Homenaje a las más de 220 mil víctimas del bombardeo atómico contra la ciudad hace 61 años
Rezan miles en Hiroshima, por la paz y contra la proliferación de armas nucleares
El primer ministro Koizumi ratifica su compromiso con la Constitución pacifista de Japón
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Miles de japoneses guardan un minuto de silencio en memoria de las víctimas del bombardeo hace 61 años contra la ciudad de Hiroshima, ayer, en el Parque de paz, en Hiroshima, al oeste de Japón. A la derecha, palomas sobrevuelan el Domo de la Bomba Atómica, una de las pocas edificaciones que quedó en pie luego de la explosión nuclear
Foto: Ap
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Miles de japoneses guardan un minuto de silencio en memoria de las víctimas del bombardeo hace 61 años contra la ciudad de Hiroshima, ayer, en el Parque de paz, en Hiroshima, al oeste de Japón. A la derecha, palomas sobrevuelan el Domo de la Bomba Atómica, una de las pocas edificaciones que quedó en pie luego de la explosión nuclear
Foto: Ap
Hiroshima, 6 de agosto. Decenas de miles de personas de todas partes del mundo se congregaron hoy en la ciudad de Hiroshima para rezar por la paz y pedir al mundo abandonar las armas nucleares, en el sexagésimo aniversario del primer bombardeo atómico.
En un ritual anual para rendir homenaje a las más de 220 mil personas que murieron a causa de la explosión, un grupo de personas que incluía sobrevivientes, niños y dignatarios se reunió en el Parque de la Paz, cerca del lugar exacto en el que fue detonada la bomba nuclear.
"La radiación, el calor, la explosión y sus efectos sinergéticos crearon un infierno en la Tierra", dijo el alcalde de Hiroshima, Tadatoshi Akiba, quien luego de lamentar la tendencia mundial hacia la proliferación nuclear, pidió una campaña para librar al mundo de armas atómicas.
La Campana de la Paz sonó a las 8:15, el momento en que los aviones de combate Enola Gay B-29 lanzaron la bomba el 6 de agosto de 1945, mientras la multitud permanecía de pie en silencio.
Estados Unidos lanzó una segunda bomba atómica en la sureña ciudad de Nagasaki el 9 de agosto. Seis días después, Japón se rindió con lo que se puso fin a la Segunda Guerra Mundial.
El primer ministro japonés, Junichiro Koizumi, se comprometió a atenerse a la Constitución pacifista de Japón y a su política antinuclear.
"Japón, el único país que ha sufrido bombardeos atómicos en la historia humana, tiene la responsabilidad de seguir hablándole a la comunidad internacional acerca de su experiencia.
"Con la resolución de no permitir que la tragedia de las ciudadades de Hiroshima y Nagasaki se repita en ninguna parte, Japón ha cumplido durante los últimos 61 años su promesa de no lanzar una guerra", agregó.
Bajo Koizumi, Japón dictó una legislación que permite a sus tropas tener un papel más predominante en torno a la seguridad en el exterior y envió soldados a Irak para misiones humanitarias y de reconstrucción, la operación militar más larga y riesgosa desde 1945.
El aniversario de este año del bombardeo coincide con renovados temores sobre programas nucleares desarrollados por Irán y Corea del Norte, que el mes pasado realizó pruebas de lanzamiento de misiles.
También llega en medio del debate alrededor de cómo Japón debería asumir su responsabilidad sobre la guerra y el sufrimiento que causó en Asia, una polémica intensificada por la visita de Koizumi al sepulcro de Yasukuni para los muertos en guerra.
La bomba atómica causó la muerte de unas 140 mil personas hasta el final de 1945, de un total de 350 mil habitantes de Hiroshima. Miles más sucumbieron a enfermedades y heridas después.
Los nombres de cinco mil 350 personas que murieron recientemente fueron agregados a la lista de fallecidos, lo cual elevó el total de víctimas reconocidas por las autoridades de la ciudad a 247 mil 787. Varios miles de nombres son agregados cada año.