Usted está aquí: martes 29 de agosto de 2006 Opinión La última vez que estuve en Plutón

Javier Flores

La última vez que estuve en Plutón

Ampliar la imagen En esta imagen provista por la NASA, tomada por el telescopio Hubble el 22 de febrero pasado, muestra dos nuevas lunas alrededor de Plutón, en ese entonces todavía planeta FOTOAp

Con la novedad de que ya nos quitaron un planeta. El jueves pasado la Unión Astronómica Internacional (UAI) determinó que Plutón ya no podía permanecer dentro del grupo selecto de planetas del Sistema Solar, y pasa a la categoría de "planeta enano". ¿Qué opinará el Sol? Yo no soy astrónomo -y en México contamos desde épocas prehispánicas con los mejores-, pero no puedo dejar de decir que esa decisión no me gustó. Es como cuando nos lastimamos el dedo chiquito de una mano, el meñique, y entonces apreciamos toda su importancia. Imaginemos que de pronto alguien llega y dice con gran sapiencia: ése no es un dedo, en todo caso es un "dedo enano". Pero resulta que ahí está... y ahora de verdad nos duele.

"La última vez que estuve en Plutón, fue en la navidad de 72", dice Jaime López en una de sus mejores canciones y al mismo tiempo de las menos conocidas. Ese planeta (me disculpo por seguir llamándolo así en contra de la opinión de los expertos de la UAI, pero es como tomar la decisión de llamar presidente al que eliminan y en todo caso "presidente enano" al que nos dejan) es entrañable porque representa la idea de un viaje, como en la canción de López, al lugar más lejano conocido en nuestro Sistema Solar.

La UAI agrupa a los más destacados astrónomos del mundo y, de acuerdo con su presidente, Ron Ekers: "... las resoluciones están basadas en un proceso abierto y democrático". La definición adoptada el jueves implica que un planeta es un cuerpo celeste que: a) está en órbita alrededor del Sol, b) tiene suficiente masa para mantener una gravedad propia que le permita superar las fuerzas de un sólido rígido y para asumir un equilibrio hidrostático cercano a una forma redonda, y c) tiene despejada su propia órbita. Plutón cumple con las dos primeras condiciones, mas no con la última, pues dado que su órbita es elíptica se superpone con la de Neptuno.

Plutón es un cuerpo misterioso que por su lejanía ha sido poco observado. Es pequeño, tiene un diámetro menor que el de la Luna. Las fotografías que se han obtenido a través del telescopio espacial Hubble muestran que tiene un satélite (aunque según algunos podrían ser tres), lo cual lo hace aún más bello. El más conocido se llama Caronte, que en la mitología griega era quien transportaba en su barca a los muertos. Allá hace mucho frío, por lo que se recomienda ir bien abrigado. Se estima que la temperatura es de menos 240 grados centígrados, pero cuando lo hemos visitado, el tiempo ha sido sumamente agradable, y el barquero, con una paga de por medio, nos ha llevado sanos y salvos a nuestro destino.

Pero no se alarmen, aunque Plutón ha sido degradado como planeta, forma parte desde hace mucho tiempo de la imaginación humana, y eso nadie nos lo puede quitar. Acabo de ver una película estupenda, gracias a la persona más importante y querida; se llama Breakfast on Pluto, de Neil Jordan. En una de las escenas el protagonista (Cillian Murphy) y sus amigos entablan una charla con un tipo aparentemente rudo: un motociclista de pelo largo y chamarra de cuero que resulta ser un gran filósofo. Citando a los druidas (una casta intelectual y religiosa entre los antiguos celtas), llama a no quedarse en la superficie, sino a mirar lo que hay atrás de ésta. En la carretera astral, dice, lo que en realidad importa es el viaje, pues significa desplazarse del pasado hacia el futuro. Y ¿hacia dónde se va?, le preguntan. Visitaremos las estrellas, viajaremos a Marte y, finalmente, desayunaremos en Plutón, responde.

La decisión de la UAI no fue sencilla. En 1905 Percival Lowell estaba convencido de que había un cuerpo más allá de Neptuno, y dio inicio a la búsqueda del "Planeta X". Este fue fotografiado por primera vez en enero de 1930 por Clyde Tombaugh, demostrando la existencia de un planeta más: Plutón, lo que fue considerado en aquel tiempo uno de los mayores logros de la astronomía. Más recientemente, con el avance de los métodos de observación, fue quedando claro que la estructura del Sistema Solar era algo mucho más complejo que el modelo de los nueve planetas que aprendimos en la escuela.

Más adelante fueron detectados nuevos objetos transneptunianos. Si bien los nuevos hallazgos conducirán a una mejor comprensión de los orígenes del Sistema Solar, resultaba importante establecer de manera precisa lo que se entiende por planeta. En 1999, la UAI se planteó este problema para el caso de Plutón ante la evidencia de un gran número de cuerpos celestes situados a gran distancia que giran alrededor del Sol en una región denominada Cinturón de Kuiper. En aquel momento la UAI decidió no molestar al rey de los infiernos (de acuerdo con la mitología), Plutón, y éste siguió siendo un planeta.

Pero todo acabó el jueves, cuando en una decisión polémica (que por cierto no comparten varios astrónomos de México ni de otros países) se definió a Plutón como "un planeta enano".

No queda más que decir, como nos cuenta Jaime López de su viaje a Plutón: "Y mientras Satán platica con Dios/ me pongo a bailar con mi saxofón".

 
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