Usted está aquí: lunes 9 de octubre de 2006 Política Opina demógrafo que la cifra de latinos en EU no ha derivado en poder político

Jeffrey S. Pancel descarta que el muro resuelva el fenómeno de la migración

Opina demógrafo que la cifra de latinos en EU no ha derivado en poder político

JOSE ANTONIO ROMAN

El creciente peso demográfico que tiene la población latina en Estados Unidos todavía no se refleja en un poder político y de influencia en las decisiones nacionales, señaló Jeffrey S. Pancel, investigador del Centro Hispánico Pew, con sede en Washington, quien pronostica que este proceso se ve "muy lento" ante la ausencia de trabajo político y de organización de este sector poblacional.

Advirtió que, desde la perspectiva del centro de estudios que representa, la decisión de ampliar el muro fronterizo no resolverá el fenómeno de la migración, pero el Congreso se fue por la decisión "más fácil" ante la falsa percepción del electorado estadunidense de que esa medida contribuye en aumentar la seguridad fronteriza.

De visita en México, donde participó en el Congreso Internacional de Migración, el especialista en demografía señaló que la sociedad estadunidense está dividida en ese tema, e incluso entre la población que dice apoyar este fenómeno hay una preocupación por la creciente migración indocumentada. "Pero la solución no está en la construcción de más bardas y más muros."

Señaló que, de acuerdo con los estudios, censos y encuestas levantados entre la población latina en Estados Unidos, se prevé que su influencia en las decisiones políticas progresará "muy lentamente", pese a su creciente presencia demográfica y su relativo poder económico.

Explicó que entre los muchos factores que determinan esta situación está el que los habitantes latinos son mucho más jóvenes que el resto de la población. De entrada, 35 por ciento de los latinos tiene menos de 18 años, edad mínima para votar, mientras el porcentaje de blancos no latinos es de 23 por ciento en este sector poblacional.

Otro factor es que muchos millones de personas residentes todavía no optan por la ciudadanía estadunidense, hecho que les impide votar; aunado a ello están otros millones que ni siquiera tienen documentos y viven casi en la clandestinidad.

Aunque muchos de los que ahora son menores de 18 años en un futuro podrán votar, la población latina no tiene tampoco los mejores índices de participación política en Estados Unidos. Pancel explicó que sólo 57 por ciento de los latinos en edad de votar se registra, mientras entre los blancos no latinos el empadronamiento es de 75, y de los registrados vota 82 por ciento de los hispanohablantes, pero 88 de los blancos no latinos. Todo eso los ubica en desventaja.

Aseguró que entre la población latina hace falta mucho trabajo político y de organización, pues varias previsiones indican que si estos pobladores se registran en 2006 a una tasa similar a la que tuvieron hace dos años, la demografía latina aumentaría en 700 mil votantes, pasando a 10 millones de electores, pero si se registrara a igual tasa que los afroestadunidenses aumentaría otro millón, y si lo hiciera al mismo ritmo que los blancos no latinos crecería otro millón, llegando casi a 12 millones de votantes potenciales.

Por otra parte, estudios del Centro Hispánico Pew señalan que los blancos no hispanos en Estados Unidos tienen un nivel de riqueza 11 y 14 veces mayor que los latinos y negros. El valor medio del ingreso neto de los hogares latinos fue de algo más de 7 mil 900 dólares en 2004, sólo 9 por ciento de los 88 mil 650 dólares del valor correspondiente a los hogares blancos no hispanos.

Peor parados salen los hogares negros no latinos, ya que su nivel de riqueza fue ese mismo año de sólo 5 mil 900 dólares.

Estos datos reflejan que "la riqueza de los hogares latinos y negros es menos de una décima parte de la de los blancos", señala el estudio del instituto. Pero además, según el centro, la situación económica de las principales minorías es ahora mucho peor que antes de la última recesión, la de 2001.

La riqueza neta se mide con distintos valores -casa, automóvil, cuentas bancarias, acciones, préstamos y tarjetas de crédito- que poseen los miembros de una familia.

Mayor riqueza, de acuerdo con el Centro Pew, significa mejor capacidad para afrontar la pérdida del empleo, reparaciones de emergencia en los hogares, enfermedades y otros imprevistos, así como la capacidad para ahorrar para la jubilación o el pago de los estudios universitarios de los hijos.

Prueba de que las diferencias aumentaron en los últimos años, la fortuna neta de los hogares latinos y negros cayó 27 por ciento en ambos casos, mientras la de los blancos creció 2 por ciento.

Más de 25 por ciento de los hogares latinos o negros no tienen más propiedades que un automóvil o un préstamo sin garantías. El porcentaje de hogares blancos no latinos que en 2004 eran propietarios de sus viviendas fue de 74.3 por ciento, mientras el de los latinos se situó en 47.3 por ciento y el de los negros en 47.7 por ciento.

 
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