Usted está aquí: jueves 14 de septiembre de 2006 Política A hurtadillas, Felipe Calderón toma la estafeta foxista en el Altar a la Patria

Hace nuevo llamado a la unidad y pide superar diferencias para enfrentar retos

A hurtadillas, Felipe Calderón toma la estafeta foxista en el Altar a la Patria

CLAUDIA HERRERA BELTRAN

Ampliar la imagen Felipe Calderón rindió homenaje ayer a los Niños Héroes. Aprovechó la ocasión para plantear de nuevo que los verdaderos enemigos de México son la pobreza y la desigualdad Foto: Ap

Ampliar la imagen Elementos del Estado Mayor Presidencial y de la Policía Federal Preventiva aplicaron un severo dispositivo de seguridad en los accesos al bosque de Chapultepec Foto: Yazmín Ortega Cortés

Con la misma infraestructura que utilizó minutos antes el presidente Vicente Fox, Felipe Calderón Hinojosa, mandatario electo, rindió homenaje a los Niños Héroes y aprovechó para llamar de nuevo a la unidad.

Fox dejó montado el escenario para que su sucesor hiciera la guardia de honor y pronunciara un discurso. El panista llegó arropado por batallones militares y caminó por una alfombra roja, mientras sus invitados, diputados locales y empleados de sus oficinas, fueron colocados en las mismas gradas del acto anterior.

En la época reciente es la primera vez que un presidente electo goza de este privilegio, ya que ni entre priístas ocurría. En 2000 Fox no participó en una ceremonia así, y en 1994 Ernesto Zedillo tampoco.

Como parte de la estrategia de Calderón para evitar las protestas de los perredistas, su asistencia al acto se mantuvo en secreto hasta el último momento.

Un día antes se informó que la agenda era privada y sólo hasta las nueve de la mañana se avisó a los reporteros que debían abordar un transporte en las oficinas de Calderón para asistir al homenaje.

Calderón llegó al Altar a la Patria a las 10:30 horas, es decir 45 minutos después de que Fox encabezó el acto conmemorativo en el que hubo una movilización de seguidores de Andrés Manuel López Obrador.

En las labores de seguridad participaron algunos elementos del Estado Mayor Presidencial que custodiaron la primera ceremonia. Además se utilizó el mismo equipo de sonido, las vallas y el templete, aunque este último fue usado por la prensa. Hasta los niños de la secundaria número 75, que presenciaron el acto de Fox, tuvieron que permanecer para acompañar al michoacano.

Por la alfombra roja caminaron sonrientes, al lado de Calderón, sus colaboradores Juan Camilo Mouriño, coordinador del equipo de transición; Josefina Vázquez Mota, responsable de enlace político; César Nava, su secretario particular, y los otros integrantes del citado equipo: Eduardo Sojo, Juan Molinar Horcasitas, Javier Lozano, Maximiliano Cortázar y Aitza Aguilar.

Al mismo tiempo hicieron guardia los batallones de la policía militar, de fuerzas especiales, de fusileros, de paracaidistas y la banda de guerra.

Luego de colocar una corona en el monumento a los Niños Héroes, el michoacano pronunció un breve discurso desde un atril que tenía su nombre con la leyenda "Presidente de México 2006-2012".

En su mensaje señaló que amar a México es responder a la necesaria unidad que debe haber entre los mexicanos, e insistió en que los enemigos son la miseria y los problemas del país.

Sin mencionar el nombre de Estados Unidos, recordó que en 1847 las fuerzas invasoras llegaron al corazón del país aprovechando, en ese entonces, las divisiones entre los mexicanos, diferencias ideológicas, de intereses, distinta forma de pensar.

En alusión a la época actual, señaló que a ese llamado a defender a la patria y su libertad están convocados todos los mexicanos y desde luego los cadetes de hoy y de siempre, y los miembros de las heroicas fuerzas armadas de México.

Aprovechando esta fecha cívica, volvió a hacer varios llamados a la unidad. "Creo firmemente que amar a México es responder a la necesaria unidad que debe haber entre los mexicanos. Como en aquel año de 1847 es necesaria la acción decidida y solidaria de todos los hijos de la República para vencer los nuevos retos que enfrenta la nación", expresó.

Advirtió que hoy los enemigos son otros, nuevos y poderosos: la miseria en la que viven millones de mexicanos; la desigualdad, el desempleo y, sobre todo, la inseguridad y la amenaza de la delincuencia organizada.

Antes de retirarse saludó a la bandera. Los 20 minutos que duró el homenaje se impidió el acceso a esa parte del bosque de Chapultepec. Sólo cuando Calderón y su comitiva abandonaron el lugar pudieron entrar los paseantes.

 
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