Propone capitalizar al sector con recursos de las Afore
Terminar con la política que privilegia la importación de energéticos, pide Canacintra
Bajo la tesis de que es primordial la observancia de la constitución política y de que en materia de energéticos "se tiene claro que la nación tiene el dominio imprescriptible de los recursos naturales, entre los que sobresale el petróleo", la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) elaboró un decálogo de recomendaciones sobre el tema para "los nuevos dirigentes electos y muy especialmente a quien toca la máxima magistratura en el periodo 2006-2012", pero también para sus asociados y a la opinión pública en general.
Sostiene que, a diferencia del acelerado crecimiento que registró el sector hasta la década de los 80, con una alianza Estado-iniciativa privada que permitió la expansión y fortalecimiento de empresas mexicanas, "la apertura comercial indiscriminada y la globalización mal implementada han ocasionado una desintegración de las empresas productivas y han colocado al sector industrial en un proceso de deterioro en el que se privilegia la importación".
El decálogo, que se dará a conocer en unos días, incluye medidas que van desde la propuesta de capitalizar a las empresas energéticas del Estado con recursos de las Afore y la insistencia en que el petróleo debe ser procesado en el país con la construcción de nuevas refinerías y plantas petroquímicas, hasta planteamientos para diversificar las fuentes energéticas, la revisión de la política de precios de los energéticos, el fomento al ahorro de energía y el apoyo a los institutos de investigación. El objetivo es que "se arribe a una política energética integral" que permita garantizar el futuro de tan importante sector en la economía nacional, y que incluya definiciones sobre "la seguridad energética".
Como primer punto, Canacintra puntualiza que la política de Estado en materia energética que se elabore y consense debe precisar los lineamientos prioritarios para la inversión pública y privada, pero a partir de los objetivos nacionales en la materia.
Las decisiones deben estar encaminadas al consumo interno, porque todos los problemas del sector energético recaen justamente en los consumidores, y aunque se debe buscar la forma más económica para satisfacer la demanda de energía, tiene que ser "buscando la soberanía energética".
Lo anterior implica satisfacer la demanda con recursos propios, dejar de utilizar al sector energético como "instrumento fiscalizador de la política socio económica" y permitir que Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) tengan autonomía de gestión para que puedan operar como empresas rentables, entre otras medidas.
Canacintra considera que además de reformas fiscales en su beneficio, ambos organismos deben reestructurarse y capitalizarse tanto con la reinversión de sus utilidades como con "la bursatilización e inversión del dinero de las Afores, sin cambios a la Constitución y combatiendo la corrupción a todos los niveles".
Insiste también en que se defina una adecuada política de exploración y explotación de petróleo y gas natural que permita la reposición de las reservas y defina su verdadero potencial para adjudicar recursos de inversión.
El decálogo, así como un listado de lineamientos de política energética, constituyen las conclusiones de los cuatro foros sobre gas natural, refinación, electricidad y petroquímica que Canacintra llevó a cabo a lo largo de un año con funcionarios, investigadores y empresarios del sector para analizar los cambios que se han registrado durante el presente sexenio, como la generación de energía eléctrica a particulares y los contratos de servicios múltiples de la industria petrolera.