Usted está aquí: viernes 22 de septiembre de 2006 Cultura En escena, ''el hombre más amado sobre la Tierra''

Versión mexicana del personaje Casanova

En escena, ''el hombre más amado sobre la Tierra''

Mañana se estrena en el teatro Casa de la Paz

Claudio Obregón encabeza el elenco que dirige David Olguín

ANA MONICA RODRIGUEZ

Ampliar la imagen En la imagen superior, el primer actor Claudio Obregón (Casanova) y la actriz Gisela García Trigos (Anna Dorothea); sobre estas líneas, Rodrigo Espinosa (Karl Wiederholt) y Laura Almela (Carolina), durante el ensayo de la obra escrita y dirigida por David Olguín, que se estrena mañana en el teatro Casa de La Paz, de la Universidad Autónoma Metropolitana Foto: Yazmín Ortega Cortés

Ampliar la imagen En la imagen superior, el primer actor Claudio Obregón (Casanova) y la actriz Gisela García Trigos (Anna Dorothea); sobre estas líneas, Rodrigo Espinosa (Karl Wiederholt) y Laura Almela (Carolina), durante el ensayo de la obra escrita y dirigida por David Olguín, que se estrena mañana en el teatro Casa de La Paz, de la Universidad Autónoma Metropolitana Foto: Yazmín Ortega Cortés

La mirada penetrante del viejo Giacomo Girolamo Casanova recorre con regocijo y admiración la desnudez de una joven de nombre Anna Dorothea Kleer en una de las habitaciones del castillo de los Dux.

Las recomendaciones del veterano amante y legendario cazador de placeres sobre aspectos de sexualidad y relaciones amorosas embelesan a la chica que está próxima a su primer contacto íntimo.

Tal escena marca el comienzo de la obra de teatro Casanova o la humillación, escrita y dirigida por David Olguín, que rescata de la historia del personaje que ''fue el hombre más amado sobre la Tierra" en el ocaso social y económico de su vida (1725-1798).

El primer actor Claudio Obregón encarna al célebre personaje en sus últimos años, durante los cuales se dedica a escribir sus memorias que tituló Historias de mi vida, y para ello se refugia en sus recuerdos durante más de 13 horas diarias para dejar plasmado antes de su inminente muerte el testimonio de sus lúdicas andanzas. A la posteridad, Casanova legó esa obra de ocho tomos, 99 capítulos y cerca de 2 mil páginas.

Vejado, humillado, olvidado y sin dinero es el destino de la vejez de Casanova -que durante casi dos horas se apodera del escenario del teatro Casa de la Paz-, el personaje se encuentra sometido sicológicamente por el despiadado Georg Feldkirchner y sus compinches Karl Wiederholt y Carolina Schwartz, personajes que encarnan Juan Carlos Rodríguez, Rodrigo Espinosa y Laura Almela, respectivamente.

La purificación de Giacomo incluye una serie de indignantes tratos. En el castillo de los Dux, Casanova cayó preso en una decrépita jaula de oro, donde es humillado por otros prisioneros, mediocres verdugos que se divierten a su costa suplantando papeles que no les corresponden, además. son actores frustrados.

La vejación constante incluye además una serie de escupitajos que Carolina arroja a su plato de comida, las amenazas con fuete de Feldkirchner y a los gritos con los que el ignorante Wiederholt sugiere dar muerte a Casanova.

El único remanso de paz para el decadente Giacomo Girolamo es la misma Anna Dorothea (Gisela García Trigos), quien en cuanto puede lo ayuda y anima, aunque también sucumbe por su propia voluntad a encuentros físicos con el célebre aventurero y seductor.

El amplio bagaje cultural del veneciano es el escudo invisible que permite defenderse de las personas con las que convive. Los siete idiomas que Casanova domina le permiten hablar sin que los demás hombres entiendan, sólo las mujeres lo hacen y traducen a los otros personajes que únicamente hablan en alemán, lengua que Giacomo nunca logró articular.

Entonces la incomunicación se traduce en más agresión, humillación y ofensas.

El veneciano, cómplice de las mujeres

Con mínimos recursos escenográficos: un baúl, una mesa, un candelabro, una pluma, un libro y un cofrecito, además de la iluminación y las voces y coros que se escuchan entre cada escena, permiten recrear la época del personaje.

Se lee en el programa de mano: ''Así, el Casanova que ahora vemos acosado por los fantasmas de su nostalgia, ha de pasar en la última estancia de su tránsito mortal por el fuego negro de la humillación absoluta: el desprecio de quienes lo rodean, despreciables siervos sin ninguna grandeza que se vengan de su propia pequeñez mezquina en el empequeñecimiento físico del Gran Casanova que persiste a pesar de su decadencia económica y social".

Previo al ensayo que realizó la compañía la noche del miércoles en ese recinto de la Universidad Autónoma Metropolitana, los integrantes del elenco hablaron sobre la reinvindicación de la mujer que hizo Casanova hace más 300 años y ''la capacidad de amarse y entregarse" no sólo en lo amoroso, sino en todos los ámbitos de su vida.

Casanova, dijo Claudio Obregón, ''no sólo fue un seductor y un perseguidor de mujeres, fue espía del gobierno francés y fundador de la lotería en ese país''.

El actor subrayó la contraposición entre Don Juan y Casanova. ''El primero destruye y humilla a las mujeres, mientras el veneciano es cómplice de ellas, su amigo y las adora, adorándose".

Casanova y la humillación se estrena mañana a las 20 horas en el teatro Casa de la Paz, ubicado en Cozumel 33, colonia Roma (cerca de la estación Sevilla del Metro). Concluirá temporada el 17 diciembre y posteriormente podría escenificarse en el Palacio de Bellas Artes.

Funciones: viernes 20 horas, sábados 19 horas y domingo 18 horas.

 
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