Se restringe el desarrollo turístico al pretender preservar totalmente el ambiente, dicen hoteleros

Tendrá que esperar el cambio a la norma sobre manglares: Semarnat

Hay que regular más acorde con la opinión de empresarios, defiende John McCarthy, titular del Fonatur

MIRIAM POSADA GARCIA

El subsecretario de Planeación Política de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Fernando Tudela, aseguró que debe modificarse la norma oficial mexicana (NOM) 022 para proteger más los manglares y otros ecosistemas, ya que de permanecer en la situación actual estarían sometidos a mayor riesgo.

Contrario a los empresarios turísticos, dijo que una NOM se puede cambiar antes de los cinco años de ser emitida, cuando se trata de una emergencia, pero ahora -admitió- tendrán que esperar a que se cumplan los plazos legales para hacer una nueva revisión.

Mientras, la disposición permanecerá como conviene a los desarrolladores turísticos.

Por separado, empresarios defendieron su postura de que no es tiempo de hacer modificaciones legales a la NOM 022, mientras que el director del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), John McCarthy, dijo que es necesario proteger el medio ambiente pero, en consonancia con el empresariado, consideró que las modificaciones a esta disposición "no deben ser obcecadas".

Luego de un encuentro con empresarios turísticos, Tudela defendió la necesidad de modificar la NOM 022 de protección a manglares, porque la actual no es una herramienta eficiente para cuidar ese ecosistema fundamental. Consideró que la versión actual es excesivamente permisiva, lo que va en contra del propio ecosistema, por eso debe modificarse y garantizar el respeto al ciento por ciento.

En respuesta al punto en favor que se anotaron los empresarios turísticos al lograr que se suspendiera la revisión de dicha norma, el funcionario aseguró que "la realidad histórica es que el turismo sí ha tenido impactos ambientales cuando no ha habido planeación", debido a que hay algunos que sobreponen la rentabilidad al equilibrio ecológico.

El presidente del Consejo Nacional Empresarial Turístico, Gordon Viberg, explicó que los industriales ganaron una suspensión definitiva en contra de la revisión de la NOM 022 porque la Semarnat la promovió antes de tiempo, violando las disposiciones legales y menguando la certidumbre jurídica.

Aseguró que en 16 o 17 meses estarán de acuerdo en sentarse a negociar, proponer y discutir la norma, porque sí están comprometidos con el medio ambiente.

Sin embargo, Tudela refutó el argumento del empresario al señalar que "no hay ninguna prohibición para cambiar una norma antes de los cinco años si la realidad lo exige, porque si no nos ahorcamos nosotros mismos como entidades normativas". Precisó que la intención de la Semarnat es tener una norma que proteja el manglar mucho más que ahora, y que la adecuación de la actual es para resolver las fallas legales que contiene, que la hacen inoperante y poco funcional.

Advirtió que "no es cuestión de sacrificar el manglar, sino de respetar la función fundamental que cumple. No se puede establecer un porcentaje por preservar, porque hay algunos que deben conservarse al ciento por ciento, y otros que, con una garantía de reposición ampliada, se pueden perder para tener un gran beneficio social".

Aclaró que en la modificación de la NOM 022 no está a discusión la "intocabilidad absoluta del manglar, porque no existe eso en ningún país, pero tampoco se puede permitir el éntrenle y luego lo compensamos".

Por separado, el presidente de la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles, Jesús Nader Marcos, aseguró que este gremio "no está peleado con el medio ambiente, pero la norma restringe bastante el desarrollo turístico al pretender protegerlo al ciento por ciento".

Señaló que el rechazo no se debe a la elevación de costos que representaría la conservación del manglar, sino que no se podrían tener desarrollos turísticos, y consideró que hay reglas internacionales al respecto que podrían aplicarse al caso de México.

Exageraciones

Mientras, McCarthy dijo que ha habido "exageraciones", como prohibir cualquier construcción a menos de 100 metros del manglar, porque si hay afectaciones también se pueden encontrar medidas de compensación, ya que "cualquier obra que haga el ser humano va a tener impacto ambiental".

Aseguró que el Fonatur no resta importancia a los manglares, y admitió que es necesario regular en la materia, pero más acorde con la opinión de los empresarios -sector del que proviene. Dijo que "una norma rigurosa paralizaría el desarrollo turístico, lo que ha pasado ya en algunos países. Por eso hay que tener cuidado de no sobrerregular y matar a la gallina de los huevos de oro.

"Sí hay que regular, sí hay que ser firmes con las leyes ambientales, pero no vayamos a los radicalismos", dijo.