Usted está aquí: martes 29 de agosto de 2006 Espectáculos El asesinato de Trigo Figueroa, por inseguridad y alcoholismo

Hasta el cierre de esta edición se desconocía la identidad del agresor

El asesinato de Trigo Figueroa, por inseguridad y alcoholismo

El hijo de Joan Sebastian fue atacado en Hidalgo, Texas, tras un concierto de su padre

Fato, Lupillo Rivera, Julio Preciado, Antonio Aguilar hijo, Oscar Flores y Celso Piña exigen revisiones exhaustivas

ARTURO CRUZ BARCENAS

Ampliar la imagen Joan Sebastian, conocido como El Rey del Jaripeo, durante su actuación en el Gran Festival del Rejoneo y la Música, en Tlajomulco, Jalisco Foto: Notimex

El asesinato de Trigo Figueroa, hijo del cantante Joan Sebastian, acaecido la madrugada del domingo pasado al finalizar una actuación del autor de Juliantla, en Plaza del Valle, en Hidalgo, Texas, Estados Unidos, a manos de unos desconocidos, supuestos fans, fue causado por la falta de seguridad con la que trabajan los artistas gruperos e inclusive sus equipos de seguridad privada y sus colaboradores más cercanos. Esto también pone en riesgo al público, expresaron a La Jornada varias fuentes.

Oscar Flores, dueño de Representaciones Artísticas Apodaca, una de las dos empresas más importantes en el país, junto con Serca, de Servando Cano, precisó que el ambiente es de impunidad y el consumo de bebidas se realiza sin control en muchos sitios, a pesar de la legislación vigente.

Trigo Figueroa tenía 27 años de edad y colaboraba en los espectáculos de su padre. El pasado sábado trató de controlar una aglomeración de unos 30 seguidores de Joan Sebastian, quienes querían un autógrafo. Tres personas, al parecer alcoholizadas, se molestaron porque les impidió el paso. Una de ellas sacó una pistola y disparó, inicialmente, al suelo.

Figueroa, quien estaba acompañado por su amigo Antonio Navarro, corrió para alejarse del lugar, pero fue perseguido por los agresores; éstos lo golpearon con la pistola y le dispararon en la cabeza, según versiones de testigos.

Continúan las investigaciones

Mientras tanto, continúan las investigaciones para dar con el paradero del asesino. Luego de los disparos, el hombre armado al parecer saltó varios cercos y desapareció entre la oscuridad, mientras sus dos acompañantes huyeron entre la multitud.

El joven fue atendido de inmediato en el Hospital Medical Center de McAllen; sin embargo, no resistió la operación. El juez de paz Roberto Contreras reportó su muerte el domingo a las 6 horas.

Joan Sebastian, uno de los cantantes de música popular más importantes de México, surgió a la fama en 1977 con su canción Juliantla. Autor de éxitos internacionales, como Mariposas, ha sido grabado por otros cantantes.

En lo grupero, los artistas conforman sus empresas, de carácter familiar, donde no es raro ver trabajar a los hijos de los cantantes. Tal era el caso de Trigo.

El actual movimiento grupero comenzó su auge en 1992. La música de banda, la norteña, lo grupero romántico, han concitado la atención de millones cada año. El público acude cada semana a los espectáculos masivos, donde el propósito es divertirse, beber, bailar y reforzar lazos sentimentales. En discos, las ventas son millonarias y la proporción del género es de 2 a 1 respecto de los mercados de Estados Unidos y México.

Cada semana, en cientos de lugares, como night-clubs, plazas, jaripeos, rodeos, centros deportivos o espacios como The Cow Palace de San Francisco, de gran lujo, miles de mexicanos acuden a divertirse; beben hasta caerse y algunos desatan su ira contra sus iguales.

El negocio de la diversión tanto en México como en EU genera ganancias multimillonarias. Empresas fuertes como Clear Channel están involucradas en el negocio de la nostalgia, del romanticismo, tipo Temerarios o Bryndis.

En lo grupero, ambiente de machos (donde la mujer es parte del paisaje y se le puede idolatrar o dominar con la mirada), de hebillas doradas, de tejana, botas y levita, cohabitan los pobres con los ricos; portan vestimentas humildes, del montón en el mercado, o buenas marcas. Todos se hacen masa, se pierden en la noche y el anonimato, y desde ahí, en la oscuridad, se divierten a su manera. Unos con cerveza, otros con coñac o tequila: obreros, campesinos, chamberos mil, juntos, pero no revueltos, con políticos, ganaderos, comerciantes pudientes... Vox populi, vox dei: a los narcos les gusta esa música. En lo grupero se fuma mariguana y se snifea cocaína.

Así, entre el ambiente violento creado por los mareos del alcohol y la inseguridad, el medio grupero queda marcado, una vez más, por una nota roja.

Difícil de prever

Oscar Flores, en plática telefónica desde Monterrey, Nuevo León, expuso: "Lo de la seguridad son cosas difíciles de prever, sobre todo en los rodeos y en los jaripeos, que son lugares abiertos y no hay una revisión suficiente. El reglamento de espectáculos en México establece cierto número de personal de seguridad dependiendo de la cantidad de gente, pero en cada estado, cada ciudad, es diferente, y eso debería ser uniforme a escala nacional. En Estados Unidos sucede lo mismo; es decir, según la capacidad del salón -allá funcionan sobre todo los llamados night-clubs.

"Como artistas y representantes vamos a pedir mayor seguridad a los empresarios. Claro que muchos artistas traen seguridad personal, a 20 o 30 elementos. También soy empresario, no sólo representante. Procuro la seguridad, pero hay empresarios que no se preocupan. Pertenezco a Promotores Unidos USA; somos más de 200 y vamos a ver eso. Nos juntamos cada tres meses. El artista, en la mayoría de las veces, no participa de las utilidades de la cerveza".

Esto último es importante porque sólo hay que hacer sumas: han bajado las entradas a los bailes gruperos, pero en uno con una entrada de 5 mil personas, cada una de ésta va a bailar y a ponerse a tono con unas cervezas, mínimo cinco para cada uno. Serían, mínimo, 25 mil, de a 20 pesos cada una.

El Gigante de la Banda, Julio Preciado, expresó sobre el tema: "Lo que pasó debe hacer que los encargados de hacer bailes pongan más atención en la seguridad de los artistas. Y eso que los hechos sucedieron cuando había a acabado la actuación de Joan".

A veces se calientan los ánimos

Para el vallenatero regio Celso Piña (en entrevista vía telefónica desde Monterrey, Nuevo León), "eso que le pasó a este chavo fue, más que todo, por la mala seguridad. A veces los ánimos se calientan por aventones, porque quieren una fotografía, un autógrafo, porque quieren estar junto a su artista. A mí me han aventado de cosas inclusive en el Zócalo del Distrito Federal".

Fato, autor de temas que colaboran con la fama de cantantes como Pepe Aguilar, expuso, en entrevista telefónica desde Reynosa, Tamaulipas: "Aunque esto fue en Texas, la inseguridad es en todo México. No puede ser que no haya seguridad. Uno se pone la camisa de Joan. La seguridad está por los suelos. Hay quienes piensan que los artistas estamos millonarios, pero eso no es".

Antonio Aguilar, hijo mayor de Antonio Aguilar y María de Lourdes (actúa en el show de la familia), desde sus oficinas en el Distrito Federal, manifestó: "En los palenques ya se están usando detectores de metales, pero en los eventos masivos, como en los auditorios o plazas de toros, como en los que actuamos nosotros, no se revisa a la gente para detectar armas".

El Toro del Corrido, Lupillo Rivera, expresó en entrevista que "la única artista segura en México es Lucero, pues su seguridad privada sí la defendió cuando se le acercaron unos periodistas". El sábado pasado, en una actuación en Los Remedios, estado de México, desde el escenario se pudo ver unas 10 peleas entre la concurrencia.

 
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