Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER  
Domingo 8 de octubre de 2006 Num: 605


Portada
Presentación
Bazar de asombros
HUGO GUTIÉRREZ VEGA
Memorias de un brasileño
ANDRÉS ORDÓÑEZ
Entrevista con CARLOS LYRA
La enfermedad como casa y escritura
ARNOLDO KRAUS
El año Freud
TERESA DEL CONDE
Marin Sorescu: descubrir el mundo
NEFTALÍ CORIA
La agencia espacial mexicana
NORMA ÁVILA JIMÉNEZ
Duchamp en México
EVODIO ESCALANTE
Lo que el viento a Juárez
Mentiras transparentes
FELIPE GARRIDO

Columnas:
A Lápiz
ENRIQUE LÓPEZ AGUILAR

Las Rayas de la Cebra
VERÓNICA MURGUíA

Mujeres Insumisas
ANGÉLICA ABELLEYRA

Cinexcusas
LUIS TOVAR

Teatro
NOÉ MORALES MUÑOZ

Señales en el Camino
MARCO ANTONIO CAMPOS


Directorio
Núm. anteriores
[email protected]

 


LUIS TOVAR
[email protected]

NO HAY PEOR PELÍCULA… (I DE II)

Un par de lunes atrás, al aire en Radio Educación Gabriel Retes tuvo a bien poner en un predicamento a este sumeteclas: sin anestesia previa preguntó que cómo pensaba yo que podría irle a Bienvenido Welcome 2, dirigida por él y por Lourdes Elizarrarás, y que recién había sido estrenada en cartelera comercial. "Muy difícilmente los críticos podríamos atrevernos a ejercer de oráculos", fue mi respuesta. Después, enjundioso, se empeñó en que tanto José Antonio Fernández como este servidor sacáramos cuentas de la cantidad de gente que podría haber visto ya la película, considerando las ocho copias con las que había arrancado el viernes anterior, a razón de unas cien butacas por sala. Hubo que hacer un cálculo del todo especulativo –y, por lo tanto, bastante poco útil--, en el que se tomaban en cuenta los tres días que la cinta llevaba en exhibición y un estimado meramente personal de cuánto público en cada lugar, así como las cuatro funciones promedio en cada una de esas salas. Gabriel nos había forzado a efectuar esa sumatoria, por completo desasida de la realidad –con la cual arribamos a cifras que variaron entre 8 mil y 9 mil espectadores--, con el único propósito de que el dato verdadero, ya conocido por él, fuese más contundente: a Bienvenido Welcome 2 no la habían ido a ver, hasta ese momento, sino alrededor de quinientos cincuenta espectadores, lo que arrojaba un promedio aproximado de seis por sala.

CONJUGACIÓN DEL VERBO DEPLORAR


Gabriel Retes

Desde luego, José Antonio, Gabriel y este juntapalabras deploramos que así estuviera la cosa. Pero eso no era lo único deplorable: también lo eran las posibles causas y el contexto en el que puede tener verificativo tanta inasistencia, a bordar en torno a lo cual nos abocamos acto seguido. Y entonces, aunque no al aire, deploré la postura de Retes, al oír que se permitía hacer algo que sólo podía ser tomado como una increpación o un reproche al público que escuchaba, diciendo que ese público era el que lo estaba afectando porque tenía que ir a ver la película y no lo hacía. Era un hecho seguro que desde ese momento más de un radioescucha deploraría el aserto y, posiblemente, se sentiría menos estimulado a apersonarse en alguna de las ocho salas para ver Bienvenido Welcome 2, al menos por dos razones muy sencillas: una, que el público, de cualquier modo que se lo quiera ver, no tiene la culpa de nada respecto de una película: ni de qué trata, de cómo está hecha, si fue bien o mal promocionada, distribuida, etcétera; y dos, que es por lo menos inelegante –para no hablar de ineficaz-- hacer una invitación culpando de antemano a quien no la acepte.

TE INVITO A RECOMENDAR

Todavía hubo que salvar otro predicamento, consistente en la invitación que se le hizo a un servidor de recomendar la película. Pensé en decir algo como "muy difícilmente los críticos…", pero si lo decía, entonces habríamos sido dos inelegantes e ineficaces al aire, porque se me estaba pidiendo algo que, según se verá más adelante, no podía hacer a menos que me olvidara de la honestidad. "Creo que la recomendación ya está hecha", me atreví a sostener, y para que no quedaran dudas del sentido en el que iba mi recomendación, palabras más palabras menos añadí: "porque, como dice el propio Gabriel –y lo cité--, más allá de que uno recomiende o no la película, el cine mexicano hay que verlo, así sea solamente por darnos el gusto de vernos reflejados en la pantalla".

Más adelante, cuando José Antonio me invitaba a despedirme del público, Gabriel me preguntó que cuál había sido la peor película mexicana del año pasado. Me quedé pensando un instante y, sin recordar que esa frase ya se la había escuchado en otro momento y circunstancia, todavía alcancé a balbucir que me la estaba poniendo muy difícil, hasta que me di cuenta de que había caído de nuevo en el juego: "La que no se filmó", dijo Gabriel.

Tenía y tiene razón, tanta como la que contiene el refrán aquel de que no hay peor lucha que la que no se hace. Lo cual, por cierto, no significa que la lucha que sí se hace, por el mero hecho de haberse llevado a cabo, sea intrínsecamente buena, ni quiere decir tampoco que a partir de su mera existencia puede establecerse su calidad. En eso me quedé pensando, y como de rebote se me vino a la mente la canción que da título al álbum Bienaventurados, de Joan Manuel Serrat, en la que habla de "aquellos que están en el fondo del pozo" y los llama precisamente así, bienaventurados, puesto que "de ahí en adelante, sólo cabe ir mejorando".

(Continuará)