Usted está aquí: viernes 11 de agosto de 2006 Opinión México SA

México SA

Carlos Fernández-Vega

México, la crema de los negocios de los bancos extranjeros

Castigo a banqueros en República Dominicana

Prensa hispana pide la cabeza de López Obrador

Las rebanadas del pastel:

En una acción sin precedentes, un tribunal ordenó el encarcelamiento de dos banqueros, acusados -junto con otros colegas- "de ser responsables de la crisis bancaria que hundió al país", destrozó la economía nacional, ocasionó pérdidas multimillonarias al erario, inestabilidad cambiaria y un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. En este caso, la actuación y constancia de la Procuraduría General de la República, junto con las autoridades financieras, fue determinante.

La decisión es para celebrar, aunque el único pero es que la PGR, las autoridades financieras, el tribunal y los banqueros no son mexicanos. El citado veredicto se dio ayer en República Dominicana, y los ahora sentenciados (Manuel Arturo Pellerano y Juan Felipe Mendoza Gómez) encabezaban el Banco Nacional de Crédito de la nación caribeña. Ambos fueron acusados de fraude, así como por estafa por ahorradores y depositantes del Bancrédito, uno de los principales bancos del sistema financiero dominicano que reventó en junio de 2003, en medio de una de las más graves crisis bancarias en la historia de aquel país, que al erario le representó una pérdida no menor a 60 mil millones de dólares. En la crisis también quebraron los bancos Intercontinental y Mercantil, cuyos ejecutivos son procesados por los tribunales.

Lástima, porque en México la actuación y constancia de las autoridades ha sido en estricto sentido contrario a lo sucedido en la bella República Dominicana. Aquí, mientras los banqueros acumulan riquezas, los mexicanos siguen pagando los platos rotos de la crisis bancaria de 1995 y el Fobaproa-IPAB consumiendo recursos públicos para la tranquilidad y bienestar de los pujantes negocios privados.

Por eso los banqueros que operan en México y sus serviciales representantes autóctonos son felices con el "cambio". Ello recuerda a la más reciente convención gremial, en marzo pasado, cuando en Acapulco los barones del dinero "ovacionaron de pie, durante un minuto con 26 segundos" al secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz.

Las cuentas de la ovación serían más o menos así: cada uno de los 86 segundos que los generosos barones del dinero consumieron para aclamar a su secretario de Hacienda lo valúan en más de 2 mil 900 millones de pesos, de tal suerte que la ovación completa dio cuenta de los 250 mil millones (más de la mitad de Banamex-Citigroup y de BBVA-Bancomer) que los bancos que operan en el país han acumulado en utilidades netas a lo largo del gobierno foxista.

Lo anterior, sin considerar la férrea defensa que de ellos ha hecho el presidente Fox, de sus controversias constitucionales para que no los toquen ni con el pétalo de una rosa, las generosas devoluciones fiscales, los impuestos diferidos, el barril sin fondo del Fobaproa-IPAB, la puntual cobertura de los pagarés del "rescate", carta blanca para el cobro indiscriminado a sus usuarios, crecimiento de 350 por ciento en las utilidades netas y entrega del 65 por ciento del sistema bancario al capital foráneo. Todo, en seis años. Un récord mundial.

Por si fuera poco, 25 "reformas" legales en el sexenio del "cambio" para "modernizar" al sistema financiero mexicano, aunque ninguna de ellas para transparentar el "rescate", "salvamento" y extranjerización de la banca, descifrar expedientes comprometedores, cobrar créditos relacionados, regresar cartera chatarra ilegalmente -especialmente Banamex- incorporada a la panza del Fobaproa, cobrar impuestos y/o procesar a los responsables de los sectores público y privado.

Nada de eso. Por el contrario. En 2005, la banca que opera en el país se embolsó casi 48 mil millones de pesos en utilidades netas, 83 por ciento más que un año atrás (de cada peso de ganancia, 24 centavos provinieron del cobro de comisiones) y en el primer trimestre de 2006 otros 13 mil 618 millones, 23 por ciento superior con respecto a igual periodo de 2005. Casi la mitad de los montos referidos se quedan en Citigroup-Banamex y BBVA-Bancomer.

En el otro lado de la cancha, los usuarios de la banca sólo ven cómo las autoridades financieras permiten el constante incremento en el cobro de comisiones e intereses, y los ahorradores la permanente reducción de sus rendimientos.

Se entiende, pues, que BBVA y Citigroup consideren a México como la crema de sus negocios en América Latina, el único país entre los 15 con economías más fuertes con un gobierno que ha permitido, estimulado y aplaudido que la propiedad y control de la banca quede en manos de extranjeros. En Estados Unidos, España e Inglaterra (cuyos capitales privados acaparan el sistema financiero que opera en México) sistemáticamente se niegan a proceder como lo ha hecho el gobierno mexicano del "cambio".

Al grito de "una patria, un Estado, un caudillo", el monárquico rotativo español ABC se sumó a la asonada "nacionalista" en contra de la República, y durante casi cuatro décadas aplaudió la sangrienta dictadura franquista, pero hoy -por gracia del generalísimo- se da el lujo de pedir la cabeza de López Obrador por estar "fuera de la ley". Lamentablemente, diarios como El País le toman la mano.

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