Usted está aquí: lunes 21 de agosto de 2006 Estados Una planta de CFE, la principal fuente de contaminación en el valle de Mexicali

Peligro de daño irreversible a las fuentes de agua de la región, advierten estudios

Una planta de CFE, la principal fuente de contaminación en el valle de Mexicali

ANTONIO HERAS CORRESPONSAL

Mexicali, BC, 20 de agosto. La planta geotermoeléctrica Cerro Prieto de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) es la principal fuente de contaminación del valle de Mexicali, cuyos habitantes ya resienten los efectos de sus emisiones en su salud y en la agricultura.

Esta fue la conclusión de estudios que realizaron por separado ejidatarios, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Universidad Autónoma de Baja California, que advirtieron sobre la existencia de sustancias tóxicas en agua, aire y suelo de la región.

Los análisis advierten que de no revertirse esta situación existe el peligro de que la contaminación que genera la geotermoeléctrica, ubicada en el sur de Mexicali, se extienda a toda la zona rural de esta frontera y afecte los mantos freáticos de manera irreversible.

Alvaro Valdez Zapata, abogado de los agricultores cuyas tierras han quedado inservibles por las emisiones de la planta, aseguró que la contaminación ya alcanzó los mantos freáticos de la zona rural y el río Hardy, y se cree que también la reserva de la biosfera del alto golfo de California.

Además, en los ejidos Nuevo León, Oaxaca, Michoacán de Ocampo y Estación Delta, ubicados a menos de cinco kilómetros de la generadora, se han detectado casos de leucemia, anencefalias, retrasos sicomotores y abortos.

La delegación regional de la Profepa señaló en un reporte presentado en octubre de 2005 que las descargas de aguas residuales de la planta contienen altas concentraciones de manganeso y mercurio, entre otros elementos tóxicos.

Indicó que las sustancias encontradas no sólo ponen en riesgo la salud de la gente que habitan en las inmediaciones de Cerro Prieto, sino la de los propios trabajadores de la paraestatal.

Asimismo, la Profepa concluyó que es posible que la contaminación se extienda al resto de los mantos freáticos y de los acuíferos del valle de Mexicali, lo cual tendría graves consecuencias para la agricultura y para la comunidad que habita en las zonas donde el riego se abastece de pozos profundos.

Sin embargo, la CFE, cuya dirección regional está a cargo de Enrique Liborio Guzmán Sánchez desde hace 20 años, ha desdeñado las revisiones ecológicas y hecho caso omiso de las normas ambientales, lo que ocasionó que los mantos freáticos se contaminaran con potasio.

El residente general de dicha planta, Juan Manuel Wong Zúñiga, tiene pendientes una denuncia administrativa y otra penal por daño ecológico.

No se respetó el proyecto original

La geotermoeléctrica de Cerro Prieto, que genera 3 por ciento de la electricidad del país, inició operaciones en noviembre de 1981. Los daños al ambiente se iniciaron con la instalación de la primera casa de máquinas: personal de la CFE comenzó a tirar a la intemperie los residuos extraído sde los pozos en lugar de inyectarlos al subsuelo, como estipula la norma correspondiente, lo que afectó los drenajes y canales del valle.

De esa manera, la planta se alejó de su proyecto original, que consistía en crear la laguna Vulcano, donde se volatilizarían los residuos del vapor y se solidificaría el líquido hasta formar cristales de sal. Estos últimos iban a utilizarse para la fabricación de fertilizantes y abastecerían 80 por ciento del mercado nacional. Actualmente México importa cristales de sal.

Una persona que participó en el proyecto original y que pidió el anonimato, comentó que según el plan original la laguna Vulcano tendría capas que permitirían una mejor filtración del agua al subsuelo, pero en lugar de ello se dejaron los tóxicos a la intemperie, sin tratamiento.

Más de 2 mil hectáreas afectadas

Los ejidatarios Angel Verdugo Rentería, Juan Ruvalcaba Martínez, José Luis Zavala y Balbina Camacho, entre otros, quienes desde el año 2000 presentaron denuncias penales contra la CFE, señalaron que 232 hectáreas de su propiedad han resultado afectadas por la geotermoeléctrica.

Los campesinos, quienes exigen una indemnización a la paraestatal porque sus tierras ''ya no sirven para sembrar'', agregaron que la superficie siniestrada podría aumentar a más de 2 mil hectáreas.

Su representante jurídico, Alvaro Valdez Zapata, agregó que las querellas por delitos ecológicos se encuentran en la mesa 4 de la agencia del Ministerio Público Federal de la subdelegación de la Procuraduría General de la República, y en la Secretaría de la Función Pública.

Valdez Zapata lamentó que a pesar de que se ha demostrado la afectación a la zona y que los delitos ecológicos son del orden federal, la geotermoeléctrica de Cerro Prieto sigue funcionado sin adecuaciones para paliar la contaminación.

 
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