Usted está aquí: miércoles 30 de agosto de 2006 Economía México SA

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Carlos Fernández-Vega

Fox tiene 92 días para seguir complaciendo a los barones del dinero

Se le hizo fácil avalar que Telmex entre de lleno al negocio de la televisión por cable

Ampliar la imagen El presidente Vicente Fox se quita su pin del Escudo Nacional para obsequiarlo al niño Gabriel Rosales, a quien invitó ayer a pasar al presidium, durante la entrega de reconocimientos a la calidad en la Semana Nacional de la Industria de Software, en el salón Tolteca del World Trade Center México FOTOMaría Luisa Severiano

Ha sido la norma a lo largo del sexenio, pero como se le extingue el plazo que la Constitución le impone, el supuesto gobierno del "cambio" está desatado en eso de cumplir las exigencias de los barones del dinero que con su financiamiento posibilitaron su llegada a Los Pinos, de tal suerte que a diestra y siniestra firma permisos, otorga o distorsiona concesiones, promueve leyes, lanza decretos, palomea contratos, privilegia caprichos, atiende excesos y demás gracias, en este gobierno "de, para y por los empresarios" (oligárquicos, desde luego). Total, sólo le quedan 92 días para hacerlo.

Bancos chatarra por aquí, exenciones fiscales por allá, aerolíneas por acullá, leyes a la medida por todas partes, jugosos contratos para empresas creadas ex profeso y tantas otras bendiciones de un régimen "distinto" que trabaja a todo vapor, porque -felizmente- ya se va, aunque los barones sin llenadera se quedan, y por ello también financian la campaña de Felipillo -como en su momento las tricolores-, ya no por el "cambio", sino por la "continuidad". Y continuarán saqueando al país.

En este contexto , si palomeó la ley Televisa sin cambiarle una coma, se le ha hecho fácil modificar un título de concesión que claramente impide lo que el gobierno del "cambio" ha autorizado, o lo que es lo mismo, que Teléfonos de México entre de lleno a la televisión por cable, aunque ello implique la muerte de muchos cableros.

El gobierno federal , por medio de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y (paradojas de la vida) la Comisión Federal de Competencia quieren despedirse bien de Carlos Slim, y como regalo le entregan una invaluable modificación al título de concesión originalmente recibido en tiempos de Carlos Salinas de Gortari para el manejo, control y explotación de Teléfonos de México.

Metido de lleno, como en tantas otras cosas, en la construcción de infraestructura petrolera en el sexenio foxista, mediante una empresa que previo a su inicio de operaciones ya contaba con contratos públicos por más de 8 mil millones de pesos, ahora Carlos Slim incrementará su de por sí abundante caudal, porque el gobierno del "cambio" ya cocinó la modificación del citado título de concesión y ahora prestará el servicio de televisión por cable, porque todo se vale en el "cambio" y en la "continuidad", aunque no para todos.

Como publicó La Jornada , la Comisión Federal de Competencia "no tiene ninguna objeción sobre el Acuerdo de Convergencia propuesto por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, ni para que Telmex ofrezca televisión restringida. El presidente de la CFC, Eduardo Pérez Motta, aclaró que no corresponde a este organismo decidir por la modificación del título de concesión de Telmex, sino a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes", y ésta dirá que tiene las "manos limpias" y que sólo sigue instrucciones de la primera.

El subsecretario de Comunicaciones, Jorge Alvarez Hoth, anunció que esta misma semana podría publicarse el Acuerdo de Convergencia, luego que prácticamente quedaron superadas las divergencias entre las empresas operadoras, en tanto la CFC y Cofemer "emitieron opiniones favorables sobre el anteproyecto respectivo". A Telmex no se le aplicará ningún plazo perentorio para ofrecer video, como lo exigían las empresas de televisión por cable; "sólo tendrá que solicitar a la Cofetel una opinión de cumplimiento de interconexión, portabilidad e interoperabilidad en las regiones donde pretenda prestar el servicio de televisión de paga".

Qué maravilla es hacer negocios en el "cambio". En vía de mientras, el título de concesión de Telmex es claro y contundente en su cláusula 1.9 (Distribución de Señales de Televisión): "Telmex no podrá explotar, directa o indirectamente ninguna concesión de servicios de televisión al público en el país" (pero ya puede participar).

Por si las dudas, la cláusula 2.2 (Control Mayoritario de Acciones por Mexicanos) precisa: "las personas físicas o morales concesionarias de estaciones de radio y televisión de cualquier modalidad en la República Mexicana, o que en forma directa participen en la radiodifusión, no podrán ser, directa o indirectamente, accionistas con voz y voto de Telmex; en caso de que se adquieran acciones que contravengan lo estipulado en esta condición, estas acciones quedarán sin efecto ni valor alguno para su tenedor, desde el momento de su adquisición" (pero Emilio Azcárraga Jean es miembro del consejo de administración de Teléfonos de México).

Le quedan 92 días y los barones son insaciables.

Las rebanadas del pastel:

Las manos persiguen a Felipillo: "Tendré mano firme, pero también una mano abierta, una mano extendida para conciliar y llegar a acuerdos". Eso dijo Calderón el lunes, en concordancia con lo siguiente: "No quisiéramos vernos en el caso de tomar medidas que no deseamos, pero que tomaremos si es necesario; lo que sea nuestro deber hacer, lo haremos; hasta donde estemos obligados a llegar, llegaremos... Hay que establecer la paz y la tranquilidad pública. Una mano está tendida; los mexicanos dirán si esa mano se queda tendida en el aire..." (cuarto Informe de Gobierno, Gustavo Díaz Ordaz, primero de septiembre de 1968)

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