Usted está aquí: viernes 15 de septiembre de 2006 Política Encinas dará el Grito junto a Rosario Ibarra

"El traidor a la democracia no estará aquí": AMLO

Encinas dará el Grito junto a Rosario Ibarra

Entregan diplomas a los fundadores de la convención

ENRIQUE MENDEZ Y ANDREA BECERRIL

Ampliar la imagen Andrés Manuel López Obrador, durante la asamblea informativa de ayer en la Plaza de la Constitución Foto: Carlos Ramos Mamahua

Esta noche, en el Zócalo, habrá una sola celebración por el 196 aniversario de la Independencia de México. La tradicional ceremonia del Grito estará a cargo del jefe de Gobierno del Distrito Federal, Alejandro Encinas Rodríguez, a quien acompañará en el balcón del antiguo Palacio del Ayuntamiento la senadora Rosario Ibarra de Piedra, según acordó la asamblea permanente del movimiento de resistencia civil a propuesta expresa de Andrés Manuel López Obrador.

Esta decisión se tomó una vez que fue confirmado que el presidente Vicente Fox "dejaba la plaza" y dará el Grito oficial en Dolores Hidalgo, Guanajuato. "Estamos muy contentos, porque el traidor a la democracia no estará aquí. ¡Que se vaya con su hipocresía a otra parte! ¡No lo queremos aquí!", exclamó López Obrador mientras se extendía un festejo colectivo por toda la plancha de concreto: "¡Yuuuuju! ¡Sí se pudo, sí se pudo!"

Propuso que el Grito de Independencia lo dé Encinas, quien recibió el aval de las miles de personas que llenaron desde ayer, en plena fiesta, el Zócalo capitalino.

Además, esa cortesía política a Encinas fue en reconocimiento a que el gobernante capitalino no se dejó presionar por "los derechistas y fascistas" que le exigían usar la fuerza pública para desalojar y reprimir a quienes ayer prácticamente concluyeron el plantón que por 47 días mantuvieron en la Plaza de la Constitución, Madero, Juárez y Paseo de la Reforma.

Encinas, compañero entrañable

La de anoche fue una de las asambleas más emotivas, no sólo porque fue la última antes de levantar el plantón, sino porque López Obrador rindió homenaje a Encinas, a quien se refirió como "un compañero entrañable, que supo estar a la altura de las circunstancias".

El jefe de Gobierno del Distrito Federal se reunió durante más de 40 minutos con López Obrador en la tienda de campaña de éste. Después, ambos subieron juntos al templete, aunque Encinas ocupó una discreta posición en tercera fila, entre los dirigentes y legisladores de la ex coalición Por el Bien de Todos, transformada desde ayer en Frente Amplio Progresista.

Fue hasta que el ex candidato presidencial pidió un reconocimiento para Encinas cuando éste pasó al frente. Ambos se fundieron en un abrazo, mientras la multitud aplaudía y ovacionaba al jefe de Gobierno durante más de un minuto.

"Alejandro se ha portado con rectitud, cumpliendo con su deber, porque es un buen gobernante. No es aquel que, a las primeras de cambio, nada más porque se lo demandaron y exigieron los derechistas, los fascistas, utilizó la fuerza bruta, la fuerza pública para desalojar como tantas veces le pidieron que hiciera con nosotros", dijo López Obrador.

Encinas sonreía cohibido ante las porras y el discurso del tabasqueño, quien no paró en destacar la figura política de su compañero de partido.

"El supo estar a la altura y conoce la historia de nuestro país, la que no saben nuestros adversarios de la derecha. Encinas sabe muy bien que esta ciudad ha sido escenario de movimientos sociales y políticos y que los grandes errores que se han cometido han sido en el sentido de apostar a la represión. ¡Nunca más el uso de la fuerza para reprimir al pueblo de la ciudad y al pueblo de México!", exclamó.

Con similar tono afectuoso le concedió todo el mérito de evitar la confrontación y la violencia. "Eso se tiene que reconocer. Por eso nos da mucho gusto que esté aquí Alejandro Encinas".

Después le planteó "dos peticiones respetuosas": que reciba la campana donada al movimiento por Nabor Girez para que se instale en la torre del antiguo edificio del Ayuntamiento, y que el gobernante la haga tañer en nombre de la resistencia civil.

"Le vamos a donar esta campana de la libertad y también de la dignidad de muchos de nosotros, de millones de mexicanos", dijo mientras señalaba hacia el pie del templete donde anoche descansaba la pieza monumental de una tonelada de peso.

La segunda petición, hecha esta vez en nombre de todos los integrantes del movimiento, fue que invitara, para que lo acompañe y represente al movimiento, a "una mujer extraordinaria, una gran luchadora social intachable, Rosario Ibarra de Piedra".

Aclaró que todos estarán en el Zócalo para conmemorar el inicio de la lucha de Independencia. "Nosotros vamos a estar aquí, vamos a gritar con Alejandro".

No se hizo mención a que esta noche también estará con Encinas el secretario de Gobernación, Carlos Abascal Carranza, en representación del gobierno federal. El jefe de Gobierno lo confirmó desde su camioneta, al abandonar el campamento.

Retahíla de críticas

López Obrador agradeció a todas las personas que participaron en el plantón, que ayer cumplió 47 días, y se refirió al ambiente de nostalgia que se percibía en el ánimo ciudadano. "Muchos de ustedes, que han permanecido aquí, seguramente van a extrañar estos momentos tan importantes de convivencia humana, de fraternidad, de verdadera amistad, de compañerismo. Pero, a pesar de la nostalgia, les digo que han sido muchas las enseñanzas que todos hemos recibido. Porque ha sido un proceso de enseñanza-aprendizaje, con mensajes, con conocimientos de ida y vuelta", dijo.

Aludió a las críticas y cuestionamientos de que fueron objeto por la decisión de tomar el Zócalo y bloquear Madero, Juárez y Paseo de la Reforma, e inclusive horas después de que se hizo pública la carta que Cuauhtémoc Cárdenas envió a Elena Poniatowska, en la que considera que el PRD saldrá lesionado por este movimiento, López Obrador afirmó que la resistencia fue una decisión acertada.

De no tomar esa decisión habrían ignorado el rechazo al fraude. "Si aun estando en el centro político, económico y social del país hay la pretensión de aislarnos, y quisieron ponernos un cerco informativo, imaginen si no tomamos esa decisión; no existiríamos. Sólo prevalecería la República de la fantasía, la República de la televisión y no se habría ventilado el robo que nos han hecho de la Presidencia de la República".

Y fue más allá: "nuestros adversarios, y también los que apoyan nuestro movimiento pero tienen una forma de pensar distinta, que respetamos, plantearon que no era esto lo más adecuado, lo más correcto. Desataron una retahíla de críticas en contra nuestra y quisieron desacreditar a nuestro movimiento".

Sin embargo, aseguró que tiene el balance de lo que opina la gente sobre lo ocurrido en los 47 días recientes y puede afirmar que "ya se entendió y está de acuerdo con lo que estamos haciendo".

El público, que lo siguió en la etapa de la resistencia civil, a punto de transitar a otra fase, hizo ruido con sartenes, cornetas, matracas y con las manos para expresar su respaldo y repetir la emblemática frase: "¡es un honor estar con Obrador!"

Al inicio de la asamblea, después de que Jesusa Rodríguez festejó que Fox "se fue a la chingada", se entregaron diplomas a los fundadores de la convención nacional democrática, es decir, a aquellos que permanecieron en el plantón desde su inicio, el 30 de julio.

El ambiente festivo, anticipado a la celebración patria de hoy, se manifestó incluso en la jocosidad con que mujeres de todas edades asumieron los abrazos y besos que López Obrador recibió de las convencionistas a quienes entregó su diploma. "¡Ni un beso más, ni un beso más!"

El tabasqueño sonreía. Citó para la última asamblea de hoy a las 11 de la mañana y para el festival artístico-cultural con el cual arrancarán los festejos de Independencia, y concluyó su discurso con arengas anticipadas: "¡Viva la convención! ¡Viva México, Viva México, Viva México!"

 
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