Usted está aquí: domingo 10 de septiembre de 2006 Deportes Pumas propina a Cruz Azul su tercera derrota consecutiva

Los universitarios salieron de una racha de tres partidos sin victoria

Pumas propina a Cruz Azul su tercera derrota consecutiva

Scocco fue el héroe de los visitantes

Un peligroso disparo de Chelito pegó en el poste

JOSE GARDUÑO GOMEZ

Ampliar la imagen El puma Leandro Augusto faulea a Julio César Domínguez Foto: Ap

Pumas tenía tres encuentros de no conocer la victoria, pero para su fortuna encontró ayer al Cruz Azul en el añejo estadio de la colonia Nochebuena y lo derrotó 1-0, infligiéndole, de paso, la que vino a ser la tercera derrota consecutiva de la escuadra cementera, que quién sabe a qué quiere jugar o adónde quiere llevarla su técnico Isaac Mizrahi.

De paso, con su victoria, el equipo del Pedregal dejó el último lugar de la tabla porcentual por el no descenso, al llegar a 1.1467 por 1.1429 del Querétaro, además de que llegó a 11 unidades y ahora trepó al segundo lugar del grupo dos, en tanto que Cruz Azul, de encabezar el sector uno, cayó al tercer sitio.

Pumas no ganaba a Cruz Azul desde el torneo de Verano 1997, y ayer se quitó de encima esa marca. El único gol lo anotó al minuto 68 el argentino Ignacio Scocco, al rematar con la cabeza un centro de zurda, enviado desde el lado derecho por Fernando Espinosa, que hizo inútil la estirada del arquero Oscar Pérez.

Ya para entonces Cruz Azul jugaba con 10 hombres porque al minuto 58 fue expulsado Joel Huiqui por doble amarilla, y el central Rogelio Chávez, quien entró por el sacrificado Miguel Sabah, fue superado en el salto por Scocco, y el Conejo Pérez, que pudo salir a cortar el servicio, se quedó clavado casi debajo de su arco.

Habrá muchas disculpas, pero Cruz Azul parece que ya olvidó cómo se gana un partido.

El encuentro arrancó con emociones para los seguidores de Cruz Azul, pues en los primeros 10 minutos, desde la banda derecha, César Chelito Delgado puso hasta cuatro balones a modo para que sus compañeros Sabah y Núñez, cuando menos convirtieran uno de los servicios.

Fue precisamente en el minuto final del encuentro cuando el propio Chelito estuvo a punto de conseguir el empate. Israel López arrebató el balón a los universitarios, sirvió para el argentino, éste caracoleó y luego disparó desde fuera del área hacia el ángulo superior izquierdo, pero su disparo pegó en el poste, y el balón fue tomado por el portero Bernal en el rebote.

Una ruidosa porra, la Orgullo azul y oro, instalada en la cabecera sur del estadio, nunca cesó de animar a Pumas, aunque eso sí, sus integrantes se la pasaron también quemando objetos y demás cosas haciendo a ratos una tremenda humareda.

Más de 3 mil 500 efectivos de la policía capitalina fueron asignados para mantener el orden.

 
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