Usted está aquí: jueves 31 de agosto de 2006 Política Calificación de comicios, la fase más complicada para el TEPJF: académico

"Abogadillos de barandilla, quienes descartan la nulidad"

Calificación de comicios, la fase más complicada para el TEPJF: académico

JOSE GALAN

Luego de la fase contenciosa del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) en que se desecharon las impugnaciones del conteo y de irregularidades en las casillas por parte de la coalición Por el Bien de Todos, viene la fase "más complicada y delicada", en términos técnicos, para dicho tribunal: la calificación de los comicios y la revisión de un listado "enorme" de pruebas presentadas por dicha coalición, como el intervencionismo del presidente Vicente Fox y de las cúpulas empresariales.

Así lo afirmó Lorenzo Córdova Vianello, experto en derecho electoral del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, quien reveló que sólo el listado de pruebas -no las pruebas en sí- integra un volumen de más de mil páginas que tendrán que revisar los magistrados.

Consideró que se trata del litigio jurídicamente mejor armado por parte de la coalición que encabeza Andrés Manuel López Obrador, en comparación con los 375 juicios de inconformidad presentados contra el conteo de los votos y el resultado de las casillas.

"Me he enterado que el listado de pruebas que tienen que ver con la demanda de no validez o de invalidación de la elección por parte de la coalición rebasa más de mil páginas. Estamos hablando de una tarea enorme, pero también de una enorme delicadeza", añadió.

En entrevista con La Jornada, criticó a los "abogadillos de barandilla" que rechazan la posibilidad de que la elección sea anulada, aunque, en su opinión, esto no será posible porque no existen las condiciones "gravísimas" que contempla la ley electoral. "Pero de que la elección presidencial se podría anular, existe la posibilidad", consideró.

Señaló que el TEPJF, al emitir las sentencias sobre los juicios de inconformidad, puso fin a la parte contenciosa del litigio, y lo que viene ahora, continuó, es una fase "por lo menos igual de delicada, inclusive más complicada en términos técnicos, y que es, justamente la calificación de la elección".

Tras señalar que la parte mejor armada, en términos jurídicos, de la demanda de la coalición es la que está relacionada con la nulidad de los comicios, "es la mejor argumentada", y sostuvo que en esta parte existen tres etapas: el cómputo final, la declaración de validez de la elección y, si se declara válida, entonces la declaratoria de presidente electo.

"Si nos atenemos al único antecedente, que es de 2000 -pero que en realidad como antecedente sirve muy poco porque estamos viviendo una situación completamente inédita-, es muy probable que en una misma sesión se desahoguen estas tres etapas. No quiere decir que tenga que ser así, pero es muy probable que ocurra", y el punto es que, insistió, "se trata de la parte más delicada, tomando en cuenta la cantidad de probanzas que puso en la mesa la coalición en busca de la declaración de no validez o de nulidad de los comicios del 2 de julio pasado".

Reconoció que ha habido un debate muy intenso, con posiciones contrapuestas, sobre el tema de la nulidad: "hay quienes sostienen que, como la Constitución y el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe) no la contemplan en la elección presidencial, a diferencia de lo que ocurre para diputados y senadores, no es viable", y dijo que "por allí hay algunos abogadillos de barandilla, improvisados en la materia electoral, que sostienen que la nulidad es imposible, y que recomiendan a quienes sostenemos la posibilidad de que sí pueda ser anulada, que leamos la Constitución".

 
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