La del Estado es discriminatoria; buscan incorporar la visión de sus pueblos

Profesores y asambleístas, firmes en seguir la lucha por la educación

La opción del diálogo, vigente; no hay razón para una salida de fuerza en Oaxaca, afirman

KARINA AVILES

Los profesores de la sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y los integrantes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) instalados en plantón sobre calles aledañas a la Cámara de Senadores están convencidos -y así lo hacen sentir a sus dirigentes- de que el rumbo del movimiento sólo puede ser decidido por las bases. Precisan que si bien todavía no existe acuerdo, porque la propuesta será sometida a consulta hasta hoy, quedó demostrado que la vía del diálogo es vigente y no existe fundamento alguno para que la fuerza policiaca y militar incursione en aquella entidad.

Desde la noche del lunes las calles de Tacuba y Filomeno Mata albergan a la mayoría de quienes marcharon desde Oaxaca. Ayer, muchos no esperaron a que saliera el sol para continuar con las tareas de poner en firme sus casas de campaña, el comedor, la recepción de víveres y la organización de sus siete regiones.

Se les ve agotados físicamente por los corredores del centro de la capital. Después de caminar 480 kilómetros desde su natal Oaxaca hasta la ciudad de México, afirman que con todo y policías a su alrededor durmieron como "piedras".

En un ambiente con olor a café, su principal ocupación durante toda la mañana fue la discusión de los planteamientos emanados de la mesa de Gobernación, entre otros, que una comisión ciudadana de seguridad, encabezada por el subsecretario de la Secretaría de Seguridad Pública federal (SSP), Rafael Ríos García, quede a cargo de los mandos policiacos en Oaxaca.

Mientras la comisión de los "28" de la APPO y del magisterio se encuentra al interior del Senado en conversaciones con los legisladores de la Comisión de Gobernación, afuera, en la plaza Tolsá, Omar Olivera Espinoza y Bertín Reyes Ramos, integrantes de la APPO en plantón, expresan que aunque no confían en las instituciones agotarán esa vía para que después el gobierno no salga con el pretexto de que ellos son los violentos, los radicales y quienes no tienen voluntad política.

Optimismo reservado

Con reservado optimismo, indican que lo central de la propuesta derivada de las conversaciones en Bucareli es que se dé cauce a la opción del diálogo, pero no descartan que el gobierno federal continúe con su pretensión de una incursión policiaca-militar.

A unos metros de la casona de Xicoténcatl, debajo de un sombrerito redondo, el maestro Alejandro Luis Gómez, del pueblo de San Pablo Güilá, Tlacolula, está en espera del resultado de las pláticas, junto con su camarada de la Escuela Normal Bilingüe e Intercultural (ENBIO), Gonzalo Méndez.

Alejandro Luis Gómez platica, entre sonrisas francas, que a los 18 años "hablé español, cuando salí del cascarón". Dice que en todos esos años de primaria y secundaria no pudo entablar comunicación con sus profesores, porque ninguno de ellos hablaba su lengua.

De sus huaraches sobresalen los dedos agrietados de tanto caminar. Pero no le importa. Está convencido de que es necesario dar la lucha por la educación. Su historia así lo dice. Ha dedicado gran parte de su vida a estudiar para entenderse y ayudar a los demás profesores a comprender las características socioculturales de sus pueblos con el propósito de transmitirlas.

Es licenciado por la Universidad Pedagógica Nacional y obtuvo la maestría en lingüística en el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social. Ha recibido invitaciones para ir a Francia y Estados Unidos, pero él prefiere las aulas de la ENBIO, ubicada en el municipio de Tlacochahuaya.

Cuando era estudiante se dio cuenta de que hay sonidos que existen en sus lenguas y que no saben cómo representarlos gráficamente para la enseñanza. Así que él, junto con otros profesores, trabaja en crear un alfabeto para aquellas lenguas que no lo tienen, como la suya, que es la de los zapotecos del Valle y la de los cuicatecos.

Afirma que desde la educación que imparte el Estado se impone una política de discriminación a los pueblos indios; razón por la cual él impulsa la elaboración de planes y programas culturales para incorporar en los textos la visión de sus pueblos.

A un lado, su compañero Gonzalo Méndez destaca la importancia de la ENBIO y lamenta que anualmente sólo ingresen 60 alumnos, en un estado con 15 etnias, cada una con variantes dialectales. Los dos cuestionan que se desperdicie el potencial de esta escuela formadora de licenciados en educación bilingüe y, en contraste, el gobierno dé cursos de seis meses de inducción a la docencia para que "se vayan de maestros". Por eso, agregan, la educación es crítica.

Antes de las tres de la tarde, el dirigente de la sección 22 del SNTE, Enrique Rueda, sale del Senado para informar a los maestros que la Comisión de Gobernación discutiría horas después si da cauce o no a su demanda de desaparición de poderes. Detalla que hoy a las nueve de la mañana en Oaxaca se efectuará la asamblea estatal. A su paso, al salir del plantón hacia el Eje Central, los maestros de a pie le gritan: "¡No más consultas!", "¡Rueda, no vendas el movimiento!", "¡nosotros somos los que decidimos, no los dirigentes!"