Usted está aquí: sábado 19 de agosto de 2006 Opinión México SA

México SA

Carlos Fernández-Vega

Vázquez Raña y su banco a la medida

La verdadera historia del rescate de Multivalores

Los autopréstamos de Bancen

Las rebanadas del pastel:

El Rey Midas del sexenio foxista quiso una gran cereza en su gran pastel, y el gobierno federal se la regaló velozmente y sin mayor trámite, como pago por los favores recibidos. Así, Olegario Vázquez Raña ha sumado un banco a su de por sí abultada cuan sorprendente acumulación de bienes durante la administración del "cambio".

La Secretaría de Hacienda, con el ilustre Francisco Gil Díaz a la cabeza (visible), dispuso que el zar de los hospitales en el país -íntimo amigo de Martita, que para efecto de los negocios es una amistad muy productiva, aunque no gratuita- añadiera un banco a su larga lista de propiedades, y para ello le sirvió la mesa. Previamente -en mayo pasado-, la dependencia autorizó que Vázquez Raña comprara el turbio Grupo Financiero Multivalores (250 millones de dólares), que tenía de todo (casas de bolsa, empresa factoraje, mala fama, etcétera, etcétera), menos lo más importante: la cereza, "perdida" durante el "rescate" del Fobaproa y que llevaba por nombre Banco del Centro.

Así, en el quinto mes del último año del "cambio", Olegario Vázquez Raña se incorporó oficialmente al mundillo de los grupos financieros, y poco más de 60 días después, mágicamente, apareció en su camino la concesión gubernamental para tener un banco.

Dos décadas atrás, Olegario Vázquez Raña -mueblero de cepa- compró el entonces Hospital Humana -donde sana la gente bonita, y la que no muere como Dios manda- y creó el Grupo Empresarial Angeles. Ese corporativo originalmente hospitalario, también se convirtió en hotelero, cuando en el año 2000 compró la cadena Camino Real, y ya encarrerado con el "cambio", se subió a la privatización de los aeropuertos (Grupo Aeroportuario del Pacífico), a los medios de comunicación (Grupo Imagen, Excélsior, Canal 28), y, ahora, al financiero, aunque faltan poco más de tres meses para que finalice el sexenio foxista y eso, para efectos de negocios, es tiempo de sobra, sobre todo cuando se tienen las relaciones precisas.

Lo mejor del caso es que a la sombra del Fobaproa-IPAB Vázquez Raña -que también se dio tiempo de presidir la Cruz Roja- ha hecho excelentes negocios: Camino Real, Excélsior y Multivalores tienen mucho que ver con el "rescate" bancario; el primero caminaba de la mano de Banco Unión, el de Carlos Cabal Peniche; al segundo le "limpiaron" un adeudo de 170 millones de pesos y lo pasaron a la "panza" del "salvamento"; y el tercero sobrevivió gracias a que los voluminosos pasivos del Banco del Centro, Bancen (presidido por Hugo Villa Manzo, el mismo que le vendió Multivalores al Rey Midas sexenal y al que nadie le tocó un pelo por el desfalco) fueron asumidos por el erario, con todo y sus cerca de 500 millones de dólares en auto créditos para los integrantes de su consejo de administración, socios y gentiles amigos que los acompañaron, entre ellos un beneficiario del "rescate" carretero (Jorge Ballesteros Franco, de GMD, y la Autopista del Sol, que "estuvo mal construida", según reconoce Pedro Cerisola) y un hotelero (José Abed Rouanett, del Grupo Aristos).

El graciosamente concedido a Vázquez Raña es un banco a la medida del "cambio" y sus amigos. Por medio de él, el empresario incrementará sus caudales y atenderá futuros requerimientos financieros de cierta parejita imperial. Esa es la parte bonita.

La fea, la pagan cotidianamente todos los mexicanos con el "rescate" de instituciones como Banco del Centro, Bancen, el del Grupo Financiero Multivalores, otrora a cargo de Hugo Villa Manzo, quien junto a Cabal, El Divino y tantos otros personajes de la "moderna" banca salinista siguen tan campantes.

Para dar una idea de cómo estuvo el "rescate" del grupo financiero hoy propiedad de Vázquez Raña, un rápido paseo por las actas del Subcomité de Recuperación del Fobaproa: en los casos de GPI México y GPI Monterrey los créditos recibidos "fueron autopréstamos provenientes del Bancen, dado que los accionistas de este grupo también lo eran de dicha institución bancaria. Debido al origen de estos créditos y al apoyo que se les ha brindado a los accionistas de este grupo en lo relativo a Multivalores Arrendadora y Multivalores Casa de Bolsa, se concluyó que los créditos deben pagarse en su totalidad... De no aceptar la condición del pago de la totalidad del adeudo, debe estudiarse la posibilidad de ejercer acción penal contra los socios que se beneficiaron en su momento con los autopréstamos señalados..."

A nadie se investigó y a nadie le cobraron. Nueve años después, los cerca de 500 millones de dólares en auto préstamos se siguen pagando con recursos del erario, mientras Hugo Villa Manzo y socios recibieron los 250 millones de dólares que Olegario Vázquez Raña les pagó por el Grupo Financiero Multivalores, en espera de que el gobierno del "cambio" le autorizara su banco.

Patética, por decir lo menos, la actitud del abogado defensor de Carlos Ahumada, disfrazado de "líder de opinión". Y desvergonzada la del charrito Creel y su maestro, la ardilla Fernández de Caballos.

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