Asume segundo periodo como presidente de Colombia; extremas medidas de seguridad

Uribe condiciona el diálogo de paz con la guerrilla al cese de sus acciones ofensivas

JORGE ENRIQUE BOTERO CORRESPONSAL

Santafe de Bogota, 7 de agosto. Alvaro Uribe tomó hoy posesión de su segundo periodo como presidente de Colombia y advirtió que las posibilidades de diálogo con la insurgencia dependen de que ésta suspenda sus acciones ofensivas. Uribe pidió a la guerrilla "hechos irreversibles que expresen el designio de conseguir la paz" y puso de ejemplo el caso de las negociaciones entre el gobierno español y el grupo separatista ETA, precedidos, según dijo, de casi tres años de un cese total de hostilidades.

Toda la semana previa a la posesión de Uribe, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) "despidieron" el primer cuatrenio de Uribe con la ejecución de acciones en siete de los 32 departamentos del país, con saldo de 23 militares muertos. Hace dos semanas voceros de las FARC expresaron su disposición al diálogo, pero lo volvieron a condicionar al despeje militar de dos enormes departamentos del sur del país -Caquetá y Putumayo- requisito que el gobierno ha descartado tajante y reiteradamente.

En medio de un cinematográfico dispositivo de seguridad que incluyó el despliegue de 25 mil soldados, el permanente sobrevuelo de helicópteros y el patrullaje de tanques por las calles de esta capital, el presidente tomó juramento en el Capitolio Nacional, sede del Congreso. Al acto asistieron 11 mandatarios latinoamericanos, pero medios y analistas locales señalaron que fueron más notorias las ausencias que las presencias. Faltaron a la cita los presidentes de Brasil, Argentina, Uruguay, Bolivia y Venezuela. Tampoco viajó a esta capital el presidente de México, Vicente Fox.

Con el telón de fondo de una ciudad fantasmal, por cuyas calles sólo circulaban hombres de verde, Uribe habló de paz desde el comienzo de su discurso. "No nos frena el miedo para negociar la paz. Confieso que me preocupa algo diferente: el riesgo de no llegar a la paz y retroceder en seguridad", dijo el mandatario.

El gobierno y los sectores políticos y empresariales que lo apoyan, aseguran que la estrategia de guerra aplicada en los últimos cuatro años ha sido exitosa y ha obligado a la guerrilla a retroceder, pero la mayoría de especialistas en temas militares sostiene que las FARC "están intactas", incluso que han crecido militarmente y han probado su capacidad para enfrentar la enorme ofensiva emprendida por el ejército, especialmente en el sur del país.

Cuando Uribe terminaba su discurso, de apenas 25 minutos, los parlamentarios del Polo Democrático (izquierda) exhibieron pancartas y afiches con las fotos de los militares y dirigentes políticos que están en poder de las FARC, la mayoría desde hace mas de cinco años, a la espera de un intercambiados por unos mil guerrilleros presos. El presidente hizo caso omiso de la silenciosa demanda de los congresistas y no incluyó en su discurso el tema del canje, que se ha convertido en una suerte de clamor nacional.

El presidente peruano, Alan García, aprovechó la presencia de varios mandatarios de la región para impulsar la idea de acuerdos de libre comercio entre los países ubicados en las cuencas del océano Pacífico.