Usted está aquí: miércoles 6 de septiembre de 2006 Política Calderón llama a la unidad

El panista promete incorporar a su gobierno las propuestas de sus contrincantes

Calderón llama a la unidad

Los mexicanos podemos pensar diferente y no ser enemigos, señala el michoacano

CLAUDIA HERRERA BELTRAN Y ROSA ELVIRA VARGAS

Ampliar la imagen 19:51 horas. Felipe Calderón, en la sede panista Foto: Guillermo Sologuren

En su primer mensaje como presidente electo, Felipe Calderón hizo un llamado al diálogo y a la unidad, prometió incorporar a su gobierno las propuestas de sus contrincantes y anunció que fortalecerá el papel de las fuerzas armadas como garantes de la soberanía nacional.

Mientras su adversario de la coalición Por el Bien de Todos, Andrés Manuel López Obrador, lo desconocía como presidente electo, el panista afirmó ante militantes, y después en un espot televisivo, que el proceso electoral de 2006 ha terminado y por tanto las diferencias políticas y la confrontación de los proyectos han quedado atrás. 'Los mexicanos podemos pensar diferente y no ser enemigos', expresó.

Entre evocaciones a Hidalgo, Morelos y Zapata, el panista retomó las banderas de sus contrincantes del PRD y del PRI, y reiteró que establecerá tres prioridades: combate a la pobreza, seguridad pública y empleo.

Siete horas después de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) lo declarara presidente electo, ofreció un mensaje en el auditorio Manuel Gómez Morín, de la sede nacional panista, y luego tuvo un festejo con la militancia, que apenas duró media hora.

Frente a cientos de políticos del blanquiazul que observaron al panista, a su equipo y a la cúpula del partido tras las vallas, también reconoció la labor del Instituto Federal Electoral y al tribunal, porque han demostrado su eficacia como órganos garantes de la democracia.

Calderón emprendió de inmediato una estrategia de defensa del triunfo. Anoche se difundió el espot que había preparado de antemano, donde declara el fin del proceso electoral; además, hoy se reunirá con el presidente Vicente Fox, el viernes tendrá un festejo en Morelia, su tierra natal, y el domingo próximo la celebración en la Plaza México.

La jornada de Calderón transcurrió ayer entre un contenido festejo en sus oficinas de la calle de San Francisco, un besamanos en el que priístas y ex priístas fueron los primeros en participar, y los legisladores panistas encabezados por su ex adversario, el senador Santiago Creel, llegaron hasta las cinco de la tarde.

A las 11 de la mañana Calderón entró a la casa del equipo de transición acompañado por su esposa, Margarita Zavala. Por televisión vio la sesión del tribunal junto con sus colaboradores más cercanos: Josefina Vázquez Mota, Javier Lozano, Max Cortázar, Eduardo Sojo y Ernesto Cordero.

Poco después de las 12 del día, una vez que el tribunal lo declaró presidente electo, se asomó a la reja en medio de gritos de apoyo de sus colaboradores. Apenas alcanzó a decir: 'Me siento bien', y convocó a la prensa, que era la única reunida en el lugar, a acudir a su acto de festejo por la tarde.

En unos minutos se entregaban botellas de Moet & Chandon y se daban las visitas de ex priístas como Genaro Borrego, Jesús Reyes Heroles y Carlos Ruiz Sacristán. A esa hora el único panista que había acudido era Alfredo Ling Altamirano. Hasta las cinco de la tarde comenzaron a desfilar los legisladores del blanquiazul. Entre ellos se encontraban los senadores Alberto Cárdenas, José González Morfín, Creel y Humberto Aguilar Coronado.

Apresurados, Juan Camilo Mouriño, el coordinador del llamado equipo de transición; Germán Martínez, representante del PAN ante el IFE, y César Nava, acudieron a las oficinas para mostrar a la prensa la copia de la sentencia del tribunal. Nava señaló que con la sentencia es suficiente y no es necesario que Calderón acuda a recibir la constancia de presidente electo.

Luego vino la celebración que se realizó en la sede nacional panista, que prácticamente fue tomada por el Estado Mayor Presidencial con arcos detectores de metales, vallas y estrictas medidas de seguridad.

Como respuesta a las impugnaciones de los perredistas declaró que a pesar de lo intenso de la contienda fue un proceso 'libre, equitativo y democrático, vigilado por la propia ciudadanía'.

Aunque adoptó un lenguaje conciliador, no dejó de recordar a sus seguidores que se ha generado, por desgracia de manera deliberada, un ambiente de tensión, de hostilidad, de incomprensión, pero les pidió que tengan la disposición de tender puentes, de no confrontar ni dividir.

En clara respuesta a López Obrador, advirtió que México no merece la división por causas que pueden ser superadas por la vía de la razón y el entendimiento, de las instituciones y la ley, por la vía de la democracia.

Anunció que iniciará de inmediato un diálogo respetuoso y constructivo con el Congreso de la Unión, con el propósito de integrar la agenda nacional.

Dos meses después de la elección, no dejó de referirse al tabasqueño. En alusión a la convención nacional democrática señaló que en este mes de la patria México está por encima de intereses particulares.

'La patria es la casa común de los mexicanos. La bandera, el escudo, el Himno Nacional, la historia patria nos pertenece a todos los mexicanos sin distingo. Recordemos que ser mexicanos es más importante que pertenecer a un partido político o haber apoyado a un candidato'.

Se comprometió a que en las celebraciones de 2010, durante el bicentenario de la Independencia de México y el centenario de la Revolución Mexicana, el país estará más cerca de los sueños de Hidalgo y de Morelos, de Juárez y de Ocampo, de Madero y de Zapata.

Para reforzar su llamado a la unidad parafraseó a Melchor Ocampo y dijo: 'Hablándonos y no enfrentándonos es como habremos de entendernos. Cerrarle la puerta al diálogo es cerrarle la puerta a México'.

Hizo suya la bandera de López Obrador de combate a la pobreza y llamó al Congreso de la Unión a que trabaje de manera urgente y coordinada para atender a los mexicanos pobres. Fue cuando evocó los sentimientos de la nación, de José María Morelos y Pavón.

Sobre los señalamientos del tabasqueño en torno al Ejército, indicó que las fuerzas armadas tienen como tarea servir a México y así seguirá siendo. 'El pueblo aprecia su lealtad a la Constitución; mi gobierno habrá de fortalecer su papel de ser garante de la soberanía nacional'.

Por su parte, Manuel Espino, dirigente nacional panista, se jactó de que la elección del 2 de julio es un orgullo en el mundo, porque fue la más limpia y transparente de la historia.

Agradeció a los partidos políticos que acataron la resolución del TEPJF y los felicitó, porque junto con el PAN definirán la nueva gobernabilidad de México, e invitó a reconsiderar a quienes 'se resisten' a la legalidad.

Aseguró que el PAN, como partido con la responsabilidad de gobierno, está obligado a la magnanimidad en la victoria y por eso 'está obligado a llegar a acuerdo con los verdes, anaranjados, pero también amarillos'.

Acompañado por miles de simpatizantes que soportaron la lluvia y no dejaron de llamarlo '¡presidente, presidente!', Andrés Manuel López Obrador rechazó anoche el fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), desconoció 'a quien pretende ostentarse como titular del Poder Ejecutivo federal sin tener una representación legítima y democrática', y anticipó el inicio de una 'revolución de conciencia y de mentalidad'.

 
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