Usted está aquí: domingo 1 de octubre de 2006 Opinión De nuevo, los precios del petróleo

Antonio Gershenson

De nuevo, los precios del petróleo

El subsecretario de hidrocarburos del gobierno federal sostiene que el precio de la mezcla mexicana de petróleo de exportación, para el año próximo, va a caer a un promedio de 40-45 dólares por barril. En una secretaría cuyo titular es cambiado a cada rato, y que además son políticos que nada tienen que ver con la energía, no puede uno esperar que el subsecretario sepa algo del asunto, pero es necesario aclararlo, y ver cuál es la verdad.

Dice que el año próximo habrá nuevas fuentes de energía y más competidores. Estos fenómenos no son de un año, ni sólo del próximo. Lo mismo sucedió este año frente al anterior, y el precio promedio del año en curso será claramente más alto que el del anterior. Y en el año antepasado, porque el crudo ya era caro, se desarrollaron más las nuevas fuentes de energía y varios países desarrollaron su capacidad de producción con nuevas técnicas y, sin embargo, eso no impidió que el precio promedio de 2005 fuera mayor que el de 2004.

El aumento que ahora vivimos obedece a causas de corto plazo. Se ha escrito que, para ganar las elecciones al Poder Legislativo, el gobierno estadunidense y las compañías petroleras están induciendo una baja del petróleo, y trasladándola rápidamente a los precios de la gasolina. A medida que bajan estos últimos, aumenta la popularidad del presidente. Si bien hace unos meses el Partido Demócrata, en la oposición, tenía la mayoría de las preferencias en las encuestas, ahora el favorito es el Republicano, en el poder.

Sea o no cierta esta motivación, es un hecho que el lenguaje que hacía sentir el peligro de una guerra mayor a partir de la estallada en Líbano, una crisis mayor con Irán, etcétera, hacía subir el precio del petróleo por el temor a que Irán bajara su producción, o a otros fenómenos en Medio Oriente, principal zona exportadora de crudo. Y el hecho es que desde hace un par de meses o poco menos, ese lenguaje ha sido sustituido por la imagen de que, por lo menos por un tiempo, los problemas se están encauzando por el camino de las negociaciones. Y es un hecho que esto último ha sido un factor importante en la reciente baja de los precios petroleros. De una u otra manera, los cambios son inducidos por palabras, o sea que son de corto plazo. No inciden de manera importante en el precio promedio de 2007.

Hablemos de largo plazo, de varios años. Si estamos en un período de precios ascendentes -que no se va a cortar el año próximo- es por leyes de comportamiento del mercado petrolero que hacen que se repita, en los rasgos más gruesos, lo sucedido hace 28 años, que es el doble del tiempo que dura el ciclo de precios, inversión y producción. No vamos a analizar el ciclo completo, que es complejo porque intervienen otros factores que no son ahora relevantes.

Durante el periodo ascendente, la producción mundial de petróleo no alcanza a satisfacer adecuadamente la creciente demanda. Los altos precios estimulan la inversión, tanto la encaminada a producir energía, sea petróleo u otra forma que lo sustituya, como la dirigida a usar más eficientemente la gasolina y demás combustibles. Pero para que esta inversión se traduzca en una producción suficiente para que alcance, y luego rebase a la demanda, se necesitan varios años. Viene entonces un período de bajas menores en los precios, y luego éstos empiezan a declinar más.

En el ciclo anterior, los últimos años de ascenso fueron de 1978 a 1980. La curva teórica llega al máximo en 1981. Luego viene una baja lenta, que se acelera, principalmente, en los últimos meses de 1985 y la primera mitad de 1986. Si "copiamos" esto al ciclo actual, que no tiene por qué ser igual pero sí tiene las mismas causas de fondo, llegaríamos al precio máximo en 2009, luego habría una baja lenta hasta de unos cinco años y después vendría la caída.

Ya están a la vista algunos procesos que causarían, junto con otros análogos, este cambio de tendencia. En cuanto a la demanda, los coches híbridos, que consumen hasta la mitad de la gasolina que los convencionales, han aumentado al doble sus ventas anuales en Estados Unidos. Sin embargo, faltan años para que esto incida realmente en el mercado, para que se traduzca en una reducción importante en la demanda de gasolina. Este ritmo de aumento en la venta de los nuevos coches sólo es posible por la gasolina cara que se ha vendido en el vecino país.

En cuanto a la oferta, hay en Alberta, Canadá, un proceso de explotación de roca bituminosa para obtener de él petróleo sintético. Esta materia prima existe en abundancia, pero la producción actual es muy baja para incidir en el mercado; en unos años esto va a cambiar. Con el petróleo tan caro, se ha hecho costeable un proceso que antes no lo era.

Algo similar sucede en Venezuela con el crudo extra pesado. Hace pocos años su extracción no era costeable, ahora lo es y la empresa estatal de ese país está trabajando para la certificación de las "nuevas" reservas como probadas, para luego iniciar su explotación.

Hay una diferencia importante en relación con el ciclo de los años setenta y ochenta del siglo pasado. Los costos de producción de las nuevas fuentes de energía son mucho mayores que, por ejemplo, los del crudo del Golfo Pérsico que ahora es predominante. Esto implica que los precios no pueden llegar tan abajo como lo hicieron en el pasado.

Este es el cuadro general. Por lo pronto, es una mentirota más del gobierno federal, y tal vez una muestra de ignorancia del funcionario, el anunciar una baja en el precio del crudo mexicano de exportación para 2007.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.