Usted está aquí: jueves 19 de octubre de 2006 Mundo Washington considera negar a sus "adversarios" el acceso al espacio

De antemano rechaza iniciativas para crear un tratado que regule le exploración espacial

Washington considera negar a sus "adversarios" el acceso al espacio

La política en esta materia está directamente ligada a la seguridad nacional, sostiene

AFP, DPA Y THE INDEPENDENT

Ampliar la imagen George W. Bush bromea con reporteros en una visita que realizó ayer al campamento infantil de Victory Junction, que atiende a niños con enfermedades crónicas o severas en Randleman, Carolina del Norte. En la imagen, el presidente se dispone a participar en una actividad de cambio de una llanta Foto: Ap

Washington, 18 de octubre. Un nuevo documento de política espacial de Estados Unidos considera la posibilidad de negar acceso al espacio a "adversarios" si se considera que éstos interfieren con sus intereses nacionales o de seguridad. Con esto, Estados Unidos rechaza de antemano iniciativas que ya existen de crear un tratado que ponga límites a las posibilidades de exploración espacial estadunidense.

Según el diario The Washington Post, el documento, divulgado a principios de mes en sustitución de otra normativa de política espacial nacional, también rechaza cualquier medida para prohibir armas espaciales, al tiempo que apoya el desarrollo de un sólido sector comercial espacial.

"La seguridad nacional de Estados Unidos depende en forma crítica de su capacidad espacial, y esta dependencia aumentará", indica el texto, impulsado por la administración del presidente, George W. Bush, que ubica a la política espacial directamente en servicio de la seguridad nacional.

Según esta normativa, ya firmada por Bush, Estados Unidos reclama para sí el derecho de llevar acabo cualquier investigación, desarrollo "u otras actividades" en el espacio que considere convenientes para sus "intereses nacionales".

Esto incluye "negar a nuestros adversarios, en caso necesario, el uso de capacidades espaciales, lo cual puede ser considerado hostil".

El documento instruye al secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, a "desarrollar capacidades, planes y opciones para garantizar la libertad de acción en el espacio y, en caso de recibir la orden, de rechazar esa libertad de acción a los adversarios".

"La libertad de acción en el espacio es tan importante para Estados Unidos como el poder aéreo o marítimo", indica.

"Estados Unidos se opondrá al desarrollo de nuevos regímenes legales u otras restricciones que busquen prohibirle o limitarle el acceso o uso del espacio. Los propuestos acuerdos de control de armas o las restricciones no deben afectar el derecho de Estados Unidos de investigar, desarrollar, probar y realizar operaciones u otras actividades en el espacio por intereses nacionales", agrega.

Pero Washington busca fomentar el uso del espacio comercial "y hacer posible un dinámico sector espacial comercial interno", comprometiéndose a asistir al sector privado en ese sentido y a racionalizar la autorización de actividades espaciales comerciales.

En el nuevo documento, además, se habla de que la seguridad nacional estadunidense tendrá una "dependencia crítica" en sus capacidades espaciales.

Bush autorizó la nueva política espacial nacional el 31 de agosto, y el documento fue silenciosamente divulgado por la Casa Blanca el 6 de octubre.

Miembros del Congreso y otros gobiernos, entre ellos Rusia, fueron informados de esa nueva política, dijo una fuente gubernamental a The Washington Post.

Según The Independent, la reclamación de dominio del espacio de la administración Bush en realidad retoma la política hacia el espacio del gobierno del presidente Bill Clinton, pero le agrega una retórica de línea dura.

"La administración Clinton abrió la puerta al desarrollo de armas espaciales, pero nunca hizo nada al respecto. La política de Bush quiere llegar más lejos", señaló Michael Krepon, del Centro Stimson, al Washington Post.

En 2004, Bush esbozó la posibilidad de volver a enviar astronautas a la Luna o Marte. Ese mismo año, la fuerza aérea publicó un controversial plan para establecer armas en el espacio, y se especuló que estas consistían en rayos láser y bases espaciales. A principios de este año se reveló que el Pentágono buscaba un presupuesto de cientos de miles de dólares para probar y desarrollar armas espaciales.

 
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