Usted está aquí: lunes 16 de octubre de 2006 Espectáculos Rinden tributo al pan; Horno Los Ortiz presenta el disco El giro de la artesa

En el cidí participan Marcial Alejandro, Rafael Mendoza y Leticia Servín, entre otros

Rinden tributo al pan; Horno Los Ortiz presenta el disco El giro de la artesa

ARTURO CRUZ BARCENAS

Ampliar la imagen "El oficio de panadero es una suerte de juego. Una actividad productiva y lúdica donde cada movimiento y cada pan tienen nombre propio", afirman Hugo y Judith Ortiz Foto: La Jornada/ archivo

Pan y trova. Hoy el horno sí estará para bollos en Morelia, Michoacán. En el teatro Ocampo será presentado el disco compacto El giro de la artesa, producido por Horno Los Ortiz, con motivo de su 20 aniversario; es decir, a dos décadas de abierta esta panadería artesanal, once cantantes y autores, amigos todos, compusieron e interpretarán sus creaciones para rendir homenaje a este negocio o amasijo tradicional.

Pareciera extraño, pero no lo es. Horno Los Ortiz es propiedad de Judith y Hugo Ortiz, quienes han hecho del lugar un espacio para la cultura, para las actividades artísticas. Cultura sabrosa o sabrosa cultura. Los clientes van al pan y pueden encontrarse con una tertulia poética a cargo de Ricardo Yánez, o toparse con el trovador Carlos Arellano; tal vez, llevarse el pan de muerto envuelto en papel de china con el impreso de unas décimas de Marcial Alejandro, o con hermosos dibujos de Judith.

Horno Los Ortiz realiza todos los años numerosas actividades culturales en torno al pan y para celebrar sus dos décadas convocaron a los cantautores bohemios Rafael Mendoza y Marcial Alejandro a realizar un disco con canciones a propósito del alimento que no debe faltar en cada mesa.

Así, Marcial y Rafael lograron reunir a Yahir Durán, Leticia Servín, Carlos Arellano, Mauricio Díaz El Hueso, Leonel Soto, Adrián Gil, David Aguilar, Jorge Trewartha y Alejandro Ontiveros, quienes se inspiraron en el oficio del panadero. La presentación estará a cargo de Ricardo Yánez.

El primer tiraje de este disco es para distribución exclusiva en Morelia, de manera gratuita para sus clientes y amigos. Esta muestra de generosidad ya es poco común en los tiempos que corren. La función en el teatro Ocampo también será gratuita y se realiza con el apoyo de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y el gobierno del estado. Estas instituciones consideran de suma importancia el proyecto Horno Los Ortiz.

Disco-arte objeto

El disco es en sí una belleza; es el llamado disco-arte objeto. Como en las capas de una campechana o un mil hojas, al abrirse surgen otras sorpresas. El color es el del trigo; las letras tienen el tono más fuerte, como el de los granos trigales. Al entrar a la panadería se respiran los aromas de los hornos calientes. La levadura, la leche y harina, el huevo, el brillol, el azúcar, la sal, las especies, todo en química mezcla.

En Horno Los Ortiz hay elegancia. Iluminación adecuada. El horno es de piedra, de tabique rojo. Las charolas se jalan con una pala de madera y se asen con unas manteletas. Se colocan en carros y se dejan enfriar lo suficiente, antes de que cliente los tome en su canasta.

Ese ambiente, ese ámbito de artificio, está en las canciones de los trovadores que participan en el disco que hoy se presenta. En el libro que acompaña al cidí, Yánez escribió: "Y somos días, estamos hechos de días, de vino y pan y árboles e hijos y antecesores y discos y problemas y cariñosos guitarreos, entre otras, muchas, cosas (...) Recuerdo la atención sensible de Hugo, la alegría rubia de Judith (...) debo presentar este disco, y no puedo sino presentar el gusto, la amistad, el gusto por la amistad y por la música y por lo artesanal, lo a gusto de lo artesanal, en lo cual hay que incluir la producción del pan, la satisfacción del canto".

"Al conjuro con las manos se revela en pan"

Más adelante, Hugo y Judith expresan: "Hablar de Horno Los Ortiz es hablar de todo el pan. Es hablar de vivir con las manos en la masa, de otra masa fermentando en la artesa, de unos panes reposando y otros saliendo del horno y de las manos a veces ardidas al contacto del pan caliente.

"El oficio de panadero es una suerte de juego. Una actividad productiva y lúdica donde cada movimiento y cada pan tienen nombre propio. Al conjuro con las manos se revela el pan y surge su forma y sabor (...) Abrimos hace 20 años con música, panes y un horno casi a la intemperie en una esquina de unos cuantos metros cuadrados. En medio de aquella estrechez la música era un espacio de libertad, el único lujo de nuestro lugar y la fórmula mágica para mirar y sentir aquel espacio diferente (...) Discos y canciones nos ayudan a vigilar el pan, nos miden las emociones, nos cuentan el día (...) El pan artesanal no ha perdido su nobleza; aún no."

Un fragmento de Ya salió el pan, de Marcial Alejandro: "... y le va creciendo una panza hermosa. Algo que resulta lo más natural. Ya después la masa cachonda retoza en el horno del que saldrá más sabrosa".

 
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