La línea divisoria original desapareció a causa de los asentamientos irregulares

Acuerdan redefinir los límites entre Tlalpan y Magdalena Contreras

Los respectivos delegados promoverán esa medida ante la ALDF y los ejidatarios

ALEJANDRO CRUZ FLORES

Para que "se acabe la tierra de nadie", las delegaciones Magdalena Contreras y Tlalpan acordaron revisar los límites entre ambas demarcaciones, pues la línea divisoria original, ubicada en el río Viborilla, prácticamente ha desaparecido debido a los asentamientos irregulares establecidos en la zona.

Héctor Guijosa Mora, jefe delegacional de la Magdalena Contreras, señaló que es necesario definir qué administración debe brindar servicios como alumbrado público, recolección de basura y pavimentación, entre otros, por lo que deben establecerse junto con los ejidatarios los mecanismos necesarios para resolver dicha situación.

"De repente la gente se confunde y no sabe si está en Tlalpan o Magdalena Contreras, por lo que se trata de darles certidumbre jurídica a las personas", subrayó.

Durante un recorrido con su homólogo de Tlalpan, Guillermo Sánchez Torres, el funcionario explicó que fijar nuevos límites entre ambas delegaciones requiere un proceso que puede resultar muy largo: la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda capitalina debe realizar los análisis correspondientes y determinar la nueva zona limítrofe, la cual tendrá que ser aprobada por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF).

"Nosotros podemos avanzar en forma amigable en un convenio de colaboración de cero invasiones, para sacar adelante los problemas y no estar esperando el fallo de la ALDF que determine de forma definitiva la poligonal", propuso.

Mientras, Sánchez Torres, resaltó que hay disposición de los comisarios ejidales de ambas demarcaciones, por lo que consideró que existen las condiciones para que esta situación se resuelva favorablemente.

El primer paso, indicó, será realizar una consulta con los ejidatarios, "para que ellos se pongan de acuerdo. Nosotros solamente vamos a coadyuvar con los dueños de las tierras originarias", y determinar la jurisdicción de cada comunidad, con el objetivo de que "la gente se sienta identificada" con el lugar donde vive, además de que sepa qué administración los debe dotar de servicios.

Los jefes delegacionales recorrieron los asentamientos irregulares conocidos como El Zacatón y Las Cebadas, ubicados en el ejido de San Nicolás Totolapan, con el fin conocer la situación y evitar más invasiones. Coincidieron en que es urgente detener el crecimiento de la mancha urbana, así como identificar los avances y rezagos en esta materia.

En Magdalena Contreras se ha implementado un programa de regularización de predios como El Ocotal, Tierra Colorada, El Gavillero e Ixtlahuatongo, por lo que actualmente se realizan trabajos para la introducción de electricidad, drenaje y agua potable.

De acuerdo con Héctor Guijosa, El Ocotal, donde viven 12 mil personas, está totalmente electrificado, y lleva 60 por ciento de avance la introducción de drenaje y agua potable, proceso que se prevé concluirá el próximo año.

Mientras, en Tierra Colorada, donde habitan mil 200 familias, se está en espera de firmar el convenio de electrificación. Esta medida, según el jefe delegacional, ha permitido que en la demarcación a su cargo, actualmente sólo haya 16 asentamientos irregulares.

Al finalizar el recorrido, ambos funcionarios acordaron una reunión de trabajo para la próxima semana, entre los directores de las áreas jurídicas y de ecología de las dos demarcaciones, para evaluar las acciones a seguir; también pactaron un nuevo recorrido, pero ahora por la zona urbana del área limítrofe, donde faltan servicios básicos.

Los límites entre Tlalpan y Magdalena Contreras abarcan 10 kilómetros, que comprenden tanto suelo urbano como de conservación.