Usted está aquí: sábado 23 de septiembre de 2006 Opinión ¡La OCDE no "quiere" al Sntssa!

Gustavo Leal F. *

¡La OCDE no "quiere" al Sntssa!

Sólo durante 2006, el fraudulento "Seguro Popular" del foxismo recibió un presupuesto de 17 mil millones de pesos. ¿Ganaron algo con ello los más de 90 mil trabajadores que prestan directamente los servicios y que reúne el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud?

El pasado 27 de noviembre Julio Frenk, primer secretario macroeconomista de Salud, visitó el salón Federalismo del deportivo del Sntssa para clausurar el 33 Consejo Nacional Ordinario de Dirigentes. Ahí argumentó que gracias al "compromiso laboral" del sindicato con sus agremiados se "permitió la reforma histórica" que instauró ese segurito y que, por esa "colaboración", se construyeron los "consensos necesarios para mejorar las condiciones laborales de los trabajadores de la Ssa y los servicios estatales de salud".

¿En qué consisten esas mejoras? En el recuento del "médico" macroeconomista, que cubre 5 años, aparecen: el establecimiento -a partir de 2003- de un tabulador único para la Ssa y sus unidades coordinadas en beneficio de 50 mil trabajadores, lo que significó "una mejora promedio" de 26 por ciento en sus percepciones; la renivelación del personal administrativo -a partir de 2001- que "benefició" a 46 mil agremiados. Ese año, también se recodificó a 12 mil trabajadores. Según Frenk, desde octubre de 2005 y en reconocimiento a su labor, 5 mil 800 enfermeras mejoraron sus niveles salariales desde 17 hasta 40 por ciento.

Los "logros", pontificó, fueron posibles por el trabajo del secretario general y diputado (ALDF) priísta Marco Antonio García Ayala. Todo lo cual, agregó, "consensuó" las condiciones generales de trabajo 2006-2009 que "son el resultado de una revisión integral de cada una de sus secciones, capítulos y artículos que las conforman". Por ellas, ahora, ya "no será impedimento para ingresar a laborar a la Ssa a las mujeres en estado de gravidez" y en materia de capacitación, los trabajadores que asistan a actos no se verán afectados en ninguno de sus estímulos por asistencia, productividad y permanencia. El fondo de becas recibirá un incremento de 100 por ciento anual -de 20 a 40 millones de pesos- y se destinarán 8 millones de pesos adicionales para instituir becas por excelencia a los mejores promedios de los hijos de los trabajadores.

Además, aquellos que laboran en áreas infecto-contagiosas contarán con "la posibilidad" de ser considerados para obtener una compensación de bajo riesgo. El seguro de responsabilidad profesional -vigente desde noviembre de 2003- amplía su colectividad e incorpora en su cobertura al personal de enfermería y a los cirujanos dentistas.

Frenk culminó enfatizando que la permanencia laboral había sido objeto de un "impulso" importante: los trabajadores recibirán un premio de antigüedad que va de 10 a 40 mil pesos y el apoyo presupuestal que la Ssa otorga al sindicato para la realización de actividades sociales, culturales y deportivas "se incrementó de 15 a 30 millones de pesos anuales".

Después de algunos débiles aplausos, el asambleísta Marco Antonio García Ayala reconoció la buena relación laboral entre el gremio y la Ssa, lo que se ha traducido en una "mejora" de las condiciones económicas y laborales del personal, además de aumentar el presupuesto en salud "gracias" al Seguro Popular.

Tal vez por esta "buena relación entre el gremio y la Ssa" en el singular trabajo Estudios de la OCDE sobre los Sistemas de Salud. México (2005) -elogiado por Frenk y que recibió la "ayuda" de la flamante Unidad de Análisis Económicos de la Ssa, a cargo de Eduardo González Pier-, se asienta reiteradamente que "en México el personal médico, paramédico y de enfermería se rige por un contrato que se negocia de manera colectiva. Las plazas se consideran permanentes y los despidos se dan luego de un complejo proceso burocrático". Además de que "se dice que los sindicatos tienen un poder de decisión significativo al tener el control efectivo sobre la contratación, el establecimiento de horarios y la asignación de responsabilidades".

El estudio agrega que las delegaciones, al igual que los hospitales, "gozan de autonomía en la contratación de equipo, compra de medicamentos y decisiones de inversión". Sin embargo, su flexibilidad operativa "se encuentra restringida por el contrato colectivo al que se sujetan los empleados". Y precisa que como los "datos disponibles sugieren que los costos administrativos son altos inclusive al compararlos con otros países(...) los contratos laborales podrían restringir la posibilidad de acelerar la reducción de los costos fijos entre empleados de menor nivel".

Todo lo cual patentiza, de paso, la "calidad" de los estudios que suele contratar el secretario general de la OCDE -ahora en las desastrosas manos del "muy joven" y escandalosamente pensionado (por Nafinsa) José Ángel Gurría- en este caso directamente bajo la responsabilidad de Howard Oxley y Francesca Colombo.

Aunque justamente por esa "buena relación", será también que el asambleísta Marco Antonio García Ayala -titular del Sntssa y secretario de Acción Política de la FSTSE que preside su tío, el senador Joel Ayala Almeida- estuviera ausente durante la ceremonia en que Marta Sahagún y Julio Frenk inauguraron en la Ssa la Explanada de las Enfermeras Ilustres.

A pesar de la OCDE, ¿qué "política", de qué "gobierno" se puede operar desde un diseño que prescinde explícitamente del protagonista principal del proceso de atención: el equipo integrado de salud?

* Universidad Autónoma Metropolitana - Xochimilco

 
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