Usted está aquí: viernes 22 de septiembre de 2006 Opinión La convención

Luis Javier Garrido

La convención

El momento de definiciones ha llegado al país tras la reunión de la convención nacional democrática que declaró legítimo presidente de México a Andrés Manuel López Obrador y acordó una intensificación de las acciones de resistencia civil decididas por el movimiento en defensa de la democracia al que él convocara.

1. La convención nacional democrática que se reunió en la Plaza de la Constitución de la ciudad de México el sábado 16 de septiembre a iniciativa de López Obrador, con el respaldo de un millón 25 mil 724 delegados decididos a oponerse, por todos los medios pacíficos a su alcance, al fraude electoral en las elecciones presidenciales y a la imposición de Felipe Calderón como presidente espurio, es un acontecimiento único en la historia cívica de América Latina.

2. Vicente Fox, que creía, con un profundo desprecio por los mexicanos, que podría impunemente imponer a su sucesor con un burdo fraude, lo único que logró a fin de cuentas es echar por la borda los limitados avances democráticos que se habían alcanzado en el país y ganarse a pulso un papel histórico como delincuente electoral y traidor a México y a la democracia.

3. El escenario de conflicto social al que llevaron al país Salinas y Fox y todos aquellos cómplices suyos, incluyendo los jerarcas y locutores de Televisa y Tv Azteca, con la imposición del modelo neoliberal y el saqueo sin límites de la nación, y que se empeñaron en impedir a toda costa la llegada de López Obrador a Palacio Nacional, se está traduciendo no nada más en una gravísima crisis política sino en un obstáculo mayor para sus propios intereses. El acuerdo fundamental de la convención de rechazar la usurpación y la República simulada y reconocer como legítimo presidente de México a Andrés Manuel López Obrador, quien ganó las elecciones del 2 de julio, abre un escenario inédito en México y crea las condiciones para una transformación radical de las instituciones.

4. En otros momentos de la historia mexicana hubo ya dos presidentes coexistiendo en el territorio nacional, el conservador Miguel Miramón y el liberal Benito Juárez durante la Guerra de Reforma o de Tres Años (1858-1861), o Venustiano Carranza y los presidentes surgidos de la Convención de Aguascalientes (1914-1916), y en algún momento hubo en el siglo XIX hasta tres presidentes, pero en estos inicios del siglo XXI, y ante el desastre económico, la crisis política actual evidencia el fracaso absoluto del grupo panista y priísta en el poder y de su México imaginario.

5. La crisis política originada por el fracaso de los programas económicos del gobierno se ha agravado tras el fraude por la existencia de dos presidentes de la República -uno legítimo y otro sostenido por la oligarquía-, por la subsistencia de un sistema político cuyas instituciones se hallan en plena descomposición, por el desplome de la tesis de que México era ya una "democracia" y tenía un régimen de derecho, por el descrédito absoluto del poder y de los medios de comunicación masivos, y en especial de la televisión, ante la convicción generalizada de que miente de manera sistemática, por la polarización social consecuencia del desastre económico y por una movilización social sin precedentes, que está repudiando y repudiará a un gobierno espurio en todos sus actos.

6. En la hipótesis de que pudiera instalarse un supuesto gobierno "de Calderón", éste sería, desde cualquier punto de vista que se le mire, un gobierno inviable. En término de los intereses nacionales, lo sería por la inviabilidad del proyecto ultraderechista y antinacional que pretende imponer y por la ineptitud de Calderón y del grupo de extremistas de derecha que lo rodea, pues ya se están viendo las contradicciones de intereses de las mafias y grupos que instrumentaron el fraude, y que se están disputando el botín que para ellos representa el gobierno, un seudogobierno que lo único que lograría sería hacer crecer la inconformidad social. Pero lo sería también incluso en función de los oscuros intereses privados y de grupo, tanto nacionales como extranjeros, para los que fue impuesto, puesto que por vez primera en la historia reciente de México habría una verdadera oposición.

7. La oposición representada por los partidos y las organizaciones sociales había estado hasta ahora limitada por las políticas de manipulación del gobierno, que había logrado subordinar a los primeros a una política de componendas y prebendas y aislar a las segundas, y el surgimiento de un gobierno de la convención cambia las cosas. Aparece en el escenario político nacional una instancia que va a intentar hacer inviables las políticas tradicionales que han caracterizado a los últimos cuatro gobiernos, los que a cambio de entregar ilegalmente a grupos privados los recursos naturales estratégicos y cancelar los derechos sociales del pueblo, y en especial los de la clase trabajadora, habían gozado de una permisibilidad absoluta para ejercer el poder y desarrollar todo tipo de prácticas de corrupción.

8. El objetivo central de la imposición de Calderón era que los grupos que se han apoderado del aparato estatal para beneficio propio, de sus aliados y de los intereses que representan, pudieran tener, con un gobernante dócil como él, la vía libre para seguir violentando la Constitución, imponiendo los programas y medidas neoliberales exigidos por las trasnacionales y por Washington, estableciendo un control casi absoluto sobre las áreas estratégicas del país, desmantelando la nación y cancelando una serie de derechos sociales fundamentales, y el surgimiento de la convención como una instancia que a la vez que va a gobernar a través de un presidente legítimo y a luchar por una renovación de las instituciones, oponiéndose a ultranza a todas esas acciones, situaría a Calderón en una situación difícil en extremo, de insistir en asumir la Presidencia espuria.

9. El gobierno ilegítimo de Calderón tendría además, como se sabe, como objetivo primordial la realización de grandes negocios por parte de parientes, amigos y cómplices: los seudoempresarios o traficantes de influencias, tanto nacionales como extranjeros, que le financiaron la campaña, desde Diego Hildebrando Zavala hasta los panistas marginados por Fox y todo tipo de empresarios estadunidenses, que han desarrollado la teoría de la sinergia entre gobierno y "empresarios". Y esto sería imposible con el marcaje personal que le haría la nueva oposición a estos pillos del calderonismo, que ven el gobierno no como una instancia para servir sino como un botín.

10. El escenario social y político actual es inédito y requería por lo mismo de una respuesta también inédita que la convención está empezando a darle. Al proponerse como objetivo inmediato impedir que Calderón, el espurio, llegue a la silla presidencial, las primeras movilizaciones de la misma están sentando las bases para un México que sea realmente republicano y democrático.

 
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