Usted está aquí: lunes 9 de octubre de 2006 Política Voy a traer a Calderón "a mecate corto", promete López Obrador

El gobierno itinerante evitará que continúen saqueando el presupuesto, advierte

Voy a traer a Calderón "a mecate corto", promete López Obrador

La lucha sigue, recalcó durante el cierre de campaña de César Raúl Ojeda Zubieta

ANDREA BECERRIL Y RENE ALBERTO LOPEZ ENVIADA Y CORRESPONSAL

Ampliar la imagen Raúl Ojeda, Andrés Manuel López Obrador y Alejandro Encinas marcharon por las calles del centro de Villahermosa durante los actos del cierre de campaña de la coalición en Tabasco Foto: Notimex

Villahermosa, Tab., 8 de octubre. Desde su tierra natal, pero para que se escuche en todo el país, Andrés Manuel López Obrador, advirtió a quiénes le "robaron" la elección presidencial del 2 de julio que no permitirá privatizaciones para entregar bienes nacionales a extranjeros, ni mayor sacrificio de la población, y adelantó que no dará a Felipe Calderón ningún margen de maniobra en su "política entreguista".

"Para que quede claro: ¡voy a traer al pelele a mecate corto!", exclamó entre gritos de apoyo de los miles de tabasqueños reunidos en la Plaza de la Revolución que ayer revivieron la consigna que fue emblema durante el plantón en el Zócalo de la ciudad de México: "Es un honor estar con Obrador".

Insistió en que impedirá que Calderón continúe con la privatización, en cualquiera de sus modalidades, de las industrias eléctrica y petrolera o que pretenda que la educación sea sólo para un grupo de privilegiados.

Al participar en el cierre de campaña de César Raúl Ojeda, candidato de la coalición Por el Bien de Todos a la gubernatura de la entidad, López Obrador insistió en que el movimiento de resistencia civil es la única posibilidad para impulsar un proyecto alterno de nación al que pretenden imponer desde la época de Carlos Salinas de Gortari.

Si esa lucha fracasara, "no habría esperanza para millones de mexicanos" y por eso, sostuvo, aceptó el nombramiento de presidente legítimo que le confirió la convención nacional democrática y el próximo 20 de noviembre tomará posesión del cargo, nombrará su gabinete y comenzará a recorrer todo el país.

La lucha, insistió, tiene que seguir, porque la apoyan millones de mexicanos y porque hay autoridad moral de su conductor. Incluso, recalcó, le pueden llamar "peje" pero nunca "lagarto", palabra que en estas tierras del sureste significa ladrón y sinvergüenza.

"¡Presidente, presidente!", gritaron más de 80 mil tabasqueños que llenaron la Plaza de la Revolución, ayer pintada por completo de amarillo.

Arropado por las muchas muestras de apoyo de sus paisanos, pidió a la multitud ahí reunida hacer a un lado la rabia y la tristeza por el fraude electoral. "No nos vamos a quedar postrados llorando, tenemos que sacar fuerzas para seguir adelante."

El ex jefe de Gobierno del Distrito Federal hizo notar que "no les salió el numerito" a sus adversarios, "a los ambiciosos que nos cerraron el paso y que robaron la Presidencia de la República".

Acompañado por los dirigentes de PRD, PT, Convergencia, por una decena de senadores y diputados federales, por los gobernadores de Guerrero, Zacatecas y Chiapas, además del jefe de Gobierno del Distrito Federal, Alejandro Encinas, y por el gobernante electo de la capital del país, Marcelo Ebrard, el tabasqueño señaló que "no les va a lucir", como se dice por aquí, a aquellos que violentaron la voluntad popular el pasado 2 de julio.

"Ellos pensaban que era cosa fácil, que nos iban a hacer a un lado y que iban a seguir con las políticas entreguistas, antipopulares, privatizando la industria eléctricas, el petróleo, la seguridad social, que podrían continuar con la privatización silenciosa de la educación, con todas esas políticas de derecha que han querido imponer en México desde la época de Salinas de Gortari, pero no les va a resultar."

Advirtió que no permitirá la privatización de la industria eléctrica en ninguna de sus modalidades, ni que se entregue por completo a particulares la educación pública y la enseñanza se convierta en un privilegio.

Con su gobierno itinerante estará "muy pendiente" para que no sigan saqueando el presupuesto público. "Para que quede claro, voy a traer al pelele a mecate corto."

Después de los aplausos y de la algarabía que produjo la frase, López Obrador dijo que seguirá luchando por la transformación del país, para acabar con el régimen de corruptelas y privilegios, de profundas desigualdades, donde unos cuantos tienen todo y la mayoría carece de lo más indispensable.

Se refirió al final de su discurso, de casi media hora, a la importancia que reviste para su lucha ganar las elecciones de Tabasco del próximo 15 de octubre. Se trata, explicó "del acto de resistencia civil más importante después del 2 de julio", que permitirá "poner las cosas en su lugar".

A los miles de tabasqueños que lo escucharon y lo aclamaron les dijo que no guarda odio ni rencor, pero que con una victoria aquí de la coalición Por el Bien de Todos podrán "desquitarse" y continuar con la lucha a nivel nacional.

 
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