Usted está aquí: viernes 25 de agosto de 2006 Mundo Reservistas israelíes exigen la renuncia de Olmert por el "total fracaso" en Líbano

Hubo limitaciones logísticas, operativas y de mando, admite jefe del Estado Mayor

Reservistas israelíes exigen la renuncia de Olmert por el "total fracaso" en Líbano

THE INDEPENDENT, AFP, REUTERS Y DPA

Ampliar la imagen Ehud Olmert, primer ministro israelí, inspeccionó ayer custodiado por un guardia de seguridad, un hospital destruido por un misil de Hezbollah en la ciudad de Nahariya. En la imagen derecha, soldados reservistas del ejército de Israel protestaron ayer en Jerusalén para exigir que se investiguen las fallas en el despliegue sobre Líbano Foto: Ap

Ampliar la imagen Ehud Olmert, primer ministro israelí, inspeccionó ayer custodiado por un guardia de seguridad, un hospital destruido por un misil de Hezbollah en la ciudad de Nahariya. En la imagen derecha, soldados reservistas del ejército de Israel protestaron ayer en Jerusalén para exigir que se investiguen las fallas en el despliegue sobre Líbano Foto: Ap

Jerusalén, 24 de agosto. Unos 20 reservistas israelíes que participaron en la ofensiva militar en Líbano acamparon frente a la oficina del primer ministro israelí, Ehud Olmert, en demanda de su renuncia y la conformación de una comisión que investigue el "total fracaso" de la operación en la que, dijeron, estuvieron "completamente solos" y "sin estrategia".

La protesta, que la semana pasada comenzó a ser expresada en opiniones a la prensa y en una carta abierta al público difundida por medios impresos, ha conseguido el apoyo de los familiares de militares muertos durante la invasión israelí a Líbano, entre el 12 de julio y el 14 de agosto pasado.

La noche de este jueves decenas de soldados reservistas acudieron al centro de Jerusalén a sumarse a la petición de renuncia de Olmert, así como las dimisiones del ministro de Defensa, Amir Pertez, y del jefe del Estado Mayor de las fuerzas armadas, Dan Halutz.

"Ellos tuvieron las agallas para mandar gente al campo de batalla. Ahora deben tener la valentía para renunciar", dijo el sargento Baruch Eitam, citado en la edición de este viernes del diario británico The Independent.

"A veces nos decían que avanzáramos, otras que retrocediéramos. Pero lo peor fue que no nos dejaron hacer nuestro trabajo de eliminar a Hezbollah", dijo a Dpa un oficial de reserva que forma parte del campamento y recaba firmas para que se integre la comisión estatal y no sólo, como hasta ahora, un comité militar.

Las críticas de las acciones militares de Israel llevaron a Halutz a reconocer hoy por primera vez que hubo fallas en el despliegue sobre Líbano, tal como han señalado los reservistas. "La lucha dejó al descubierto que había limitaciones en distintas áreas: logísticas, operativas y de mando", escribió Halutz en una carta dirigida a los soldados, en la que dice estar abierto a una investigación "minuciosa, honesta, rápida y completa sobre las limitaciones y los éxitos".

El alto mando reconoció además que Israel pagó un pesado precio en pérdidas militares y civiles, pero dijo que en compensación, Tel Aviv infligió daños significativos sobre la milicia de Hezbollah (Resistencia Islámica) y dio un fuerte golpe a su capacidad de disparar misiles hacia territorio israelí.

A todo esto, el director del servicio secreto israelí (Shin Bet), Yuval Diskin, admitió que "el sistema de gobierno colapsó completamente; esa es la verdad y debería ser investigado en profundidad".

Las críticas al gobierno israelí han provocado un descenso en la popularidad de Olmert. Según una encuesta difundida por el Canal 2 de televisión, el primer ministro sólo tiene la mitad del apoyo público que tenía en las elecciones parlamentarias de marzo pasado, mientras que el apoyo a los dos partidos de derecha se ha duplicado.

El respaldo a Olmert descendió de 80 a 40 por ciento, según el sondeo, que también reveló que más de dos tercios de los israelíes quieren una investigación sobre la guerra.

En tanto, los gobiernos y representantes de la Organización de Naciones Unidas (ONU) continuaron las gestiones para integrar los nuevos contingentes de la Fuerza Interina para Líbano (FINUL).

Tras ser objeto de críticas y presiones de Estados Unidos -principalmente- y de otros países, por limitar a 400 el número de militares destinados a Líbano, el presidente francés, Jacques Chirac, anunció en un discurso televisado que dos mil serán desplegados, pero además entró en rivalidad con el gobierno de Italia al señalar que "Francia está preparada, si la ONU lo desea, para seguir comandando esta fuerza".

Por la mañana el primer ministro italiano, Romano Prodi, aseguró que el presidente estadunidense, George W. Bush, le comunicó en una conversación telefónica su visión "positiva" de la oferta de Italia para liderar la FINUL, indicó Reuters.

Sin embargo, un despacho de Afp precisó que "sobre este tema, el presidente Bush relató los contactos que mantuvo con el secretario general de la ONU, Kofi Annan, durante los cuales se comentó el tono muy positivo, la disponibilidad y el liderazgo de Italia".

Bush dio "la bienvenida a la decisión del presidente Chirac de enviar un total de dos mil soldados a Líbano y de continuar al frente de la misión", señaló la Casa Blanca.

Italia no ha definido cuántos soldados enviará a la frontera libanesa-israelí, pero ha ofrecido "entre dos mil y tres mil hombres". Ninguno de los países que han ofrecido tropas a Líbano o que tienen contingentes en el país invadido, superan las cantidades de Francia e Italia.

Funcionarios de la ONU propusieron la semana antepasada que la primera ampliación de la FINUL -a tres mil 500, de un total esperado de 15 mil- sea efectiva antes del inicio de septiembre.

Israel comenzó a entregar posiciones en el sur de Líbano el 17 de agosto, pero buena parte de las tropas israelíes que invadieron la franja de territorio libanés al sur del río Litani, aún están a la espera del relevo de la FINUL, presente en la frontera con Israel desde 1978.

De acuerdo con el plan de la ONU aprobado en la resolución 1701 del 11 de agosto pasado, la FINUL deberá ceder al ejército libanés el control territorial fronterizo, lo que no ocurre desde hace cuatro décadas.

Para lograr ese objetivo, el gobierno de Fouad Siniora prepara la adquisición de equipos y asistencia militar de Alemania, según información oficial difundida hoy.

Alemania, paralelamente, anunció hoy que venderá a Israel submarinos con capacidad para transportar armas nucleares, así como para acciones de guerra marítima convencional.

Con base en un contrato firmado desde julio, Berlín financiará a Tel Aviv la compra de las naves con el astillero HDW de la ciudad de Bremen, informó el Ministerio de Economía.

Según el diario Tagesspiegel, el Centro de Información de Seguridad Trasatlántica de Berlín cree que desde los submarinos Israel podrá disparar torpedos nucleares de fabricación rusa.

 
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