Usted está aquí: domingo 22 de octubre de 2006 Opinión Bajo la Lupa

Bajo la Lupa

Alfredo Jalife-Rahme

Se apodera EU del espacio sideral

Ampliar la imagen El ex presidente estadunidense Bill Clinton hace unos días en la Universidad de Georgetown, en Washington Foto: Ap

Como respuesta a la prueba nuclear de Norcorea (ver "Prueba nuclear de Norcorea: gravísimo error bushiano", Bajo la Lupa, 15/10/06) y a la inocultable derrota estratégica en Irak, la torturadora teocracia bushiana opta por elevar la puja tecnológica y desatar una carrera armamentista en el espacio sideral.

Bueno, hasta el megaespeculador György Schwartz (alias George Soros), quien parece haber copiado la tesis de Bajo la Lupa, fustigó correctamente ante un grupo de inversionistas y académicos en Seúl, la capital de Sudcorea, que Baby Bush es el culpable de la escalada de tensiones al haber colocado a Norcorea en el "eje del mal". A su juicio, en un "acto de desesperación" Norcorea recurrió a realizar su prueba nuclear.

Pues más desesperado que Norcorea parece estar Baby Bush, quien acaba de firmar su "Nueva Política en el Espacio" que, según Marc Kaufman, del periódico del establishment The Washington Post (18/10/06), "rechaza acuerdos futuros de control de armas que puedan limitar la flexibilidad (sic) de Estados Unidos (EU) en el espacio y le asegure el derecho a negar (sic) el acceso a cualquiera en el espacio que sea hostil a sus intereses", es decir, a todo el mundo menos a la anglósfera y a Israel.

Ya que EU no pudo controlar la capa terrestre, aunque suene increíble, ahora intenta adueñarse del espacio sideral para desde allí volver a controlar lo perdido en el "Gran Medio-Oriente" y en la península coreana.

Kaufman refiere que el documento constituye la "primera revisión plena de la política integral en el espacio en los pasados 10 años que enfatiza los temas de seguridad y alienta la empresa privada (¡súper-sic!) en el espacio". Se profundizan las dos obsesiones de su fase decadente y putrefacta (v. gr. el "síndrome Kamel Nacif" en el Capitolio): la seguridad y la privatización, redimensionadas como nuevas armas de su panoplia bélica.

Baker Spring, analista de defensa quien parece más bien un vulgar mercader, del ultrabélico Heritage Foundation, se regocijó de la "promoción de empresas comerciales en el espacio", además del "reconocimiento de que los satélites privados requieren protección militar".

EU reclama en la fase pos-Irak, que ya aceptó Baby Bush poseer similitudes con Vietnam (Raw Story, 18/10/06), la "libertad de acción en el espacio es tan importante para EU como el poder aéreo y el poder marítimo".

Frederick Jones, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, comentó que "el espacio se había convertido en un componente aún más importante de la economía y la seguridad nacional y del hogar de EU" cuando el "ejército se ha vuelto crecientemente más dependiente de la comunicación satelital y de navegación, en similitud a los proveedores de teléfonos celulares y dispositivos de navegación personal".

Mientras los funcionarios de la torturadora teocracia bushiana alegan off-the-record (el viejo truco) que la revisión no representa el "preludio para introducir armas en la órbita terrestre", Michael Krepon, cofundador del Centro Henry L. Stimson, que se consagra a los temas de armas en el espacio, afirma que los "cambios de su política reforzarán las sospechas (sic) internacionales de que EU busca desarrollar, probar y desplegar armas en el espacio", las cuales "se amplifican debido a su rechazo a entrar en negociaciones, ya no se diga en discusiones formales sobre el tema". Krepon comenta que si "Clinton abrió la puerta para el desarrollo de armas en el espacio, ahora Bush va más lejos".

Theresa Hitchens, directora del Centro de Información de Defensa, con sede en Washington, critica el tono unilateral de la nueva política que abre un poco más la puerta a una estrategia de guerra en el espacio".

Los expertos aducen que, debido a la sensibilidad política que suscita el tema, el Pentágono se moverá de manera gradual y primero adoptará una tecnología de uso dual, es decir, civil y militar. Según Krepon, debido a la naturaleza de las iniciativas en el espacio que son clasificadas en el mayor hermetismo "será difícil saber lo que se desarrolla y se despliega".

Kaufman es muy comprensivo de la postura de EU, que "se debe a que varios importantes sistemas de armas dependen ahora de la información y la comunicación de los satélites en órbita" cuando su "ejército ha desarrollado y desplegado más tecnología para el espacio que cualquier otro país debido a sus ventajas estratégicas". Pero "su superioridad tecnológica es también percibida como una vulnerabilidad a ataques sobre sus satélites esenciales".

Los funcionarios anónimos de la torturadora teocracia bushiana rechazan los alegatos de los expertos sobre una nueva carrera armamentista en el espacio y aseguran que la nueva política "alienta (sic) la diplomacia internacional y la cooperación". Pues a ver si les creen los europeos, rusos, indios, chinos, brasileños, iraníes y hasta los norcoreanos.

Desde 2000, Donald Rumsfeld, el polémico secretario del Pentágono, había abogado por el desarrollo de armas en el espacio para proteger los satélites civiles y militares. No existe novedad en cuanto al objetivo añejo de militarizar el espacio se refiere, salvo que ha sido adoptado como nueva política días después a la alharaca que cundió tras la detonación nuclear norcoreana. En fechas recientes, frente a 160 votos en la ONU que se pronunciaron por la abolición de armas en el espacio, solamente EU votó en forma negativa.

En forma coincidente y extraña, el mes pasado los multimedia anglosajones entrenados en Hollywood habían alegado que un satélite de EU había sido "iluminado" por un láser proveniente de China. Nadie es más mendaz que la torturadora teocracia bushiana para inventar coartadas con el fin de alcanzar sus objetivos rapaces.

Se trata de la enésima versión de la guerra de las galaxias de corte hollywoodense y que los ingenuos rusos se tragaron en la guerra fría.

Cuando EU sabe que perderá la partida de ajedrez no se espera a que le propinen jaque mate, sino que prefiere antes asesinar con un revólver texano a su adversario. Muchos estrategas muy clásicos, para no decir passé, no logran asimilar que Hollywood y los multimedia de EU forman parte de su panoplia bélica integral. Ya en Bajo la Lupa (14/08/05) apuntamos la increíble claudicación del mariscal soviético Nikolai Ogarkov cuando Reagan lanzó su bluff cinematográfico de la guerra de las galaxias", como confesó al periodista Leslie Gelb.

En 1973, EU contrarrestó su derrota en Vietnam tanto con el golpe de Estado pinochetista en Chile como con la guerra de octubre entre Israel y los países árabes, lo cual requilibró su deteriorada posición geoestratégica y que no supo aprovechar la URSS.

Diez años más tarde, 23 de marzo de 1983, Ronald Reagan, personaje de cine de quinto nivel, lanzaba rimbombantemente la guerra de las galaxias que paralizó a la URSS.

Si no se trata de otro bluff, cuando EU se encuentra quebrado financieramente, ¿Baby Bush repite la misma receta con su hipoteca monopólica del espacio sideral?

Rusia tiene menos problemas ahora, cuando Putin ha demostrado ser menos cándido que sus antecesores, pero la captura unilateral del espacio sideral por EU deja en franca desventaja a China e India, una década por lo menos. A ver cómo responden.

 
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