Usted está aquí: lunes 16 de octubre de 2006 Capital Siguen calles de la ciudad bajo asedio de cargueros

Empresarios aducen inseguridad para no cumplir convenio con GDF

Siguen calles de la ciudad bajo asedio de cargueros

Nació cojo programa para restringir su circulación en horas pico, señalan

LAURA GOMEZ FLORES

Ampliar la imagen En las diferentes vialidades primarias, como el Eje Central Lázaro Cárdenas, continúa "con normalidad" la circulación de transportes de carga, a pesar de que autoridades y empresarios acordaron en marzo de 2005 implementar un programa voluntario para restringir su paso Foto: Yazmín Ortega Cortés

A 19 meses de que fue puesto en marcha, los resultados del programa voluntario para mejorar la circulación del transporte de carga en la ciudad de México son "mínimos". Las causas: falta de seguridad que permita la carga y descarga de mercancías por la noche, así como de vigilancia, para evitar el robo de camiones en su traslado, y de paraderos para las unidades durante el horario de restricción.

En marzo del año pasado, autoridades capitalinas y representantes del sector privado firmaron un convenio voluntario para restringir la circulación del transporte de carga -de siete a nueve de la mañana- en las cinco entradas a la ciudad y en los carriles centrales de Circuito Interior, Paseo de la Reforma, Insurgentes, Constituyentes, Anillo Periférico, Viaducto, Vallejo, Oceanía, Ermita y Viaducto Tlalpan.

Yde las 12 del día a las ocho de la noche en el Eje Central, a fin de reducir la congestión vehicular y la emisión de contaminantes a la atmósfera, así como mejorar el tiempo de recorrido de los vehículos, con el objetivo de elaborar los reglamentos correspondientes para, de proceder, hacerlo obligatorio.

Sin embargo, los resultados de los estudios de aforos realizados entre marzo y agosto del año pasado fueron contrarios a los esperados, pues en algunas vialidades se registró una carga vehicular mayor respecto a un año anterior, principalmente en Vallejo, Eje Central, Cuauhtémoc y Zaragoza, donde incluso la velocidad promedio se redujo de 24 a 14 kilómetros por hora.

Aceptable pero incumplible

Si bien para los transportistas afiliados a la Cámara Nacional de Autotransporte de Carga (Canacar) se trata de un programa aceptable, en la mitad de los casos no les es posible cumplirlo porque sus clientes les establecen una hora de entrega-recepción de la carga, faltan paraderos en los accesos a la ciudad para esperar -de siete a nueve de la mañana- mientras se les permite el paso y corren el riesgo de ser asaltados.

Ernesto López Rojas, director jurídico de la Canacar, señaló que la falta de seguridad en los accesos México-Querétaro y México-Puebla ha derivado en constantes asaltos de sus unidades, que se traducen en un incremento de los costos de operación y pólizas de seguro, así como en los gastos de recuperación de las unidades. Por ello las empresas no acceden a cambiar sus horarios de carga y descarga.

En tanto, para los presidentes de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD), Vicente Yánez; de la Cámara de Comercio de la Ciudad de México (Canaco), Lorenzo Ysasi; de la Cámara Nacional de Comercio en Pequeño (Canacope), Enrique Guerrero; y de la Unión de Comerciantes del Centro Histórico, Víctor Cisneros, el programa "nació cojo" al colocar el tema de la seguridad en segundo plano.

La falta de garantías para movilizar las mercancías en horario nocturno, explicaron, significa un incremento en los costos de las empresas de entre 20 y 30 por ciento, por el pago de horas extras a los empleados y la contratación de servicios de seguridad privada que al final se trasladan a los consumidores, por lo que ha habido un cumplimiento "mínimo" que ha derivado en la congestión de vialidades mañana y tarde.

"No nos oponemos a que el programa sea obligatorio, siempre y cuando las autoridades capitalinas implementen un programa de seguridad que garantice el traslado de los más de 25 mil vehículos de carga que diariamente transitan por la ciudad y transportan alrededor de 390 millones de toneladas de mercancías al año", coincidieron en señalar por separado los representantes empresariales.

Tarea inconclusa

El presidente de la ANTAD, que agrupa a mil 117 tiendas de autoservicio y departamentales, que atienden 23 por ciento de la demanda al menudeo en la capital, consideró que el proyecto "no ha sido exitoso porque no hemos hecho la tarea en materia de seguridad, ni establecido alternativas de circulación adecuadas, aunque tampoco podemos echar por la borda el esfuerzo. Al contrario, se debe trabajar de manera conjunta para encontrar alternativas que reduzcan la congestión vehicular".

Los presidentes de Canaco, Canacope y la Unión de Comerciantes señalaron que se requiere voluntad política para aplicar un programa permanente de seguridad en la noche, para cambiar los horarios de carga y descarga".

Recordaron que desde la década de los 90 se estableció un horario para realizar dichas maniobras, pero los asaltos o la confiscación de mercancía por personal de aduanas o de la Policía Federal de Caminos, con el argumento de que es de procedencia ilegal, los obligó a realizarlas a la luz del día, aun con los obstáculos que representa el ambulantaje o la colocación de inmovilizadores (arañas). "No tenemos de otra", señalaron.

Sobre el tema, el director de Gestión Ambiental del Aire de la Secretaría de Medio Ambiente, Víctor Hugo Páramo, recomendó ampliar la etapa de evaluación del programa y realizar las adecuaciones y/o correcciones para el mejor funcionamiento del mismo, mediante cambios logísticos en la descarga de mercancías o la posible creación de centros de abasto en la periferia, con una visión metropolitana, a fin de determinar si procede su obligatoriedad.

 
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