Usted está aquí: jueves 5 de octubre de 2006 Política Calderón, dispuesto a aplicar el modelo de gobierno de Alvaro Uribe

Buscará una estrategia de equilibrio entre el diálogo y la autoridad del Estado

Calderón, dispuesto a aplicar el modelo de gobierno de Alvaro Uribe

Los conservadores colombianos arropan al mandatario electo y destacan coincidencias

CLAUDIA HERRERA BELTRAN ENVIADA

Ampliar la imagen El presidente electo de México, Felipe Calderón, se reunió brevemente con el mandatario de Perú, Alan García Foto: Reuters

Bogotá, Colombia, 4 de octubre. Admirador del presidente de Colombia, Alvaro Uribe por su "forma de hacer política a nivel de cancha", el presidente electo de México, Felipe Calderón, acordó con el mandatario establecer un esquema de colaboración para enfrentar el problema del narcotráfico.

También se declaró dispuesto a seguir el ejemplo de este gobernante católico, conservador y cercano a las posiciones de Estados Unidos, aplicando una estrategia de "equilibrio" entre el diálogo, incluso con grupos armados, y el ejercicio de la autoridad del Estado.

En su tercer día de gira por América Latina, Calderón se sintió como en casa. Uribe -quien está iniciando su segundo periodo después de la relección- lo recibió con honores, aunque respetó el protocolo y a diferencia de mandatarios centroamericanos, no compartió micrófonos con el panista porque éste aún no es jefe de Estado.

Legisladores, sobre todo del ala conservadora, lo elogiaron y hasta le entregaron el "pergamino conmemorativo", que según el equipo de transición, sólo antes se había conferido a Benito Juárez.

Por la noche, en una visita de apenas dos horas a Perú, el michoacano cenó con el presidente Alan García, con quien se identifica porque en las recientes elecciones también hizo a un lado a su opositor de izquierda, Ollanta Humala.

Así, en un día se reunió con dos mandatario que -se dice- integran un polo que rompió la racha de triunfos de gobiernos de izquierda en la región.

El conflicto en Oaxaca siguió presente durante su primer recorrido por Centro y Sudamérica. Aun cuando la Asamblea Popular de Pueblos de Oaxaca (APPO) desairó la mesa de negociación de la Secretaría de Gobernación, el michoacano se mostró confiado en que recibirá una administración pública "con el menor número posible de problemas abiertos, incluyendo Oaxaca".

En la residencia oficial colombiana Casa de Nariño -donde se aplican rigurosos controles de seguridad para el ingreso, como el paso por tres filtros, la entrega de pasaporte y la toma de fotografía a todo visitante- Calderón y su comitiva fueron recibidos con una valla de honor de la Guardia de la Presidencia.

El trato fue deferente pero se cuidó que ambos presidentes no caminaran juntos durante la ceremonia y menos que dieran conferencias de prensa conjuntas. A diferencia de su visita a países centroamericanos, con los mandatarios de Colombia, Chile y Argentina ya no están programadas estas ruedas de prensa.

Ahí, el panista desayunó en privado con Uribe y luego tuvo una reunión sobre temas de seguridad pública y narcotráfico.

Aprender Mano firme

El futuro presidente de México vino a aprender de este gobernante conservador que se ha hecho famoso por su lema de Mano firme corazón grande, pero también criticado por implantar el Estado comunitario, cuya característica principal fue armar a la población civil en la lucha contra las guerrillas de las FARC y el ELN.

El panista señaló en conferencia de prensa, después de su reunión con Uribe que en el caso de Oaxaca desea una pronta solución mediante el diálogo, pero no dejó de criticar a los integrantes de la APPO -sin mencionarlos- al calificar de inaceptables medidas de cierre de escuelas y de calles y plantear el respeto a la ley.

La admiración de Calderón por el mandatario colombiano es conocida. En su campaña presidencial acostumbraba contar que Uribe desayuna a las 7 de la mañana con 10 diputados de diferentes partidos. "Por qué no vamos haciendo lo mismo, ciertamente no a las 7 de la mañana, puede ser a las 8 y cuarto, pero necesitamos hacer política a nivel de cancha", decía.

En esta visita el mexicano aprovechó para refrendar su interés por seguir los pasos del colombiano. Por lo pronto, acordó establecer mecanismos de diálogo y ayuda recíproca para enfrentar el narcotráfico y los problemas de inseguridad de ambas naciones. "No podemos permitir que haya poderes de facto que desafíen autoridad Estado mexicano", afirmó.

Aunque expresó su disposición por estrechar relaciones con todos los países de América Latina, incluidos Venezuela y Cuba -con los que el gobierno del presidente Vicente Fox ha tenido sendos diferendos diplomáticos- no dejó de enviar un mensaje de crítica al mandatario venezolano, Hugo Chávez, quien se ha negado a reconocerlo como presidente electo.

Se enorgulleció de que México tenga enorme fortaleza institucional que -añadió- "ojalá alcancen algunos países que nos critican y que en este caso la Presidencia de México depende del voto de los mexicanos".

Pininos diplomáticos y oraciones

Valiéndose de la polémica por la construcción del muro en la frontera norte, Calderón siguió haciendo sus pininos en materia de gestiones diplomáticas y -sin ser aún presidente constitucional- llamó a legisladores de Colombia a que expresen su rechazo a la iniciativa del Congreso de Estados Unidos.

La reunión con diputados y senadores de Colombia, efectuada en el Capitolio de Bogotá -que también es muy vigilado-, animó al panista. Claudia Rodríguez, senadora del Partido Encuentro Social, de ideario cristiano, resaltó que Calderón es un hombre de familia que conoce el Estado y tiene sentido social. Emocionada, la legisladora elevó sus oraciones para que el "altísimo" guíe al mexicano en todos los pasos que vaya dando.

El michoacano estaba contento. Incluso bromeó con los legisladores y dijo que ya estaba aprendiendo a bailar ballenato y salsa.

Después de que Calderón colocó una ofrenda floral en el busto de Benito Juárez, ubicado en el Capitolio, y que recibió el pergamino con que se distinguió antes al Benemérito de las Américas, su equipo de transición estaba eufórico. Arturo Sarukhán, coordinador de Relaciones Internacionales, declaró que la gira estaba dando buenos resultados y que podían encontrarse en la "química personal que ha empezado a detonar el presidente electo con sus futuros homólogos".

En abierta crítica a la política exterior de Vicente Fox, señaló que Calderón buscaba llenar un "vacío" importante en la relación con países latinoamericanos.

 
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