Sobre el piso mojado por la tromba de la noche anterior, cientos de manifestantes y algunos más que habían pernoctado en los campamentos instalados sobre Reforma, rodearon pacíficamente el edificio, al que no hicieron una sola pinta ni causaron daño alguno.

Eran las siete de la mañana cuando comenzaron a llegar los empleados del Centro Bursátil. Recibían de los dirigentes de la coalición presentes en la sentada la explicación de que no podían ingresar porque el acto formaba parte de las acciones de la resistencia civil pacífica en demanda del conteo voto por voto. No se presentaron incidentes.

Sin personas dentro del edificio de la bolsa, las operaciones del mercado accionario se realizaron sin contratiempo desde las oficinas de cada casa de bolsa, como es cotidiano desde el 11 de enero de 1999.

Así también, desde hace más de siete años opera en el mercado un dispositivo de seguridad contra desastres naturales o ataques informáticos mediante el cual se garantiza la continuidad de las operaciones. Para ello, la BMV cuenta con un centro de cómputo espejo resguardado por los cuerpos encargados de la seguridad nacional, ubicado en algún lugar fuera de la capital del país para impedir que se interrumpa el flujo de las transacciones.

Los dirigentes de la Bolsa Mexicana de Valores, encabezados por su presidente, Guillermo Prieto, pusieron en marcha un dispositivo especial para contrarrestar los efectos de las acciones de los militantes de la coalición Por el Bien de Todos, que volvieron a bloquear, durante casi seis horas, las entradas de la sede del mercado bursátil en Paseo de la Reforma y Río Rhin. Los empleados tuvieron que trabajar desde sus casas a través de medios electrónicos.

Desde agosto de 1966 fue liberado un llamado Sistema Electrónico de Negociación, Transacción, Registro y Asignación (BMV SENTRA Capitales), diseñado para la negociación de todos los títulos e instrumentos que se intercambian en el mercado bursátil.

En un principio, el sistema constituyó un complemento a la operación en el piso de remates, que estuvo ubicado en la planta baja del edificio de la BMV en Reforma. Posteriormente, en enero de 1999, el mecanismo electrónico se amplió a todas las operaciones y de ese modo, la totalidad del mercado es movido a través de medios electrónicos.

El sistema BMV SENTRA Capitales consiste en un programa informático diseñado por la propia Bolsa. En una pantalla de computadora, el operador de una casa de bolsa tiene todas las herramientas y mecanismos de compra-venta, como si estuviera en un piso de remates. Desde el escritorio, puede girar ordenes de compra, o venta, recibe las notificaciones sobre hechos relevantes y puede seguir con puntualidad minuto a minuto el desempeño del mercado.

Toda esa información la tenían en mente los organizadores de la sentada de ayer, un acto de protesta civil en el que, además de cientos de manifestantes, estuvieron por seis horas fuera del edificio de Reforma dirigentes como Leonel Cota y Alberto Anaya, presidentes del PRD y Partido del Trabajo, respectivamente; Jesús Ortega, coordinador de la campaña de López Obrador; Lorena Villavicencio, coordinadora de los diputados perredistas en la Asamblea Legislativa del DF.

Por eso el acto cívico, como definían los participantes, era de carácter simbólico no para tratar de impedir -cosa que no podrían haber logrado, de cualquier modo- el desahogo de la jornada bursátil. "Estamos participando en un movimiento histórico", comentó Alberto Anaya. "Estamos mandando un mensaje a la gente del poder y del dinero de que no vamos a permitir que nos roben", apuntó.

Martí Batres retoma: "este fue un acto sorpresivo, pacífico, inteligente... y exitoso". Y festejó: "aquí está la sonrisa y del otro lado las caras duras; nosotros somos los felices y contentos porque ganamos la elección".

A las 11 de la mañana la sentada se dispersa. "Nos va a dar una nalgomonía", comentan. Desde un alto parlante se urge a los manifestantes a recoger a dejar limpio, a recoger los desperdicios. "Este edificio pesa un chingo", responde alguien desde la multitud ante el llamado de levantar la basura. "La basura está en Los Pinos", añade otro.

Después de entonar el himno nacional, los manifestantes se retiraron de la sede bursátil, la cual también es símbolo de la concentración del ingreso. De acuerdo con datos oficiales, el mercado de capitales concentra títulos accionarios con un valor de 3.7 billones de pesos que equivalen a 43 por ciento del producto interno bruto. Este capital es propiedad de 161 mil 429 inversionistas que representan 0.15 de la población nacional.

Mientras tanto, la jornada bursátil trascurrió con toda normalidad. A las 9:30 horas el Indice de Precios y Cotizaciones marcó una caída de 121 unidades, es decir de 0.6 por ciento, por el predominio de las órdenes de venta de acciones que quedaron pendientes en la víspera.

Luego inició una recuperación que alcanzó su máximo a las 12:58 horas, cuando el marcador registraba una ganancia general de 213.3 puntos o de 1 por ciento.

Finalmente, a las 15 horas el mercado bursátil mexicano cerró sus operaciones con una ganancia de 0.58 por ciento en el IPC que se ubicó en 20 mil 261.81 unidades.

Participaron acciones de 79 empresas de las cuales 41 elevaron su cotización porque predominó la demanda por éstos títulos, 26 bajaron de precio y 12 cambiaron de propietario sin cambios.

Las acciones más afectadas a la baja fueron las del español BBVA Bancomer, las cuales retrocedieron 3.02 por ciento; las del cervecero Grupo Modelo retrocedieron 2.86 y las de la Cervecería Moctezuma 2.34 por ciento. Por el lado de las alzas sobresalieron los títulos del Grupo Radio Centro con un incremento de 8.63 por ciento, las de Walmart con 2.71 y los del Grupo Soriana con 1.50 por ciento.

 
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