Usted está aquí: domingo 27 de agosto de 2006 Política Operativo policiaco para la misa de hoy en Catedral

Se trata de evitar altercados, dice la arquidiócesis

Operativo policiaco para la misa de hoy en Catedral

GABRIEL LEON ZARAGOZA Y ANGEL BOLAÑOS

La arquidiócesis de México precisó ayer que el gobierno capitalino le brindará seguridad durante la misa que oficiará este mediodía el arzobispo Norberto Rivera en la Catedral Metropolitana "para evitar algún altercado o conato de violencia entre fieles católicos y manifestantes" y no porque "veamos en riesgo la integridad física del cardenal".

Precisó que la Iglesia católica no presentará cargos contra los manifestantes que se han presentado en el lugar, "porque no hay delitos que perseguir". Refirió que se trata de "una falta de respeto al recinto, a la investidura del cardenal con algunas pancartas ofensivas, pero (eso) no es un delito".

El secretario de Gobierno capitalino, Ricardo Ruiz Suárez, informó que se pidió a la coalición Por el Bien de Todos que establezca alguna medida a fin de evitar que este domingo simpatizantes del movimiento de resistencia civil pacífica contra el fraude electoral protesten en el templo.

El funcionario, quien se reunió el pasado viernes con el deán de la Catedral, Rubén Avila, dijo que el gobierno de la ciudad enviará empleados de la Dirección General de Concertación Política, quienes estarán pendientes de que no ocurran protestas.

Dijo que también se tomarán previsiones con personal de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina, "si en última instancia fuera necesario", aunque consideró que habrá una respuesta positiva de la coalición, cuya dirigencia se deslindó de lo ocurrido en el recinto la semana pasada.

Por otra parte, el vocero de la arquidiócesis de México, Hugo Valdemar, informó que se modificó la procesión que realizaba Rivera Carrera al inicio y al término de la misa, con el fin de "evitar agresiones verbales" y confirmó que a partir de este domingo el recinto dispondrá de un operativo policiaco "discreto".

El apoyo consistirá en ofrecer mayor "seguridad" para los fieles ante cualquier problema que pudiera suscitarse en la Catedral y "el cuidado de la integridad del cardenal". La presencia policial, detalló Valdemar, no debe ser "ostentosa ni visible" para que la celebración "tenga un curso normal" y evitar que la presencia de uniformados "haga sentir mal a la gente dentro de la celebración, que debe transcurrir con toda normalidad".

Indicó que el templo también dispondrá de medidas "sencillas" de seguridad, como acortar la procesión y evitar la salutación del cardenal a los fieles, al inicio y término de la misa, e instalar gente cerca de él.

Por conducto de su portavoz, el arzobispado reiteró su llamado a considerar que "la Catedral no es un lugar apropiado para hacer una manifestación de tipo político o una protesta"; para ello, agregó, "hay amplios lugares".

Dijo que ve "con mucha preocupación que los ánimos se han seguido crispando hasta el punto de estar involucrando a actores que no tenían por qué estar en esta situación".

 
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