Un fracaso, el enfoque empresarial en el campo: UACH
Por el TLC peligra la soberanía alimentaria
El gobierno entrante debe tener muy presente que México requiere de autosuficiencia alimentaria, por lo que debe considerar retirarse del Tratado de Libre Comercial con América del Norte (TLCAN) en su rubro agropecuario o impulsar políticas públicas efectivas que ayuden a los trabajadores del campo a producir mayor cantidad de maíz, frijol, azúcar, trigo y leche, entre otros, apuntó el rector de la Universidad Autónoma Chapingo (UACH), José Sergio Barrales, quien aclara que "la verdad es que estamos en una situación muy difícil para millones y millones" de mexicanos.
El reto para la próxima administración, dijo, es diferenciar a todos los actores del sector agrícola de acuerdo con su propia naturaleza y no cometer el error de los anteriores gobiernos: tratar a los agricultores con un enfoque empresarial. "Los grandes sí pueden, pero los pequeños no porque su función es conservar la biodiversidad", por lo que inclusive el gobierno debiera otorgarles dinero para que sobrevivan en función de su impacto en esta área, señaló.
Barrales Domínguez recomendó al gobierno federal no tener miedo de decirles a los "gringos: vamos a negociar esto, porque no nos está beneficiando como país".
De acuerdo con su valoración, Vicente Fox recibió un campo "prácticamente condenado al estancamiento" porque desde que se firmó el TLC "estaba muy claro que se iba a favorecer a los sectores altamente productivos", que pueden tener los volúmenes necesarios para entrar a este acuerdo comercial; pero la otra parte, que son la mayoría, desde entonces "estaba condenada a no sobrevivir" con este tipo de condiciones, porque se trata de agricultores temporaleros y de unidades de baja productividad.
Destacó que Fox Quesada al término de su sexenio, "por fortuna", reconoce que el problema para el campo se agravó y muestra de ello es el aumento de la migración y la pobreza.
En entrevista, el rector Barrales indicó que el gobierno entrante debe tomar muy en cuenta que muchos de los sectores exitosos en el comercio ya ni siquiera están en manos de productores mexicanos, sino de japoneses y estadunidenses, que mantienen el agro nacional bajo la figura comercial de renta o compra de tierras, en las que emplean mano de obra nacional mal pagada y usando insumos de alto riesgo para la salud de la población.
En su análisis apuntó que en la migración de mexicanos hacia Estados Unidos sólo ganan "los gringos, que reciben en su país a gente trabajadora, con empuje y con iniciativa. En cambio, en el país se quedan los que no pueden producirla, los mayores y las mujeres, que sí están probando que logran salir, pero como el campo está todo destruido, pues el esfuerzo que hacen en trabajar la tierra no se refleja en su bienestar".
Refirió además que las organizaciones que integran a los sectores campesinos "tienen un problema grave que deben corregir". Sin culparlos o exculparlos, mencionó que debido a "una inercia de años", en la que saben que ante un campo que no es rentable ni productivo, destinan 50 por ciento de los subsidios que se les otorga a sobrevivir.