Usted está aquí: domingo 8 de octubre de 2006 Sociedad y Justicia Se incrementan partículas en la ionosfera antes de un sismo fuerte, señalan expertos

Línea de investigación desarrollada en el Instituto de Geofísica de la UNAM

Se incrementan partículas en la ionosfera antes de un sismo fuerte, señalan expertos

Ya hay modelos teóricos pero aún falta desarrollar instrumentos operativos de predicción

JOSE GALAN

Ampliar la imagen Fotógrafos y reporteros experimentan la acción de un simulador de sismos en el Instituto de Ingeniería de la UNAM Foto: Carlos Cisneros

Investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) trabajan en la relación del escape de gases y partículas, en especial del radón, con movimientos telúricos, ya que han descubierto que, cuando un temblor o sismo fuerte está a punto de ocurrir, se ionizan y crecen las partículas en la capa de aire superficial, introduciendo cambios eléctricos significativos en el llamado aerosol, capaces de reflejarse en la ionosfera.

Sin embargo, Amando Leyva, miembro del Instituto de Geofísica de la UNAM, señaló que, a pesar de que existen modelos que explican en forma teórica la relación, a partir del escape de gases y partículas, con la actividad sísmica, aún falta mucho para llevar a cabo predicciones operativas de movimientos de tierra.

Al dictar la conferencia Variabilidad óptica del aerosol atmosférico y su probable relación con la actividad sísmica local, dijo que cuando un temblor fuerte está próximo a suceder se ionizan y crecen las partículas de aerosol en la capa de aire superficial, introduciendo cambios eléctricos significativos, capaces de reflejarse en la ionosfera -capa de la atmósfera por encima de los 80 kilómetros del suelo-, y aumenta el llamado espesor óptico del aerosol.

En el salón de seminarios del Centro de Ciencias de la Atmósfera, expuso que hay pruebas de la relación entre lo que sucede en la corteza terrestre o litosfera y ese estrato. De hecho, desde hace décadas hay satélites científicos que se han dedicado a "mapear" la densidad electrónica en la ionosfera.

Recordó que desde los años 80 se utiliza el monitoreo de aerosol sobre ciertas zonas con yacimientos minerales importantes. Mediante el análisis de muestras de partículas recogidas en ese ambiente se podía determinar la extensión o contorno horizontal de los depósitos buscados y precisar, así, su importancia económica.

Es decir, añadió, la presencia de materiales de la corteza en la capa de aire superficial "no es algo que haya que comprobar". De hecho, la existencia de precursores ionosféricos de los sismos está ampliamente demostrada por estudios a posteriori de estos fenómenos, aunque falta mucho para hacer pronósticos operativos acertados, y agregó que, como parte de ellos, se logró estructurar un modelo teórico que explica el vínculo de la ionosfera con los sismos a partir del escape de gases y partículas (en especial de gas radón), que al ser emitidos desde la superficie (sobre todo cuando hay actividad terrestre intensa), son capaces de modificar sustancialmente la distribución horizontal de la densidad electrónica de esa capa atmosférica.

Indicó que con anterioridad se habían registrado variaciones en la ionosfera por actividad solar, como las ráfagas solares. Sin embargo, había anomalías que cuando fueron analizadas para encontrar sus causas, se halló que había una correlación con temblores fuertes.

Por lo que respecta al aerosol atmosférico y el sismo, durante este fenómeno se presenta una ionización de las moléculas de aire, que aunada a la alta polaridad de las de vapor de agua, forma partículas mixtas, es decir, cubiertas con una capa de agua y clusters (aglomeraciones de partículas), sostuvo.

Es decir, existe una correlación entre la actividad telúrica o un sismo próximo a suceder, y el espesor óptico del aerosol; lo primero propicia un aumento del número de partículas grandes en la atmósfera baja. Es el efecto de captura de líquido sobre su superficie lo que las hace crecer a diámetros mayores a dos micras, refirió el científico.

Cuando hay movimientos terrestres intensificados con respecto a lo normal, en el periodo llamado de "preparación del sismo", la tasa de escape de gases, y de radón en particular, se modifica y se inician los procesos de ionización y aumento de las partículas de mayores diámetros del aerosol de las capas atmosféricas cercanas a la superficie.

Por último, expuso que en sismos como el de Colima, del 21 de enero de 2003, científicos hindúes reportaron variaciones atmosféricas como precursores importantes, por lo que es necesario seguir estudiando este fenómeno.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.