Cofre de secretos del sistema solar

Washington, 18 de octubre. La Luna, objeto de una nueva carrera espacial internacional, es un testigo precioso de la historia y los secretos de nuestro sistema solar desde su nacimiento, hace 4 mil 500 millones de años.

El único satélite artificial de la Tierra, situado a 384 mil 402 kilómetos de distancia, sigue siendo misterioso, pese a las seis misiones estadunidenses que tocaron suelo lunar, realizadas en el marco del programa Apolo entre 1968 y 1972.

"En ninguna otra parte podemos contemplar con tanta claridad la época en la que la Tierra y los otros planetas de nuestro sistema solar se formaron", explicó en un estudio reciente la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos.

"El interior de la Luna conservó intacta la historia de las primeras etapas de la evolución planetaria, y su superficie sin aire ofrece también un testimonio continuo de la historia terrestre y de la acción solar", añadió la misma fuente.

"Sólo regresando a la Luna que podremos realizar nuevas exploraciones científicas y subsanar las lagunas en nuestra comprensión del sistema solar", subrayó la Academia, que recomienda el regreso de las misiones tripuladas en el suelo lunar.

Sobre la superficie de la Luna, una capa de polvo denominado regolito, producida por el impacto de meteoritos y de varios metros de espesor, contiene oxígeno fácil de extraer. También hay hidrógeno en menor cantidad.

El oxígeno y el hidrógeno pueden ser utilizados para fabricar carburante para motores de cohetes, lo que podría reducir considerablemente los costos de la exploración espacial permitiendo lanzar naves más allá de la atmósfera terrestre.

El suelo lunar tiene también importantes reservas de helio-3, isótopo no radiactivo de helio muy raro en la Tierra, buscado para la fusión nuclear.

Afp