Usted está aquí: viernes 25 de agosto de 2006 Espectáculos Morirse en domingo, cinta totalmente mexicana, participa en San Sebastián

El filme aborda el tema de la muerte sin folclor ni solemnidad, asegura el director

Morirse en domingo, cinta totalmente mexicana, participa en San Sebastián

Pese a las condiciones precarias, los cineastas mexicanos realizan obras de calidad, sostiene

JUAN JOSE OLIVARES

Ampliar la imagen El director de fotografía Guillermo Granillo, la maquillista Regina Reyes, el director Daniel Gruener y José Luis Aguilar, quien participó en el diseño de la producción, durante el pizarrazo inicial Foto: Roberto García Ortiz

Un día en San Sebastián, el director mexicano Daniel Gruener (Sobrenatural) confesó a su pareja, la actriz y cantante Susana Zavaleta -luego de realizar un videoclip entre ambos-, que le gustaría regresar a Donostia para participar con un largometraje.

Ese deseo ya se cumplió, pues la cinta Morirse en domingo, su segundo largometraje -que no se ha terminado- fue seleccionada para la sección Horizontes de la 54 edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián, una de las cinco reuniones fílmicas más importante del mundo, que se efectuará del 21 al 30 de septiembre.

El director comenta en entrevista que este paso es un logro, más aún porque "la seleccionaron con copia de trabajo.

"Es un tema fuerte. Como director no puedes esperar más. Es una cinta que representa a México, porque está totalmente hecha por mexicanos, y aborda una temática importante para nosotros: la muerte. Que haya causado tanto interés fuera del país me llena de gusto".

Durante el pizarrazo inicial de la cinta -que será exhibida por primera vez en México en el Festival de Morelia en octubre y luego en una corrida comercial con 400 copias-, Gruener decía que había condiciones "ínfimas" para filmar en México.

Ahora se le pregunta si los cineastas mexicanos tendrían que acostumbrarse a esas condiciones precarias.

Responde: "Eso es lo complicado del cine, aunque también pienso que como director lo que tienes que hacer es pensar en comunicar lo que quieres e intentar hacer un trabajo digno, independiente de las condiciones económicas. Aun si haces cine en el primer mundo nunca te alcanzará el dinero. Lo importante es que aquí somos capaces, con condiciones limitadas, de cintas de calidad."

Agrega: "Morirse en domingo es una cinta de muy alta calidad; es un trabajo muy digno. Tiene nivel de imagen, sonido, efectos, actuación... no te hace pensar que sea una cinta chiquita, y de eso se trata: de que la apariencia sea muy digna y que lo que quieras comunicar lo hagas con profundidad.

"Eso se puede hacer en nuestro cine: ahondar en temas que en otras industrias comerciales generarían trabas, donde te exigen que hagas fórmulas que funcionan para el público. Debemos ir consiguiendo mejores condiciones, pero también creo que los realizadores que sobreviven son los que son capaces de sacar el trabajo en cualquier condición, independientemente de los recursos con los que cuentas."

Larga ausencia

Gruenen vuelve a filmar luego de su exitosa cinta Sobrenatural (1996); después de un tiempo en el que rechazó propuestas de Estados Unidos e hizo documentales y cortometrajes.

Lo hace con un equipo importante de creativos, como Guillermo Granillo (director de fotografía de El crimen del padre Amaro y Aro Tolbukin), la maquillista Regina Reyes (ganadora de un premio Bafta por Frida, y Seres humanos y Crónicas), la vestuarista Marilyn Fitoussi (Bandidas y otras cintas francesas), la supervisión musical de Lynn Fainchtein (Amores perros y 21 Gramos), el diseño de producción de José Luis Aguilar (Santa sangre, Gaby y Cabeza de vaca) y el guión de Antonio Armonía.

"Los mejores del país participan en sus áreas y eso ayuda. El nivel de aportación se vuelve muy grande. Eso enriquece la película. El cine es un arte colectivo", señala el director.

Sobre la larga espera para rodar nuevamente, Daniel Gruener dice: "Vale la pena esperarse hasta que tengas una historia en la que crees y en la que encuentras los espacios para decir las cosas que quieres expresar. Se sacrifica mucho y son muchos años los que tienes que trabajar en un proyecto para sacarlo adelante. Prefiero esperar, estar convencido y apostarle todo."

Morirse en domingo es una coproducción de Sueño Películas, Altavista Films, el Instituto Mexicano de Cinematografía (Fidecine) y Gussi.

Está basada en una historia de Antonio Armonía, quien realizó el guión de Por la libre y Cero y van cuatro. La cinta se filmó en locaciones del Distrito Federal.

La trama narra la historia de Julio Salas, quien muere luego de una larga enfermedad un día domingo. Su familia se ve forzada a contratar los servicios de un zopilote, dueño de una modesta agencia funeraria, sin imaginar lo que esto ocasionará.

"Intentamos retratar a México de forma distinta. No caer en el clásico estereotipo que se ha manejado en el cine latinoamericano y que eso cause un efecto negativo en el exterior, es decir, evitar el folclor de lo que se cree es Latinoamérica: pobre, triste y sórdida. Morirse... no es así, esto comprueba que no necesariamente los realizadores tenemos que caer en los estereotipos para que nos hagan caso.

"Es una manera de abordar la muerte, distinta a la que tienen los europeos y estadunidenses, que se manejan con excesiva solemnidad ante este tema."

El texto de Antonio Armonía surgió a partir de un hecho real que involucró al propio cineasta, quien sufrió la pérdida de un pariente en domingo. "No había forense ni vehículos para transportarlo; no había dinero y terminaron cayendo en las garras de una funeraria chiquita".

 
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