Usted está aquí: sábado 26 de agosto de 2006 Opinión México SA

México SA

Carlos Fernández-Vega

Recursos que llegan y utilidades que se van

Se cuadruplicaron las remesas

La inversión privada mexicana en el exterior creció seis veces

Las rebanadas del pastel:

Mientras los expulsados de su tierra inyectan cada vez más recursos frescos a la economía mexicana -por medio de las remesas-, el selecto grupo que controla al país y que de México ha hecho su propia empresa no deja de sacar buena parte de las utilidades obtenidas aquí para invertirlas en el extranjero.

El Banco de México presentó su reporte sobre la balanza de pagos al segundo trimestre de 2006, y en él, de manera involuntaria, delinea parte del México real nunca incluido en el balance de "logros" del gobierno del "cambio.

Unos fueron prácticamente echados de sus comunidades de origen, y ante la falta de bienestar y oportunidades no tuvieron más remedio que emigrar a un país extraño, principalmente Estados Unidos, donde lograron colocarse en el mercado laboral, formal o informal. Otros gozan de todo tipo de facilidades -legales e ilegales-, comprensión, complacencia y complicidad para acrecentar negocios y fortunas.

En el año y medio reciente, los primeros inyectaron a la economía mexicana, sin condición alguna, recursos frescos por alrededor de 31 mil millones de dólares; en igual periodo, los segundos sacaron del país capitales por un monto cercano a 20 mil millones.

Las remesas enviadas por los primeros se han convertido en la segunda fuente de ingreso de divisas para el país, sólo después de la exportación de crudo, y en el sexenio del "cambio" el monto prácticamente se ha cuadruplicado, es decir, de poco más de 6 mil millones de dólares al cierre de 2000 a 25 mil millones, de acuerdo con las estimaciones, en 2006, lo que acumularía alrededor de 100 mil millones de billetes verdes en el actual gobierno.

Por lo que toca a los dueños del país, al llegar el "cambio" a Los Pinos el saldo de inversión privada mexicana en el exterior (principalmente en otras naciones latinoamericanas, según cifras de la Cepal) se aproximaba a 6 mil millones de dólares, monto acumulado en 20 años (1980-2000). Un sexenio después, tal saldo se multiplicó por seis, y al primer semestre de 2006 sobrepasó los 36 mil millones de dólares (algo así como 30 por ciento del Fobaproa-IPAB), y sigue al alza.

En este renglón, sobresalen empresas por todos conocidas: Cementos Mexicanos (Lorenzo Zambrano), América Móvil (Carlos Slim), Gruma (Roberto González Barrera), Corporación San Luis (Antonio Madero Bracho), Grupo Alfa (Dionisio Garza Medina), Coca Cola FEMSA (Eugenio Garza Lagüera), Grupo IMSA (Eugenio Clariond Reyes), Mabe (Luis Berrondo), Grupo Posadas (Gastón Azcárraga), Grupo México (Germán Larrea) y el siempre pío Grupo Bimbo (monseñor Lorenzo Servitje), entre otras.

Por cierto, algunos de los citados fueron accionistas de la banca reprivatizada por el salinismo, que por igual "rescataron" y extranjerizaron el zedillismo y el foxismo, proceso en el que las autoridades en turno no han perdido oportunidad para dejar en claro que "quienes participaron en la banca perdieron todo su capital".

Pobres, pero en 2005 la salida de capitales por el concepto referido sumó 10 mil 964 millones de dólares; tan sólo en el primer semestre de 2006 el mismo concepto acumula poco más de 8 mil 500 millones. De mantenerse la tendencia, entre un año y otro la salida de capitales se habría incrementado 55 por ciento, contra 25 por ciento de la entrada de divisas por concepto de remesas.

Nada ni nadie impide a los barones utilizar sus ganancias en lo que crean conveniente, pero si atendieran su propio discurso ("nosotros sí nos la jugamos por el país") esos 36 mil millones de dólares, invertidos en México, hubieran generado un buen número de empleos en el sector formal y contribuido a mejorar el deteriorado perfil de la economía nacional.

En fin. El citado reporte del Banco de México señala, entre otros aspectos, que durante el segundo trimestre de 2006 la cuenta corriente de la balanza de pagos mostró un superávit de mil 141 millones de dólares, resultado neto de la combinación de saldos deficitarios en las balanzas comercial (191 millones), de servicios no factoriales (mil 821 millones) y de servicios factoriales (3 mil 196), y superavitario en la cuenta de transferencias (6 mil 349). Con ello, en el primer semestre del año la cuenta corriente fue positiva en mil 832 millones de dólares (0.4 por ciento del PIB).

El saldo a favor de la cuenta corriente en el segundo trimestre de 2006 se derivó, al igual que en el primero, de tres factores que incrementaron de forma importante los ingresos netos: aumentos de los saldos positivos de la balanza comercial de productos petroleros y del sector automotriz, y una mayor entrada de recursos por remesas familiares.

El valor de las exportaciones de mercancías sumó 63 mil 774 millones de dólares, 18.2 por ciento más que en igual trimestre de 2005. Dicha tasa de crecimiento se derivó de aumentos anuales de 36.3 por ciento de las exportaciones petroleras y 15.1 por ciento de las no petroleras. Las importaciones de mercancías sumaron 63 mil 965 millones de dólares, un incremento anual de 17 por ciento.

Siempre "comprometidos con México", esos 36 mil millones de dólares deben sumarse a los cerca de 25 mil millones que ciertos mexicanos mantienen depositados en la banca estadunidense y europea, sin considerar bienes inmuebles.

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