Usted está aquí: miércoles 30 de agosto de 2006 Sociedad y Justicia Causa controversia en Inmujere nombramiento de secretaria ejecutiva

Elección de Eugenia Díaz lesiona carácter laico de la administración pública: consejeras

Causa controversia en Inmujere nombramiento de secretaria ejecutiva

Señal de que se pretende dar puestos claves a representantes de la ultraderecha, dicen

ALMA E. MUÑOZ

Patricia Espinosa, presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), consiguió que María Eugenia Díaz de Pfennich, representante del Vaticano, miembro de los consejos pontificios para los Laicos, para la Cultura y para la Justicia y Paz, quede como su segunda en esta instancia federal, creada "para defender los derechos de las mujeres" en el país, en especial para hacer cumplir los acuerdos de Pekín.

Esta determinación provocó la división de la junta de gobierno del instituto, que además ha servido de plataforma para lanzar candidaturas panistas a puestos de elección popular o recibir a mujeres que concluyeron periodos legislativos. Como ejemplo están los casos de María Elena Alvarez, a quien se liga con Provida. Primero fue diputada federal, luego secretaria ejecutiva del Inmujeres y ahora repetirá como legisladora en la Cámara de Diputados.

Teresita de Jesús Aguilar Marmolejo -ex presidenta de la Asociación Nacional Cívica Femenina, identificada con la ultraderecha- era pro secretaria de la anterior junta de gobierno del Inmujeres. Renunció para ser asambleísta del Distrito Federal, cuyo periodo concluye el 15 de septiembre, y ya tiene avalado recuperar su puesto con Espinosa. Esta aprobación ocurrió el viernes pasado, cuando sesionaron los órganos auxiliares del Inmujeres. A la lista de beneficiadas también se suma Esperanza Morelos Borja, quien de directora de Planeación pasará a diputada federal.

Cuestionamientos

En conferencia de prensa, en nombre de ocho consejeras consultivas y sociales, Roxana Cuevas y Candelaria Ochoa cuestionaron la imposición de Díaz de Pfennich, por considerar que su designación contradice el carácter laico que deben tener los nombramientos de funcionarios de la administración pública central y paraestatal, además de resultar riesgoso para los avances que en materia de derechos sexuales y reproductivos ha tenido México.

La página en Internet del instituto plantea que Díaz de Pfennich tiene una "experiencia profesional y apostólica". Cita, entre otros, que fue presidenta general de la Unión Mundial de las Organizaciones Femeninas Católicas, vicepresidenta de la Conferencia de Organizaciones Internacionales Católicas, dirigente nacional de la Juventud Femenina Católica Mexicana durante 10 años y luego delegada nacional de maestras en esta misma agrupación.

Asimismo, fue encargada de la Comisión de Formación de la Acción Católica Mexicana; presidenta, junto con su esposo, de la Acción Católica de Adolescentes y Niños; de la Unión Nacional Femenina Católica Mexicana; vicepresidenta regional de la Unión Mundial de las Organizaciones Femeninas Católicas. De hecho, fue delegada de esta instancia durante la Cuarta Conferencia de la Organización de las Naciones Unidas sobre la Mujer en Pekín, China, en septiembre de 1995, y participó en el Pontificio Consejo para los Laicos para el seguimiento de esta plataforma.

Recibió, además, varios nombramientos personales del papa Juan Pablo II y representó al Vaticano en dos ocasiones ante la Organización de Estados Americanos.

Roxana Cuevas y Candelaria Ochoa consideraron que designar a María Eugenia Díaz es una señal de que el próximo gobierno pretende encumbrar a representantes de la ultraderecha en puestos claves. Al respecto, Patricia Espinosa defendió en declaraciones posteriores que "no hay ninguna pretensión de imponer a nadie, porque la junta de gobierno aprobó por mayoría de votos" el nombramiento, que comienza a operar el primero de septiembre. "Es un asunto votado y aprobado", subrayó.

Recordó que el instituto es una "posición de gobierno emanado de un partido, que es el Partido Acción Nacional, y es muy lamentable que mujeres estén criticando a otras mujeres por su militancia y su credo religioso, eso es un acto en sí mismo excluyente y discriminatorio".

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.