En caso de empate, su voto podría ser decisivo
Nuevo ministro, pieza clave en la elección de presidente de la Corte
En la carrera por la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), cuya elección tendrá lugar el martes 2 de enero de 2007, jugará un papel fundamental la designación del ministro que sustituirá a Juan Díaz Romero -quien deja el cargo el próximo 30 de noviembre-, porque, de acuerdo con información obtenida en el máximo tribunal, los dos principales contendientes contarían con cinco votos cada uno y faltaría uno para el desempate.
De acuerdo con fuentes judiciales consultadas, en caso de que el Senado de la República no eligiera a tiempo al nuevo ministro se daría una situación inédita por el empate en la elección, y asumiría el cargo el decano de la Suprema Corte, hasta que llegara el nuevo ministro y se celebrara una nueva votación.
Cabe señalar que la posibilidad de que los principales contendientes, Juan N. Silva Meza y Guillermo I. Ortiz Mayagoitia, queden empatados, no sería extraordinaria.
Cuando en 1995 José Vicente Aguinaco Alemán resultó electo presidente del máximo tribunal, tuvieron que pasar varias rondas hasta que logró una ventaja mínima de un voto por encima de Juventino V. Castro y Castro; aunque en esa ocasión Aguinaco Alemán rompió las reglas de cortesía al quedar en evidencia que la diferencia la alcanzó al votar por sí mismo.
Según ministros consultados, los votos que hasta el momento parecen tener seguros tanto Silva Meza como Ortiz Mayagoitia hacen prever un escenario en el que la diferencia máxima sería de un voto o de plano se consume un empate.
De acuerdo con la reciente modificación que hicieron los ministros al reglamento interno de la SCJN, por primera vez en la historia los que aspiren a presidir la Corte deberán presentar al pleno, en los primeros cinco días de diciembre, "las líneas generales conforme a las cuales desarrollarían dicha función".
El cabildeo
Anteriormente el cabildeo entre los ministros era privado y se daba el día de la elección; ahora se presume que, al presentar su candidatura en una sesión privada, la opinión pública al menos conocerá a los pretendientes a dirigir la Corte. Aunque aún no hay consenso sobre hacer públicas o no las posturas de los aspirantes.
El próximo 30 de noviembre deja el cargo el ministro decano Juan Díaz Romero y, una vez que Felipe Calderón asumiera la Presidencia de la República, el primero de diciembre próximo, enviaría al Senado la terna con los candidatos a ser ministros.
El periodo normal de sesiones concluye el 15 de diciembre, plazo que tendrán los legisladores para recibir la propuesta, analizar las candidaturas y elegir al triunfador, sin contar que en esa fecha la elaboración y dictamen de presupuesto para 2007 acapara la atención, salvo que los senadores acordaran un periodo extraordinario únicamente para analizar el tema del futuro ministro.
Aun cuando la Corte puede funcionar hasta con ocho de sus integrantes y elegir al presidente con 10, debido a lo cerrado que se prevé la votación, no se descarta que ninguno de los aspirantes alcance los seis votos que exige la ley para que haya un triunfador.
De persistir después de varias rondas una votación de cinco a cinco, existe un acuerdo "extraoficial" de los ministros de que el ministro decano asuma el cargo, pero aquí habría una cuestión de interpretación que complicaría las cosas.
Oficialmente Azuela deja el cargo el último día de diciembre, pero en los hechos la administración de la Corte quedará en manos de la comisión de receso, que laborará del 15 al 31 de diciembre. La sesión del 2 de enero la presidirá el decano, que es Genaro Góngora Pimentel, pero según el acuerdo "extraoficial", si no se elige a un presidente, sería el "decano" el que quede en funciones.
Y como Azuela ya habría salido, pasaría a ser el decano, o bien, quedaría Góngora Pimentel como decano y reasumiría la presidencia de la Corte -aunque fuera en forma interina- cuatro años después de haberla dejado.