Usted está aquí: viernes 25 de agosto de 2006 Mundo EU, lejos de un papel en la transición cubana por su política hostil: experta

Ante un eventual cambio en la isla, Washington sólo atina a aplicar "más de lo mismo"

EU, lejos de un papel en la transición cubana por su política hostil: experta

"Inimaginable", un giro en la dirección hacia la isla en los próximos 18 meses: Julia Sweig

DAVID BROOKS CORRESPONSAL

Nueva York, 24 de agosto. La situación en Cuba ha reanimado el debate sobre la "transición política" en ese país pero en Washington no hay ninguna transición en su política de más de 40 años contra la isla, la cual no ha generado ningún resultado positivo, señalan expertos.

El gobierno de George W. Bush ha optado por intensificar la política hostil hacia Cuba en esta coyuntura, imponiendo sus demandas por el tipo de gobierno que la isla debería de tener, nombrando a un espía para coordinar operaciones clandestinas, y endureciendo las medidas de la ley Helms-Burton, pero expertos señalan que más de lo mismo resulta en los mismos errores de más de cuatro décadas de fracaso en la relación bilateral y que en esta coyuntura sólo limita la mano de Washington en la transición política en Cuba.

Desde el anuncio del traslado temporal de poderes por Fidel Castro, el gobierno estadunidense y el sector más conservador (y poderoso) de la comunidad cubanoestadunidense ha fomentado la especulación sobre el fin del régimen cubano y ha expresado la intención de intervenir en el proceso de "transición" política en la isla.

El secretario asistente de Estado para Asuntos Hemisféricos, Thomas Shannon, afirmó ayer que "este es un momento muy propicio para hablar en voz alta sobre la importancia de una transición a la democracia en Cuba". Aunque subrayó que "el futuro de la isla tiene que ser determinado por el pueblo cubano... ninguna solución política puede ser impuesta desde afuera, ni desde Estados Unidos o ningún otro país", no titubeó en afirmar que Washington y la "comunidad internacional" deben presionar a Cuba, a fin de "iniciar un proceso de apertura política que llevaría a una transición a la democracia", y a la vez ofrecer "apoyo político y recursos a la sociedad civil para promover el desarrollo de un espacio político dentro de Cuba."

Retórica oficial combinada

La retórica oficial continúa combinando el respeto por la autodeterminación con lo opuesto, condiciones y medidas que intentan intervenir directamente en el proceso de transición, incluyendo fondos (por lo menos unos 80 millones de dólares iniciales) asignados recientemente para tal momento, la preparación de un equipo de "asesores" que podrían ser desplegados a la isla, y el nombramiento de un agente de la CIA como "encargado de misión" en operaciones de inteligencia contra Cuba y Venezuela.

De hecho, el nombramiento de J. Patrick Maher anunciado la semana pasada por el zar de inteligencia John D. Negroponte (director de Inteligencia Nacional) fue acompañado de un comunicado en el cual no sólo se le asigna coordinar la inteligencia en estos dos países, sino también "asegurar la implementación de estrategias" para las dos naciones, las cuales no fueron divulgadas. El hombre seleccionado para el puesto es un veterano de 32 años de carrera en la CIA que recientemente participó en el diseño de la política "antiterrorista" en Colombia y manejó las operaciones de la CIA en la cuenca del Caribe. Circulan versiones aún no confirmadas de que participó en la planeación de la invasión estadunidense de Granada en 1983, indicó la agencia Afp.

Durante las últimas semanas, Shannon y otros altos funcionarios han reiterado que la meta de Washington es "liberar al pueblo cubano y crear una democracia, reconociendo que en ese proceso está la solución a nuestros problemas bilaterales". Sin embargo, expertos en la relación bilateral concluyen que la política estadunidense es en gran medida responsable de esos mismos "problemas bilaterales", y uno de los principales obstáculos al desarrollo de un debate interno en Cuba.

Julia Sweig, directora de estudios latinoamericanos del Consejo de Relaciones Exteriores (Council on Foreign Relations) y experta en la relación bilateral con Cuba, dijo que "como resultado de su política de cuatro décadas y su relación cada vez más hostil... Estados Unidos ha quedado fuera de tener un papel en la transición en Cuba".

En torno a las recientes declaraciones oficiales de Washington sobre una transición, Sweig consideró que "no son realistas", ya que están promoviendo que "Cuba se convierta en algo que nunca ha sido ni será". La política bilateral estadunidense, agregó, ha sido sólo para "aislar y castigar" al régimen, lo cual nunca ha funcionado, y a fin de cuentas es una política guiada más por "intereses domésticos" que por realidades diplomáticas.

Como resultado, afirmó la experta en una teleconferencia de prensa, Estados Unidos es quien está aislado en esta coyuntura, carece de contactos institucionales claves con el gobierno cubano. Por eso, advierte, cuando llegue el día en que Fidel Castro muera, hay varios escenarios en los que la violencia podría ser provocada con el propósito de enfrentar a ambos países, y se necesitarán canales de comunicación que ahora no existen, lo cual es sumamente peligroso.

Para William D. Rogers, veterano diplomático y ex secretario asistente de Estado para Asuntos Interamericanos con más de cuatro décadas de experiencia en relaciones con Cuba, y ahora vicepresidente de Kissinger Associates, "cada vez que Washington anuncia su deseo de moldear las estructuras internas en Cuba, cada que gasta dinero en promover una visión particular del futuro de Cuba y cada que aprieta el embargo, más daño se hace a sí mismo".

En su análisis de coyuntura publicado por el proyecto sobre Cuba del World Policy Institute este mes, advierte que "ningún monto de financiamiento estadunidense de la 'oposición democrática' cubana llevará a cabo los cambios hacia la democracia", y recuerda que él manejó este tipo de políticas en el Departamento de Estado, y conoce de primera mano el fracaso de estas iniciativas.

Jeffrey Laurenti de The Century Foundation, analista de políticas multilaterales, señala que las declaraciones de Washington prometiendo "apoyo" a una transición política en Cuba, seguramente generan nerviosismo entre el mismo pueblo cubano, y menciona que el único apoyo internacional debería provenir de otros países latinoamericanos que han logrado sus propias transiciones políticas sin la "ayuda" de funcionarios del Departamento de Estado para "guiarlos".

Indica que "Washington parece ignorar las lecciones de sus desastrosas intervenciones unilaterales", así como de su promoción de democracia en lugares como Irak. Agrega que la más grave preocupación en la isla es que algunos extremistas del gobierno de Bush promuevan una intervención militar y, por lo tanto, Washington debería de descartar esa opción abierta y públicamente.

Pero, no obstante los fracasos en los hechos y las críticas de expertos y ex funcionarios de la política estadunidense con Cuba, no hay optimismo de que ésta cambiará por ahora. "No me puedo imaginar que en los próximos 18 meses aquí (en Estados Unidos) se abrirá el espacio político para promover una nueva dirección en torno a Cuba", señaló Sweig en respuesta a La Jornada.

Entre los procesos electorales legislativos de noviembre, y el inicio del ciclo electoral presidencial estadunidense, añadió, ningún político, ni los demócratas liberales, estará dispuesto a arriesgarse a proponer un cambio fundamental de la política estadunidense hacia Cuba. Sin embargo, y en gran medida por los intereses del sector privado, hay un amplio consenso fuera de la comunidad cubanoestadunidense y la derecha ideológica para reformular la política hacia Cuba, y que después de los periodos electorales ésta podría retomar dicha iniciativa.

 
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