Usted está aquí: lunes 11 de septiembre de 2006 Cultura Electra, de Yourcenar, propone que la venganza tiene cara humana

La obra comienza temporada en el Julio Castillo

Electra, de Yourcenar, propone que la venganza tiene cara humana

CARLOS PAUL

Ampliar la imagen Nailea Norvind y Fabián Storniolo durante la obra Electra o la caída de las máscaras Foto: Roberto Blenda

La versión para teatro de la tragedia griega Electra, de Sófocles, escrita por Marguerite Yourcenar, propone que la justicia o la venganza no proviene de los dioses o poderes divinos, como una manera de regir el destino de los hombres, sino que la responsabilidad de esos hechos o crímenes tiene rostro humano.

Por ello el texto dramático de Yourcenar tiene como titulo Electra o la caída de las máscaras, apuntó Salvador Garcini, director de la puesta en escena, que luego de haberse presentado en el Centro Cultural Universitario, continuará su temporada en el teatro Julio Castillo, a partir de este viernes 8 de septiembre.

De la historia que Sófocles concibió hace mil 500 años, Yourcenar "se quedó con los instintos que movieron a Electra y a su hermano Orestes a buscar venganza por el asesinato de su padre, Agamenón, además de los sentimientos divergentes de ambos por Clitemnestra, la madre adúltera".

Varios han sido los creadores del siglo XX que se han alimentado de la tragedia griega, aplicando a sus textos otros móviles de las situaciones y personajes de lo que es el tema original. Ejemplo de ello son las obras A Electra le sienta bien el luto, de Eugene O'Neill, y Las moscas, de Jean Paul Sartre. La obra de Yourcenar se inscribe dentro de esa búsqueda, comentó Ignacio Escárcega, titular de la Coordinación Nacional de Teatro.

Para la actriz Nailea Norvind, quien encarna a Electra en este montaje, "aunque se le pueda ver a Electra como una villana que desea matar a su madre y a su amante, en realidad inicia como una víctima, pues en su infancia es testigo del asesinato de su padre, quien además no le da el suficiente amor por estar siempre en la batalla y conquista de nuevos territorios".

Aquí, Electra "es un ser frágil carente de cariño, que no comprende el amor, que a lo largo de su vida, como joven adulta, va construyéndose una máscara, la cual le permite justificar su venganza, llamándole justicia".

Lo más interesante del texto de Yourcenar, consideró Garcini, "es la crítica que hace a la estructura dramática de la tragedia griega, en la que la justicia está implicada con los dioses. La puesta en escena propone un total desenmascaramiento de los antiguos preceptos en los que los poderes divinos regían el destino de los hombres. Aquí caen las máscaras una a una, revelando el verdadero rostro de las pasiones, presentando el espejo de la venganza disfrazada de justicia".

En Electra o la caída de las máscaras, "la autora nos incita a conocer mejor nuestras flaquezas y oscuridades luminosas, derrumbando esas máscaras que ocultan a la mentira, la traición, el odio y la venganza. Los personajes, en la búsqueda de su verdadero rostro descubren con horror quiénes son en realidad y lo que significan para el otro, descubrimiento que justifica y hace palidecer el crimen original".

Con las actuaciones de Nailea Norvind, Luz María Jerez (en sustitución de Margarita Sáenz), Odiseo Bichir (en sustitución de Rafael Sánchez Navarro), Rodrigo Vázquez, Esteban Soberanes, Fabián Storniolo, Alberto Cid, Tania Cabagne, Jennifer Moreno, Copatzin Borbón y Rubén Elizalde, escenografía de Philippe Amand, iluminación de Víctor Zapatero, vestuario de Eloise Kazan, Electra o la caída de las máscaras se presenta desde el 8 de septiembre en el teatro Julio Castillo, Paseo de la Reforma y Campo Marte.

 
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