Usted está aquí: martes 29 de agosto de 2006 Cultura Mi labor como poeta se gestó como una gota que va llenando una copa: Montejo

Presentará mañana su antología Geometría de las horas en la FILU, en Jalapa

Mi labor como poeta se gestó como una gota que va llenando una copa: Montejo

Actualmente, la poesía vive un eclipse gracias a los medios audiovisuales, pero ha empezado a ceder, asegura

La política y la publicidad envilecen a la palabra; toca al arte revitalizarla y reivindicarla, dice

MONICA MATEOS-VEGA

Ampliar la imagen Algunos grandes autores hablan de que es difícil la poesía en este tiempo porque ya no es posible la contemplación, pues nuestra civilización está marcada por la prisa. Por eso, debemos tratar de recuperarla, señaló Eugenio Montejo durante la entrevista con La Jornada Foto: Roberto García Ortiz

La vida solamente se puede definir a partir de la esperanza, afirma Eugenio Montejo (Caracas, 1938), quien explica que su labor como poeta se fue gestando a través de los años "como una gota que va llenando una copa".

De visita en México para presentar su antología Geometría de las horas, realizada por Adolfo Castañón y editada por la Universidad Veracruzana, el premio Octavio Paz 2004 se dedica a su oficio, "con la mayor responsabilidad posible, sin mayor pretensión, tratando de cumplir un destino, pues lo que siempre es vigente en la poesía, es el maravilloso poder de equilibro que tiene".

En entrevista con La Jornada, Montejo añade que "si en el arte hay algo, hay esperanza; pero esto no debe de confundirse con una mirada ingenua o demasiado candorosa, sino con la esperanza como un principio y un deber. Si estamos aquí en la tierra es por algo."

Quien ha dicho a través de su obra que las palabras "las inventan los ríos, las nubes", anda por el mundo con el alma dispuesta al asombro, con el poema presto para explicar sus ideas.

De esta manera, observa maravillado un árbol en los jardines de su hotel: "en Venezuela le llamamos caucho (en México le dicen hule), pero es más desparramado, y no se puede plantar cerca de las casas, porque sus raíces son muy grandes y fuertes, y levantan las construcciones. Aquí está como muy bien educado y muy tenso, verdaderamente hermoso."

Luego recuerda uno de sus poemas: "En esta tierra, que no atormenta tanto con la muerte, sino con la belleza", y es que, añade, "si no hubiese la belleza sería fácil marcharse rápidamente de aquí, pero lo que nos retiene es la belleza incomparable del mundo. Detrás de eso, está el fundamento de una esperanza, pero no candorosa, sino vigilante, que la precisa el hombre y que la custodia el artista", reitera.

''La palabra se devalúa''

El poeta explica que al maestro Blas Coll (uno de sus heterónimos) la palabra esperanza le parecía demasiado larga: "decía que había que tratar de decir lo mismo con menos sílabas. En todo caso, ocurre que en diversos niveles hay una especie de inflación de la palabra. La política o la publicidad las envilecen. Por eso toca al arte darle su puesto a la palabra, revitalizarla, reivindicarla.

"Ahí es donde está el sentido del lenguaje, de las palabras de la tribu. De acuerdo al uso o mal uso de la palabra, es decir, al uso pervertido, la palabra se devalúa.

"Vivimos un tiempo marcado por la prisa y algunos grandes poetas hablan de que es difícil la poesía en este tiempo porque ya no es posible la contemplación. Pero siempre hay el asombro, la vista del mundo con los ojos deslumbrados, lo hay para el enamorado, para el santo, para el borracho: eso existe, se da.

"Nuestra civilización está marcada por la prisa, y eso hace que la contemplación sea mínima. Cuando revisamos, por ejemplo, la poesía china de la dinastía Tan, que produjo grandes poetas, conocemos que cuando ellos miraban la Luna no era el satélite que nosotros vemos, sino una parte de su cuerpo.

"Es la interiorización de la contemplación. En nuestra sociedad esto es muy difícil ahora. Hay que tratar de recuperarlo."

Montejo recuerda que desde niño se aficionó a la escritura poética "como una necesidad. Empecé a leerla y a intentar pequeños ejercicios verbales, que eran juegos. Fue en la adolescencia cuando lo empecé a tomar más en serio." El poeta encuentra en la obra de sus colegas Alejandro Rossi y Alvaro Mutis algunas de sus grandes cercanías espirituales.

Añade que "en la época antigua la poesía servía para salvarnos de los excesos de la religión, y en la época actual sirve para salvarnos de los excesos del ateísmo.

"La poesía no se da sin una voz crítica. Al lado de todo arte hay un criterio sobre lo que se hace. En épocas antiguas, la poesía ha estado en sitios privilegiados.

"Ahora vive una especie de eclipse, no tiene la atención que ha tenido en otros siglos, quizá por el auge de los medios audiovisuales que atraen, con fascinación, a la sociedad. Pero, a diferencia de los años 50 o 60 del siglo XX, ahora se está volviendo la atención a los poetas. Estoy seguro de que el eclipse comienza a ceder", concluyó Montejo.

El libro Geometría de las horas de Eugenio Montejo se presenta el próximo 30 de agosto en la Feria Internacional del Libro Universitario de Jalapa, Veracruz, a las 19 horas. Participan: José Luis Rivas, Adolfo Castañón y el autor.

En el Distrito Federal el volumen, que incluye además de una antología de poesía, algunos ensayos sobre artistas plásticos y entrevistas realizadas a Montejo, se presentará el viernes 1º de septiembre en la Casa Refugio Citlaltépetl, a la 19 horas.

 
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