Usted está aquí: jueves 19 de octubre de 2006 Espectáculos La creación de paisajes sonoros, poco explorada en México: Reyes

El músico, que cumple 30 años de compositor, presenta hoy un álbum sobre Michoacán

La creación de paisajes sonoros, poco explorada en México: Reyes

Realizó con Chavela Vargas disco de sonidos prehispánicos y rancheros; lo da a conocer el 3 de noviembre en Guadalajara

El 31 de octubre celebra su concierto-ofrenda de muertos en CU

ARTURO CRUZ BARCENAS

Ampliar la imagen Jorge Reyes durante una de las grabaciones en Santa Clara del Cobre, Michoacán Foto: Florencio Pozas

El músico michoacano Jorge Reyes cumple en este 2006, 30 años como organizador de sonidos. "En un principio fueron las pirecuas, luego los boleros y el rocanrol; más tarde, el Sargento Pimienta, The Doors y Hendrix, después Pink Floyd, el rock progresivo, la música electrónica, la música clásica, Beethoven, Bach; después llegó el punk; estudié en la India música tibetana; en 1980 fundé Chac Mool, un grupo de rock progresivo", expresó en entrevista.

Agregó que el rock progresivo da una visión amplia de la estética sonora. "A partir de este tipo de rock aparecen muchas de las corrientes que hoy están vigentes, mediante una paulatina evolución, tanto el world music o la música electrónica, o lo que fue el new age en los años 80.

"He pasado por todas estas etapas. Después de Chac Mool vino la música prehispánica mezclada con instrumentos electrónicos. Actualmente soy paisajista sonoro y estoy en una fase de ranchero prehispánico", se definió.

Desarrolla varios proyectos a la vez, pero, para empezar, este 31 de octubre festejará "tres cosas: el concierto-ofrenda de muertos. Segundo: son 20 años de hacer conciertos de muertos. Tercera: son 30 años de trabajar como compositor.

"Me coloco en el centro del Espacio Escultórico de la UNAM. Se instala una ofrenda a cargo de Carlos Herrera. Se trata de un concierto con características emparentadas con el ritual, lo ceremonial, lo sagrado", precisó.

Ahora el Día de Muertos tiene influencias de otras tradiciones "En la actualidad, mediante la influencia de los medios de comunicación y la cada vez más acelerada globalización, hay muchas influencias nuevas. Está el halloween, que proviene de una tradición ya no católica, sino más bien celta, y que a través de Estados Unidos nos llega más bien como un baile de disfraces, con criaturas fantásticas, pero que carece de un sentido ritual original. Ahora está influyendo en la estética de las ofrendas. Eso es un proceso normal y no se puede mantener las tradiciones en una caja de cristal.

"He hecho ofrendas de muertos en varios países, como Francia. Ellos no están acostumbrados a festejar a los muertos, muchas veces con sentido del humor; o sea, nos llevamos de a cuartos con la muerte.

"Siempre es una especie de confrontación con su visión de la eternidad, con la visión europea. En Uruguay mucha gente se quedó afuera. En el Espacio Escultórico se cobra cien pesos la entrada; 50 pesos para los estudiantes. Comenzará a las siete y media", informó.

Más sonidos

"La vida, los caminos, las encrucijadas, me han llevado a diversos lugares. Recientemente descubrí nuevas brechas dentro de mi vida personal y creativa. Tal es el caso del paisaje sonoro, que es un concepto que se inicia en los años 70, a partir del compositor canadiense Murria Schafer, es una tendencia que recientemente ha cobrado importancia, pero que en México es poco explorada.

"A partir del Laboratorio de Exploración de Arte Sonoro de Radio Educación, con Lidia Camacho, empecé a hacer una serie de experimentos sonoros. Por ejemplo, hicimos los paisajes sonoros de muertos, datos sonoros de personajes, performances radiofónicos a escala internacional. Así propusimos hacer el paisaje sonoro de Michoacán.

"El disco que se llama Michoacán: un paisaje sonoro, es una especie de road-movie de sonidos; es una banda sonora sin imagen. Implica un viaje por lo más representativo de los sonidos del estado, montados en un track que dura casi 70 minutos. Es todo lo que fui encontrando en un viaje de 24 horas. De una noche a otra. Grabamos 150 horas. Se escogieron las mejores tomas, porque hay ciertos elementos que suenan como en cualquier parte, como el tráfico.

"En Santa Clara del Cobre desde que entras hay gente que está golpeando metal, vasijas y ollas de cobre. Eso le da una característica muy especial al pueblo. No es, definitivamente, un catálogo de sonidos. Hay que considerar que hay muchos sonidos que están en extinción y que en 30 años ya no van a existir. Nuestros hijos ya no han oído las locomotoras de vapor; sólo conocen ese sonido por grabaciones o películas.

"El paisaje sonoro de Michoacán se hizo gracias al apoyo de la Secretaría de Cultura del estado, del Sistema Michoacano de Radio y Televisión, de Radio Educación y de la Radio de Berlín Brandenburgo."

Lo define como un trabajo "impecable en su producción, en su manufactura. Este disco lo vamos a presentar hoy, en el Museo ECO, que está en Sullivan, por donde estaba el Foro Isabelino, el que era del CLETA, por el Monumento a la Madre".

Ese es el primer "paisaje" que hizo y ya terminó el del Distrito Federal, que se llama La megalópolis, una expedición por la selva sonora de la ciudad Falta la edición.

Trabajó con un director, un radioasta alemán llamado Gotz Naleppa, un montaje sonoro sobre el Popol Vuh. "Nos fuimos a grabar a Palenque, a Bonampak, a la reserva de la biosfera, los alrededores de San Cristóbal, en fin. Está en alemán, en maya quiché, en tzotzil, tzeltal y en chol. Todas estas lenguas se usan simultáneamente en este montaje".

Anunció que en breve se transmitirá por Radio Educación y en Radio Nacional de Alemania. "Pero a partir de ahí todo este material me servirá para hacer un paisaje sonoro de Chiapas. En Alemania ya están disponibles 10 discos con estos sonidos. Estamos en pláticas con la Secretaría de Cultura de Aguascalientes para hacer un paisaje sonoro. Eso para 2007.

"Luego sigue el disco de Chavela Vargas, titulado Cupaima, que ya salió a la venta; es una fusión de sonidos prehispánicos con canciones rancheras, de José Alfredo Jiménez, de Gonzalo Curiel, de la misma Chavela Vargas. Son canciones como Somos, Las ciudades, La vereda tropical, Soledad y Un mundo raro, con arreglos y todo un colorido prehispánico. Es un disco que Chavela había soñado durante muchos años, hace unos 10. Realmente fue idea de ella.

"De alguna manera la vida nos juntó y es un disco que se realizó gracias a la Universidad de Guadalajara, que funge como productora; ahí se grabó. Participan músicos como Ernesto Cano, Jorge Romero y Alberto Escareño", añadió.

Para Reyes, en el disco Chavela canta "espléndidamente, a sus 86 años. Tiene toda una obra mística y evocadora. Este disco es casi una despedida. Son canciones como de cantina, pero que se volvieron como de pulquería prehispánica.

"Es un disco que me tomó como medio año hacerlo, porque no era fácil hacer una buena mezcla. Uso caracoles, tambores, teponaztles, piedras, caracolas, empleo ritmos corporales, aspiraciones. Me tardé porque tenía que hallarle el punto a cada canción. Las oí ¡miles de veces! En su mayoría son primeras tomas, por eso la voz de Chavela está tan fresca y tan natural."

Trabajar con La Macorina, dijo, le dio mucha luz. "La vida de Chavela es su obra de arte". El disco se presentará oficialmente, en el teatro Diana de Guadalajara, el 3 de noviembre. "Se llama Cupaima, que es el pelo del elote tierno, pero también es la última chamana del pueblo."

 
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