Se realiza una "investigación objetiva" sobre el homicidio de la periodista, dice Putin
¿El que calla otorga?, preguntan los compañeros de Politkovskaya al Kremlin
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Robert Menard, dirigente de la asociación Reporteros Sin Fronteras en Francia, encabezó ayer frente a la embajada rusa en París, una marcha en repudio al asesinato de la periodista Anna Politkovskaya
Foto: Ap
Moscú, 9 de octubre. Los periodistas de Novaya Gazeta, que este martes en el cementerio Troyekurovskoye de esta capital van a dar sepultura a su compañera asesinada, Anna Politkovskaya, no alcanzan a entender que hasta ahora -y en medio de un torrente de mensajes solidarios llegados literalmente de todo el mundo-, no han recibido ningún mensaje de condolencias de las autoridades rusas.
"Cuando aquí se mata a un periodista de esa talla, deberían expresar su condena al menos cuatro altos funcionarios de Rusia: el presidente, el primer ministro y los líderes de ambas cámaras del Parlamento. Y lo que vemos ahora es que ni siquiera el ministro de prensa y comunicación masiva ha soltado una sola palabra. En el fondo, nos importa muy poco su pésame, pero ¿acaso no debe haber alguna relación de los gobernantes con la sociedad? ¿O el que calla otorga?", resumió un compañero de Politkovskaya que participa en la tarea de reconstruir el reportaje de investigación que quedó truncado con su muerte.
Novaya Gazeta, aunque no tiene las fotografías y pruebas documentales que mencionó Politkovskaya en su última entrevista a la emisora Radio Libertad, dos días antes de ser ultimada por un sicario, se fijó como prioridad publicar en su siguiente edición, el próximo jueves, un amplio reportaje acerca de la tortura en Chechenia, a partir de algunos borradores y apuntes y de los comentarios que ella había adelantado en la Redacción.
La única mención del Kremlin en relación con el homicidio de la valiente reportera se produjo hoy en un de por sí escueto comunicado de su servicio de prensa, difundido para dejar constancia de que el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, telefoneó a su colega ruso, Vladimir Putin, para analizar las medidas a tomar por el ensayo nuclear realizado por Corea del Norte.
El comunicado incluye este párrafo: "Durante la conversación, Vladimir Putin subrayó que las fuerzas del orden están llevando a cabo todos los esfuerzos necesarios para una investigación objetiva de la trágica muerte de la periodista Anna Politkovskaya". En el texto original en idioma ruso, tan sólo 23 palabras y ni una más.
El servicio de prensa del Kremlin omite que Bush "se mostró consternado" por el asesinato de Politkovskaya y, sobre todo, "exhortó a las autoridades rusas a realizar una investigación exhaustiva y enérgica para que los culpables comparezcan ante la justicia", de acuerdo con la versión de la Casa Blanca.
La investigación policial, según ha trascendido, ha permitido rastrear con detalle las últimas horas de vida de Politkovskaya, desde que las cámaras de seguridad del supermercado donde hizo la compra registran a una mujer que aparentemente la estaba siguiendo y que podría ser cómplice del sicario, pero hay pocos avances para detener al asesino material, el que ya podría haber sido eliminado, y menos para llegar hasta los autores intelectuales.
Con fundamento en indicios varios o de modo inducido por sus enemigos, la sombra de la sospecha recae sobre Ramzan Kadyrov, el primer ministro del régimen pro ruso de Chechenia.
Dos días antes de ser ultimada, Politkovskaya se refirió en estos términos a Kadyrov: "Es un cobarde armado hasta los dientes, rodeado siempre de guardaespaldas. Sueño sólo con una cosa, y lo digo con toda seriedad. Sueño con verlo sentado en el banquillo de los acusados y que sea juzgado, con todo el rigor de la ley, por todos sus crímenes".